El amenazado Zapatito de Dama y otras 33 fascinantes orquídeas de Ordesa

La observación de estas flores atrae cada año a cientos de naturalistas y amantes de la botánica. El Parque acaba de editar una guía que explica por qué no tienen nombres en español o su relación con el sexo masculino.

Un ejemplar de Zapatito de la Dama, la orquídea de Ordesa en peligro de extinción.
Un ejemplar de Zapatito de la Dama, la orquídea de Ordesa en peligro de extinción.
Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido

El Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido ha podido localizar hasta ahora 34 especies de orquídeas, "aunque es posible que haya más", reconocen los autores de una guía que inicia al profano en el mundo de estas fascinantes flores, ayuda a identificarlas y explica algunas de sus curiosidades.

Entre las especies inventariadas está el Cypripedium calceolus, más conocido como Zapatito de Dama, en peligro de extinción; la Ophrys apifera, popularmente llamada Abejeta; y la Orchis mascula, conocida como Satirión.

La primera es una de las más conocidas y buscadas por su belleza. reconocen los autores, que explican que el labelo, en forma de zapatito, funciona como una trampa: los insectos atraídos por el aroma y los colores acceden al interior y, una vez allí, la forma revoluta y unos pelillos estratégicamente colocados les hacen muy difícil salir por donde entraron. Incluso pueden morir en el interior. Se puede encontrar en los valle de Ordesa y Pineta. "Quedan pocas en los Pirineos, habiendo sufrido la recolección y el expolio de poblaciones enteras". De ahí que estén estrictamente protegidas. 

La publicación recoge fotos de cada una de las diferentes orquídeas e información acerca de su época de floración o su zona de distribución. El avance en el estudio genético y el número creciente de observadores provocan "que el conocimiento que tenemos de esta familia y el número de citas de nuevas especies en un lugar esté en constante evolución. Por ello existen algunas especies que no se detallan que muy probablemente se hallen en el Parque Nacional o en sus inmediaciones".

Por ejemplo, en el año 2020 se localizó por primera vez en el valle de Ordesa la rara orquídea fantasma (Epipogium apyllum). Un par de años antes, en la primavera del 2018, se encontró una nueva población de Zapatito de Dama. 

El trabajo ha sido dirigido por Francisco Villaespesa, responsable del área de Conservación del Parque, y realizado por Colectivo Foratata, con ilustraciones de María Jiménez y fotografías de Manuel Bernal y Alberto Martínez. Está cofinanciado por fondos Feader dentro del marco de actuaciones ambientales sobre terrenos forestales en áreas designadas de alto valor natural. Ya se puede consultar y descargar en formato digital en la web de la Red Natural de Aragón y en los próximos meses se espera poder distribuir en papel.

La guía habla del origen de estas flores, su modo de vida, su radiografía, de cómo atraen a los insectos, del creciente interés por ellas o sobre qué se puede hacer para protegerlas. Arroja datos tan curiosos como que la fascinación de las personas por las orquídeas se remonta a más de 2.000 años atrás, cuando ya se cultivaban las formas más vistosas en China y Japón. 

También resulta revelador el porqué no tienen un nombre común en español. "Nuestro idioma no recoge palabras para nombrar a las orquídeas, quizá porque no han tenido un uso importante en la vida del ser humano, no se usan para comer, tampoco se conocen usos medicinales ni culturales así que aquello que no se usa no se nombra".

Y explica la razón de la conexión con el sexo masculino. "Orkhis significa en griego testículo. Hace referencia a la forma del tubérculo dividido en dos masas redondeadas con aspecto de testículos, que poseen las orquídeas del género Orchis. Durante siglos se pensó que tenían propiedades afrodisiacas que estimulaban la sexualidad masculina e incluso se relacionaba con el sexo del bebé: sería niño si el hombre comía el tubérculo más grande. Todavía orchis sigue dando nombre a esas gónadas. En el lenguaje médico una orquitis es una inflamación de testículos, y una orquidectomía es la extirpación de los mismos".

Las orquídeas silvestres europeas disponen de tubérculos que les permiten sobrevivir bajo tierra en otoño e invierno, lo que les facilita vivir durante años. La floración se produce de forma anual, entre los meses de mayo y agosto, por lo que la primavera es la época para la identificación y observación de esta familia de plantas con una edad estimada sobre la Tierra de, al menos, 15 millones de años. "Si pensamos en que la familia de la coníferas a la que pertenecen los pinos o abetos, habita el planeta desde hace 300 millones de años, quizás, ahora sí, nos parezcan jóvenes. Cuando las orquídeas aparecieron sobre la Tierra, ya existían en ella gran variedad de flores con las que competir por la atención de los insectos; así que evolucionaron creando sofisticadas formas de atracción que incluyen trampas, engaños y seducción".

La observación de orquídeas atrae cada año a cientos de naturalistas y amantes de la botánica hasta Aragón. Además de en el Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido, se pueden ver en otros espacios como el Paisaje Protegido de los Pinares de Rodeno en Teruel o el Parque Natural del Moncayo. Algunas de ellas producen un néctar tóxico que provoca una especie de "borrachera" adictiva en los insectos y que les hace repetir una y otra vez, asegurándose así la planta muchas visitas a sus flores.

El Parque de Ordesa no deja de dar sorpresas en cuanto a su diversidad. Recientemente se ha confirmado la presencia de un nuevo liquen. Se ha producido la primera cita de la especie Sclerophora pallida, muy rara en España.

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