Obras de consolidación en la muralla casi año y medio después del derrumbe en Desengaño

Los andamios se han colocado en la parte que se ve desde la ronda Montearagón, pero los trabajos para consolidar el tramo de la muralla de Huesca donde hace casi año y medio se produjo un derrumbe han empezado por la calle Desengaño, justo en el solar situado en el número 38 que se recuperó hace un tiempo para uso ciudadano. Primero se ha eliminado la maleza y después, las máquinas han excavado una gran zanja para poder realizar el drenaje de los sillares de este tramo. Es el mismo problema que afecta al resto del muro medieval visible en esta parte de la ciudad, necesitado de continuas intervenciones para frenar el deterioro que sufre la piedra arenisca.

El 10 de mayo de 2016, en un noche de lluvia, se derrumbó una tapia existente sobre la muralla entre los números 38 y 42 de la calle Desengaño. El desprendimiento del adobe arrastró consigo otros materiales como sillares. Todo ello cayó sobre alguno de los coches aparcados en el solar que está al otro lado de la pared, frente al albergue de transeúntes.

La actuación en esta zona tiene un presupuesto de 55.000 euros y está a cargo del Gobierno de Aragón, ya que la muralla está catalogada como BIC (Bien de Interés Cultural)  desde el año 2006.  Los trabajos se han adjudicado a la empresa Piedra Casbi  y se llevarán a cabo en un tramo de 16 metros de longitud por 7,5 metros de altura. Está previsto que finalicen en diciembre.

La actuación permitirá solucionar patologías presentes en esa zona de la muralla: falta de seguridad estructural, existencia de intervenciones precedentes desafortunadas (en cuanto a ejecución y/o materiales utilizados), degradación, erosión, meteorización y arenización de materiales, partes inestables, la vegetación parásita y las humedades provenientes del trasdós.

De momento, se ha empezado a trabajar en el solar de la calle Desengaño que es de titularidad municipal. De hecho, el Ayuntamiento de Huesca es propietario del 61% del terreno de la calle Desengaño adosado a la muralla entre el Archivo Provincial y la Porteta, un tramo de unos 54 metros de longitud.

La situación es similar a la que hasta hace pocos años se dio en el otro tramo del muro medieval (250 metros) y que se solucionó con el derribo de las traseras de 33 viviendas de esa misma calle que descansaban sobre él para construir un paseo. Estaba proyectado desde 1991 pero se llevó a cabo en 2014.

La idea era dar continuidad a este andador, pero de momento todo quedará en una intervención de ‘urgencia’ para frenar el desmoronamiento de este paño de muralla. La concejala de Urbanismo de Huesca, María Rodrigo, indicó que una vez que finalicen las obras, el solar que da a la ronda Montearagón  volverá a utilizarse como aparcamiento aunque su capacidad quedará reducida. "Los coches estacionaban muy cerca de la muralla y ahora se liberará una franja de suelo para protegerla y garantizar su conservación", explicó.

La presidenta de la Asociación de Vecinos Osce Biella del Casco Antiguo, Susana Oliván, valoró positivamente la intervención en la zona del muro derrumbada. No obstante, recordó que la zona de muralla de la ronda Montearagón también necesita "el último empujón" para culminar su restauración. Hace falta rehabilitar la cara exterior y construir las escaleras de acceso al paseo peatonal.