Jaca vive su gran fiesta del Primer Viernes de Mayo, que aspira a ser de interés nacional

La lluvia acompañó la salida del desfile del Conde Aznar que rememora la victoria del 760.

Saludo de la bandera ante el Ayuntamiento de Jaca, en la calle Mayor,  en el tramo final del desfile.
Saludo de la bandera ante el Ayuntamiento de Jaca, en la calle Mayor, en el tramo final del desfile.
Laura Zamboraín

Miles de personas se agolparon ayer en las calles del casco histórico de Jaca para ver entrar a las huestes victoriosas del Conde Aznar , un multitudinario desfile triunfal que rememora la Batalla de la Victoria contra los musulmanes acaecida en el 760. El cortejo comenzó acompañado por una leve lluvia, que poco después remitió para dar paso al sol y que no impidió que se celebraran con normalidad todos los actos previstos. Los jaqueses disfrutaron de la que es la gran fiesta de la ciudad en una mañana llena de tradición y magia, que finalizó con el atronador canto del himno del Primer Viernes de Mayo que entonó al unísono toda la calle Mayor.

Este año se contó con la presencia del presidente del Gobierno autonómico, Javier Lambán, quien señaló que esta es una fiesta que "nos remite al origen del Reino de Aragón". Por su parte, el alcalde de Jaca, Juan Manuel Ramón, deseó que el apoyo que está recibiendo esta festividad sirva para que "el año que viene o el siguiente sea declarada de interés turístico nacional".

La mañana fue larga. Junto a la ermita de la Victoria, donde supuestamente se libró la batalla, se empezó muy temprano a encender las hogueras y, poco a poco, la explanada y los alrededores se llenaron de cientos de jaqueses de todas las edades, que con un buen almuerzo conmemoraron la gesta de sus antepasados. Después de acopiar fuerzas, volvieron a las calles para gritar y corear a las tropas victoriosas.

Eran poco más de las 12.00 cuando empezó el desfile, con más de 1.000 personas. Pero desde mucho antes, en la calle no quedaba ni un hueco en primera fila en la avenida del Primer Viernes de Mayo, la plaza de la Catedral, o la calle Mayor.

El saludo

El primero en el desfile fue el conde Aznar, encarnado por Miguel Carasol, y su séquito, al que le siguieron las escuadras de labradores y artesanos y las descargas de trabucos, primero en las escalinatas del paseo de la Constitución, donde se ubicó parte del cortejo del conde, y después en la Catedral y el pórtico de la casa consistorial. Fue en estos lugares donde tuvo lugar el saludo de estandartes por parte de cada escuadra ante la bandera de la ciudad, portada por el síndico (la máxima autoridad), honor que este año recayó en la concejala de CHA, Orosia Campo.

Por último, y frente a las puertas del Ayuntamiento que todos querían alcanzar, tuvo lugar el momento más emotivo de la fiesta, el que se espera con ansia y que llegó sobre las 14.15. Al ritmo que marcó la banda de música Santa Orosia, los miles de jaqueses y turistas entonaron el ‘Jaca libre sabe vivir a la sombra del monte Oroel’, el himno del Primer Viernes de Mayo que hizo vibrar a toda la ciudad.

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