El queso de oveja que reina en la feria de Biescas

Las diferentes variedades de Quesos de Albarracín han ganado en cinco ocasiones el concurso que se organiza en la Feria de Otoño.

La cueva en la que se elabora el queso premiado en Biescas.
La cueva en la que se elabora el queso premiado en Biescas.
Quesos de Albarracín

Cuatro consecutivas y cinco en total en los últimos seis años. Este es el palmarés que atesora la empresa Quesos de Albarracín dentro del concurso que tiene lugar en la feria de Biescas, y en el que se busca la variedad más suculenta dentro de las diferentes propuesta que concurren en la cita, que celebró el pasado fin de semana una nueva edición. Un resultado envidiable el que ha cosechado la empresa turolense, y más teniendo en cuenta que el premio de Mejor queso de Otoño ha correspondido en los últimos años a variedades muy diferentes dentro de la oferta que se elaboran en sus queserías, con un único aspecto en común: el de tener como base la leche fresca de las casi 2,000 ovejas que posee la propia empresa. En este caso, ha sido el Cava de Mía el que ha conquistado primero al jurado especializado y después a los casi 4,000 participantes en la votación popular del concurso.


“Siempre es un orgullo recibir premios, pero este año nos satisface especialmente que la elegida haya sido esta variedad, ya que hemos hecho una gran apuesta para su producción”, explica Alberto Asensio, gerente de Quesos de Albarracín, y es que el Cava de Mía se lleva a cabo en un espacio de piedra caliza, que reproduce las condiciones de una cueva natural contando con la tecnología más avanzada, y que la empresa estrenó hace unos meses, coincidiendo con su décimo aniversario.


“Esta cueva nos permite un control máximo de la temperatura, humedad y aireación, favoreciendo así la implantación de una flora única y exclusiva en los quesos, compuesta por mohos, levaduras y bacterias, que les aporta su propia personalidad mientras maduran sobre estanterías de madera de sabina”, presentan desde la empresa. Esta cava de afinado es única España, en lo que desde la empresa consideran como “un homenaje a la tradición y a la cultural del entorno, donde el queso madura de la misma forma que lo ha hecho desde tiempos inmemoriales, en contacto con la naturaleza y los materiales que de ella se extraen”.


Así pudieron presentarlo a los visitantes que durante todo el fin de semana pasaron por la feria de Otoño de Biescas, considerada todo un referente en el sector de la elaboración del queso, y que además de con el concurso que coronó al Cava de Mía como mejor variedad, también contó con otras actividades, como varias degustaciones o la elaboración de una fondue a cargo de los cocineros Toño Rodríguez y Alfredo Cajal, de Catering y Eventos del Pirineo.


“Con esta feria Biescas se convierte en la capital del queso de Aragón, en el que, además, el público que llega tanto de la zona como del norte de Francia lo hace con mucha predisposición de probar y también de comprar”, apunta el gerente de Quesos de Albarracín, que asistió en primera persona a la edición de este año, en la que detectó un claro crecimiento. Respaldan sus palabras los 5,000 kilos de queso que se vendieron en total en la feria durante el fin de semana.


Dentro del certamen, el procedimiento se llevó a cabo con en ediciones anteriores, en el que un jurado seleccionó cuatro variedades entre las 26 presentadas a concurso. José Luis Martín formaba parte de ese grupo de expertos encargado de la primera criba. “Atendemos tanto a la corteza como a la textura y el sabor”, explica Martín, que puntualiza que se buscan variedades muy diferenciadas a la hora de presentarlas al jurado popular.


“A veces hay un punto de suerte, de que la partida que se presenta sea la mejor, aunque cuando vemos que hay una quesería que gana cuatro años consecutivos, allí la suerte tiene poco que ver”, destaca Martín.


En el segundo proceso, el de la elección del ganador a través del público, fueron 3.740 personas las que votaron su variedad favorita, coincidiendo 1.570 de ellos en elegir el Cava de Mía. El segundo puesto fue para San Pelegrí, de Quesos El Radiquero; el tercero para el francés Aramís, y el cuarto, para el queso Flor de Aspe.


Entre estos hubo variedad de sabores y texturas. “En el queso se están haciendo cosas muy diferentes y muy buenas en España. Se está llevando a cabo una revolución similar a la que hubo con el vino hace unos años”, apunta José Luis Marín, que destaca como mejor ejemplo algunas de las variedades de Quesos de Albarracín que se alzaron como ganadoras en años anteriores, como el queso al vino tinto o el de romero con etiqueta verde.

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