El agro se va de feria

El 14 de febrero, Feria de Zaragoza se llena de innovación agroalimentaria. Abren sus puertas cinco certámenes dedicados al vino, el aceite y las frutas. En marzo llegarán Smagua y FIMA Ganadera.

Uno de los expositores participantes en la pasada edición de Enomaq.
Uno de los expositores participantes en la pasada edición de Enomaq.

En poco más de una semana, el sector agroalimentario -ya no solo aragonés sino internacional- dejará por unos días sus aperos para viajar a Zaragoza. Es tiempo de feria, pero no de ese tipo de feria que la Real Academia de la Lengua define como «conjunto de instalaciones recreativas», sino aquel que habla de «mercado de mayor importancia que el común que se celebra en días señalados» o, mejor aquella acepción que la define como «instalación donde se exponen los productos de un solo ramo industrial o comercial para su promoción y venta».

La capital aragonesa acoge entre febrero y marzo siete certámenes internacionales que tienen el agro como protagonista. Se llaman Enomaq y Tecnovid, centrados en el sector vitivinícola. Oleotec y Oleomaq, en los que cobra protagonismo el aceite y el fruto del que se obtiene. Fruyver, que muestra el dinamismo de la producción de frutas y hortalizas. Y dos de las joyas del calendario de la Feria de Zaragoza en los años impares. Primero, Smagua, el salón de referencia del Agua y el Riego, que sin ser únicamente dirigido al sector, es este quien tiene visita obligada dada la importancia del escaso recurso en el futuro de una actividad que depende del agua. Tras él, FIMA Ganadera -ya muy conocida como Figan-, escaparate internacional líder del desarrollo e innovación del sector pecuario.

Las expectativas no pueden ser mejores. Son más numerosas las empresas que han mostrado su interés por estar en los distintos salones, lo que ha hecho que los organizadores, la Feria de Zaragoza, tuvieran que habilitar mayor superficie. Son más numerosas las innovaciones técnicas presentadas, lo que demuestra el dinamismo investigador del sector primario, convencido además de la necesidad de estar a la última para mejorar su trabajo, su productividad y su competitividad.

Son más numerosas las misiones comerciales -aquellas que acercarán al recinto ferial a compradores e importadores de todo el mundo-, signo claro de la buena marcha del sector agroalimentario por los mercados internacionales. Y con todo ello, se espera que sean muchos más los profesionales que hayan reservado estas fechas en sus calendarios de trabajo, atraídos por la innovación y la tecnología, pero también por todo ese abanico de actividades -foros, reuniones, asambleas, congresos, mesas redondas...- en las que organizaciones representativas destacadas de cada subsector diseccionarán la situación presente y los retos de futuro, así como las herramientas para llegar a él con éxito.

El primer certamen en abrir sus puertas será Enomaq. Lo hará el 14 de febrero, en compañía de Tecnovid, Oleomac, Oleotec, y Fruyver, con los que ocupará, hasta el 17 de febrero, más de 49.000 metros cuadrados del recinto ferial de la capital aragonesa. Sobre ellos, las más novedosas técnicas, maquinarias y equipos de tres de los sectores más dinámicos y con importante presencia económica y social en la Comunidad: vino y aceite, frutas y hortalizas.

«Vamos a tener una gran feria». Lo dicen los responsables de la Feria de Zaragoza, organizadora del evento. Y su augurio se basa en datos. Más de 1.100 marcas expositoras han confirmado su participación en los salones que han obligado a habilitar un pabellón más de los utilizados en la edición de 2015 -tienen carácter bienal-. Y más de 60 firmas importadoras procedentes de una veintena de países de todo el mundo han querido formar parte del amplio programa de misiones comerciales con las que se quiere ampliar la ya destacada presencia de estos sectores en los mercados internacionales.

El momento ayuda. El sector vitivinícola español da muestra de su dinamismo -y Aragón es una buena prueba de ello- con inversiones, con incremento de las ventas, con un producto cada vez de mejor calidad y mayor valor añadido y con un reconocimiento en crecimiento en los mercados exteriores. De hecho, el pasado año los vinos españoles llegaron hasta 189 países -incluso más que los italianos-, donde se realizaron ventas por valor de más de 2.630 millones, según datos interanuales a 30 de octubre del pasado año.

El oro líquido también vive su época dulce. Aunque sea por un descenso de producción y por la corta campaña de enlace, lo cierto es que el aceite de oliva luce altos precios. Y avanza sin complejos por los mercados internacionales, abriéndose camino en China, donde las ventas han crecido un 150% en solo 15 años, y pisando fuerte no solo en Europa sino también en Estados Unidos y Japón.

Esta época dulce se la deben también a su constante apuesta por la investigación. Y prueba de ello son las numerosas innovaciones técnicas que se han presentado al concurso que se organiza en el marco de cada certamen. «Hay crecimientos de hasta más del 80% respecto a salones anteriores, lo que refleja el esfuerzo de las empresas en la constante tarea de profesionalización del sector», señalan desde la institución ferial. Entre las firmas premiadas en el marco de Enomaq figuran dos empresas aragonesas: Talleres Mecánicos Jimeno, con sede en Cariñena (Zaragoza), premiada por su volteador automático para pallet de productos terminados con el que se puede realizar todas las maniobras sin necesidad de apearse de la carretilla, y Dabayma, situada en la localidad zaragozana de Borja, que ha conseguido el galardón por su desbrotador manual que permite la realización del trabajo sin necesidad de agacharse, mejorando así las condiciones en las que se realidad la actividad.

Hay reconocimiento también para las buenas prácticas. Con el nombre de Premio Excelencia Enomaq, el certamen galardonará a aquella bodega que mejor responda a criterios de investigación, desarrollo, sostenibilidad, innovación, calidad y máximos medioambientales.

El riego, ahora en año impar

Apenas tres semanas después de que Enomaq cierre sus puertas, el sector tendrá una nueva cita en el recinto ferial de la carretera de Madrid. Aunque tiene carácter bienal y se celebró el pasado año, Smagua (el Salón Internacional del Agua y del Riego) vuelve de nuevo este 2017 a Feria Zaragoza. Y lo hace para quedarse definitivamente en los años impares.

«Hicimos un análisis del calendario y nos dimos cuenta de que en los años pares se concentraban las ferias internacionales más importantes del sector del agua. Incluso en España, aquí en Zaragoza teníamos FIMA en febrero y Smagua en marzo, así que concluimos que era más equilibrado que se celebrara en años impares», señala Alberto López, director comercial de la Feria de Zaragoza.

La decisión parece acertada porque son más de 250 las marcas expositoras, la mitad de ellas extranjeras y procedentes de 25 países de los cuatro continentes, que han confirmado, de momento, su asistencia al certamen, que se celebra entre el 7 y el 9 de marzo. No faltarán compañías de las grandes potencias mundiales, como Estados Unidos y China y, por supuesto, se exhibieran en Zaragoza las nuevas técnicas desarrolladas por compañías de los países europeos más punteros en este sector como Alemania, Francia o el Reino Unido. Pero también expondrá su poderío Israel, el país que junto con España se sitúa a la cabeza mundial en riego modernizado.

Lo mejor de la ganadería

Es año impar y, por lo tanto, también se celebra -como así se decidió desde su edición de 2007- la Feria Internacional de Producción Animal, conocida primero como FIMA Ganadera, (en referencia a la feria madre de la que se desgajó) y reconocida ya con el acrónimo Figan, un certamen que el pasado año atrajo a 883 expositores, que ocuparon una superficie de 81.900 metros cuadrados que fueron visitados por más de 65.000 profesionales.

Se augura un certamen de éxito, porque cuando aún quedan casi dos meses para su inauguración -se celebra entre el 28 y el 31 de marzo- ya se ha cubierto más del 80% de su superficie expositiva y son un 15% más las compañías participantes.

No todo es cantidad en Figan. El certamen dirigido al sector pecuario reúne y exhibe la más alta tecnología. La mayor prueba es la que ofrecen las novedades técnicas, cuyos premios se fallaron recientemente, de los que cuatro han recaído en otras tantas empresas aragonesas: Exafan, por su mejora del control de la gestión medioambiental de las granjas; Humeco, por sus mejoras en la utilización de herramientas para la inseminación del ganado; Osmoeuropa, por su control modular por móvil de instalaciones industriales; y Eurogerc, por su sistema mejorado de ventilación autónoma de las granjas.

Y si hay un atractivo especial sobre la superficie expositiva de Figan ese es la presencia de los ejemplares de mayor calidad de las distintas razas ganaderas. Su importancia ha hecho que la Feria decidiera recuperar para la edición de 2017 el ring para los animales, una zona de demostración donde se darán a conocer las características y rasgos más relevantes de las razas participantes y en las que tomará papel protagonista la cría caballar.

Motivos más que suficientes para que el agro señale en rojo -no de fiesta sino de feria- las tres semanas que ocupan en febrero y marzo la celebración de estos siete certámenes.

Todo un mundo de nuevos mercados e innovación

No es que la Feria de Zaragoza haya descubierto de repente que la agroalimentación es una apuesta segura en el mundo de las ferias. De hecho, casi desde sus orígenes la institución ferial está ligada a este sector, con el que ha consolidado marcas feriales conocidas y reconocidas a nivel mundial. Pero lo que sí ha comprobado en los últimos años es que «las ferias del sector primario permanecen con una estabilidad que no tienen otros sectores por la situación económica», señala Alberto López, director comercial de la Feria. Y para ilustrar su argumento destaca que el hecho de que Enomaq o Figan crezcan en un momento tan complejo como el actual es reflejo de que el sector agroalimentario es estable, que sigue apostando por invertir.

Los certámenes rebosan tecnología, llegada además de todas las partes del mundo. Y aunque a la Feria de Zaragoza no le sorprende la capacidad de innovación del sector, López reconoce que «lo sorprendente» es su crecimiento exponencial. «Hay un aumento del 68% en las empresas y marcas que presentan productos para el concurso de novedades técnicas», destaca, para matizar a renglón seguido: «Bueno, es una necesidad del sector». Porque en opinión del director comercial de la Feria, el vino, el aceite, la fruticultura, o la ganadería, «sobre todo el porcino», son sectores muy profesionales, que están compitiendo en un mercado mundial con países que tienen un desarrollo tecnológico muy potente y, desde luego, hay que estar al nivel, «para competir no solo en la mejora del producto sino también en el uso de las buenas prácticas y de una ganadería y agricultura sostenible», dice.

Como lo es toda feria internacional, los siete certámenes que se celebran entre febrero y marzo en la capital aragonesa, se convierten en un inmenso mercado en el que se ven las caras -y los posibles negocios- exportadores e importadores de todo el mundo.

Es la función de las misiones comerciales que la Feria de Zaragoza cuida con mimo para ofrecer a las empresas españolas la posibilidad de consolidar y extender el volumen y el valor de sus exportaciones. «Siempre pensamos en aquellos mercados en los que la marca España tiene interés», señala López. Y pone ejemplos: en avicultura han puesto el énfasis en atraer empresas africanas porque son muchos los países de esta gran continente en el que esta ganadería crece de manera destacada, como sucede también en Asia. El porcino mira hacia América Latina y para los mercados del vino, el esfuerzo se centra en los países productores, desde Europa, hasta Sudáfrica, Australia, Nueva Zelanda o el cono sur. Y, por supuesto, Estados Unidos.

Más información en el Suplemento Heraldo del Campo

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