La telecabina Astún-Candanchú se amplía 400 metros para evitar el trasbordo en telesilla
La DGA asumirá el coste adicional, estimado en un millón, con el que la factura alcanzará los 22. El proyecto, en redacción, se modificará sin afectar a los plazos
La telecabina que unirá las estaciones de esquí del valle del Aragón alargará su trazado en unos 400 metros para evitar el trasbordo previsto en la telesilla o cinta transportadora en Candanchú como se había previsto inicialmente. El coste adicional se ha estimado en un millón de euros y lo asumirá el Gobierno de Aragón.
La consultora de ingeniería Idom ya está trabajando en la redacción del Proyecto de Interés General de Aragón (PIGA) de la unión Astún-Candanchú, cuyo diseño básico y de ejecución se deberán ajustar a las nuevas especificaciones. Como se acaba de encargar y se ha advertido a la contratista, no tendrá consecuencias ni supondrá nuevos retrasos en una actuación que ya lleva acumulado muchos meses perdidos, según han especificado fuentes implicadas en el proyecto consultadas por este diario.
El nuevo trazado tendrá forma de L, por lo que se ha optado por una solución de transporte por cable desembragable para que las cabinas puedan superar la curva. El tramo largo no ha sufrido ningún cambio y tendrá los mismos 2.450 metros de longitud y superará un desnivel de algo más de 500 metros. La única diferencia es que se prolongará unos 400 metros más para acercarse al dominio esquiable de Candanchú.
La estación base se sitúa en la cota a 1.508 metros y la de Astún estará a 2.038 metros. Entre medias se instalarán 16 pilonas de hasta 50 metros de altura, a los que se sumarán los que se estipulen necesarios en el nuevo tramo. Al menos, el situado en el extremo para la recepción y salida de los esquiadores.
La aspiración del Gobierno de Aragón, que se ha encargado de respaldar la actuación a través de Turismo de Aragón, es que la aprobación inicial del PIGA pueda ser una realidad a finales de julio, lo que incluirá el proyecto básico necesario para preparar los pliegos del concurso.
Como todos los proyectos de interés general de Aragón, deberá someterse a un proceso de información pública para que los ciudadanos puedan presentar alegaciones, además de solicitarse los informes sectoriales de todos los organismos públicos implicados.
En el caso de los estatales, dependerá de su voluntad que los redacten con rapidez, ya que no les afecta la reducción de plazos a la mitad que rige para los autonómicos.
Las citadas fuentes implicadas en el proyecto están convencidas de que se podrá batir un récord en la tramitación y aprobarse el PIGA de forma definitiva a finales de año. Esto supondría todo un hito, ya que el más rápido hasta ahora requirió ocho meses.
La pretensión es lanzar el concurso para la construcción de la telecabina en el último trimestre del año, aunque las máquinas aún tardarán en llegar una vez se resuelva en el primer trimestre del próximo año.
La obra civil, con las cimentaciones de las pilonas, empezará en la primavera, una vez haya acabado la temporada de esquí en Astún y Candanchú. Y para entonces, la adjudicataria ya habrá redactado el proyecto de ejecución para poder acometer los trabajos de forma decidida.
La adjudicataria dispondrá de ocho meses para acometer los trabajos, por lo que la unión de las estaciones del valle del Aragón se podrá estrenar con la próxima temporada avanzada. Y todo ello si no hay nuevos retrasos en el procedimiento y no surgen imprevistos durante la fase de construcción.
Su financiación no será un problema. Con los planes de sostenibilidad turística habrá 10 millones de euros aportados por los fondos europeos de recuperación, a los que se añaden los 3 millones comprometidos por la Diputación Provincial de Huesca y el dinero restante correrá a cargo de los arcas autonómicas. Si hasta ahora la DGA debía desembolsar ocho, ahora serán nueve.
