El cerramiento de la terraza es una obra que uno siempre se plantea y que la mayoría acaba acometiendo. Son reformas que pueden permitirte ganar metros cuadrados en la vivienda y aprovechar la luz natural minimizando el impacto del ruido exterior. Sin embargo, para dar este paso se necesitan ciertos permisos y licencias que pueden variar en función del tamaño de los trabajos y de dónde se ubique el inmueble, ya que cuando dependes de la comunidad de vecinos puede ser más conflictivo.

Un cerramiento de terraza, como su propio nombre indica, significa levantar una estructura en el área exterior del inmueble para convertir el balcón en parte de la vivienda de manera parcial o totalmente cerrada. Es de las obras más comunes, ya que permite ganar metros cuadrados de interior si esta parte de la casa no es muy usada. Además, aporta más luz.

Los cerramientos de terrazas suelen consistir en reformas permanentes, en forma de estructura fija, si bien existen soluciones desmontables a las que recurren muchas personas para evitar un gasto elevado y la propia permanencia de la reforma. No obstante, según la Ley de Propiedad Horizontal (LPH), en su artículo 7.1, los propietarios no podrán modificar elementos arquitectónicos, instalaciones o servicios en caso de que altere la estructura general del edificio, o bien su configuración o estado exteriores. Y el cerramiento de terraza sí que la altera.

Por lo tanto, en cualquier caso los cerramientos de terraza requerirán en todo caso autorización administrativa, además de que, previamente, la junta de propietarios haya aprobado la reforma con una mayoría de al menos 3/5 del total de propietarios que, a su vez, represente las 3/5 partes de las cuotas de participación.

En el caso de que la terraza sea de uso privativo lo mejor, según Idealista, es consultar primero el estatuto de la comunidad de vecinos. En ellos puede figurar si están permitidos los cerramientos y qué tipos se contemplan en tu edificio. En caso de que lo estén, solo deberás comunicarlo al presidente informando de la fecha en la que comenzarán las obras. De lo contrario, siempre podrás someter tu petición a la decisión de la junta.

Respecto a los permisos del Ayuntamiento que se necesitan para cerrar una terraza, las exigencias varían en función de la localidad. Contratar una empresa de cerramientos especializada en tu zona te garantizará cumplir con la legislación en ese tipo de actuaciones, ya que la conocen y te dirán cómo hacerlo de la mejor manera posible. el Consistorio precisa que es necesaria Licencia de Obra Mayor y no se requiere autorización de la comunidad de propietarios (las licencias se conceden a salvo del derecho de propiedad y sin perjuicio de terceros). Es el Servicio de Licencias de Actividad de Urbanismo quien las tramita y se considera como una obra mayor.

En el caso de estar en el Casco Histórico u otros ámbitos protegidos, requerirá informe preceptivo y vinculante de la Comisión de Patrimonio (Municipal o Provincial según el caso).

Cerramiento de terraza sin licencia

Se puede dar un caso muy específico, según Idealista, en el que hayas comprado un inmueble en el que se ha hecho un cerramiento sin los permisos necesarios o bien hayas acometido la reforma sin tenerlos en cuenta. Así, lo mejor es legalizar la obra para evitar multas (de hasta 30.000 euros en casos extremos) o reclamaciones por parte de la comunidad de propietarios o de los vecinos.

Si el cerramiento de terraza ilegal tiene menos de 10 años, será necesario hacer un proyecto de legalización de la mano de un técnico cualificado y solicitar una licencia de obras al ayuntamiento. Si obtienes la licencia, deberás abonar las tasas correspondientes. Si el cerramiento de la terraza tiene más de 10 años, no será necesaria la licencia de obras, pero sí un proyecto de legalización.

En ambos casos, añade el portal inmobiliario, deberás acudir a notario y al Registro de la Propiedad para actualizar la información sobre tu inmueble, ya que el cerramiento implicará una modificación en la relación entre metros cuadrados construidos y metros útiles. En concreto, deberás obtener una escritura de obra nueva, un documento notarial que recogerá los cambios realizados.