Tercer Milenio

En colaboración con ITA

Una zaragozana gana 1.500$ por descubrir un enigma: “Me quedaba dormida dándole vueltas en la cama”

La joven ingeniera zaragozana Raquel Marcos dio con la solución de las pistas ocultas en el libro de divulgación científica “Aporía. La curiosidad mató al gato de Schrödinger”, de Román Abadías.

La ingeniera zaragozana Raquel Marcos gana 1.500 dólares por descifrar el enigma oculto dentro de un libro de divulgación científica.
La ingeniera zaragozana Raquel Marcos gana 1.500 dólares por descifrar el enigma oculto dentro de un libro de divulgación científica.
M.O.

Ningún amante de la lectura se pone con un libro sobre el regazo pensando que entre sus páginas puede haber otro misterio que el propio desenlace del relato. Sin embargo, el ingeniero y divulgador aragonés Román Abadías planteó un reto más a sus lectores. Cuando publicó su último libro de divulgación científica: ‘Aporía. La curiosidad mató al gato de Schrödinger’, incluyó entre sus páginas un enigma oculto en un juego de pistas y lanzó el reto: quien le diera la respuesta correcta sería recompensado con 1.500 dólares.

El objetivo de esta propuesta era “motivar al público joven -aunque está dirigido a cualquier tipo de público- ante la falta de interés por las ciencias, la ingeniería, las matemáticas y la tecnología que tienen muchos de ellos”, dice Abadías, que es subdirector de investigación y desarrollo de Teltronic, empresa aragonesa de telecomunicaciones. “Creo que los estudiantes encuentran una fuerte barrera de entrada para las carreras de estas disciplinas. Muchos desisten sin ni siquiera planteárselo y prefieren elegir otras más accesibles”, afirma.

"Los estudiantes se encuentran con una barrera de entrada para las carreras tecnológicas"

Para Abadías, que da también charlas en institutos, es fundamental “intentar orientar la brújula de sus estudios hacia estos campos y me consta que lo estoy consiguiendo”, señala. “Recuerdo especialmente el caso de un estudiante de bachillerato que, tras la charla en su centro educativo, decidió dirigir su formación universitaria hacia el ámbito tecnológico y estudió Ingeniería de Telecomunicaciones. Hoy, forma parte de mi equipo en Teltronic”, recalca el autor. 

Y es que, es consciente de que “hacen falta más ingenieros y personal técnico cualificado en estas disciplinas”, apunta. Este libro va en esa dirección. “Invito a los lectores a sumergirse en estos campos alentando su curiosidad y motivación por la ciencia y la tecnología”, argumenta Abadías.

El futuro de la tecnología 

El libro realiza un repaso por la evolución de la tecnología desde su origen hasta nuestros días, tratando de mostrar y de hacer reflexionar sobre la velocidad a la que esta avanza. A través de un hilo conductor, el lector va conociendo cómo ha sido el crecimiento tecnológico durante los últimos años y hacia dónde va la investigación en estos campos. “Nuestros nietos se reirán de los ladrillos que llevamos ahora en el bolsillo porque en el futuro la comunicación se hará por chips que llevaremos dentro de pendientes o, incluso, en nuestro propio cuerpo”, augura. 

"En el futuro la comunicación se hará mediante chips que llevaremos dentro de pendientes o en nuestro propio cuerpo"

También aborda la contribución que los avances en estos campos han tenido en la sociedad, sobre todo en el ámbito de la salud y la esperanza de vida. “En 1930 la esperanza media de vida en España era de 50 años. Hoy en día es de 84. Eso no lo hace el destino sino la tecnología y su uso en la investigación en beneficio de la especie humana”, continúa el ingeniero. De hecho, hay también mucho de filosofía en este libro. “Se pone sobre la mesa hacia dónde vamos como sociedad, los avances tecnológicos que vienen y el futuro de la humanidad”, continúa.

Un libro con un misterio de 1.500 dólares

Sin embargo, lo que hace este libro único es que el autor ha insertado, oculto entre sus páginas, un enigma para que el lector lo descubra. La respuesta correcta obtendrá una recompensa de 1.500 dólares. “El libro es como un huevo de Pascua en el que en el interior aguarda una sorpresa. Entrelazadas entre las páginas, los gráficos y las ilustraciones, fui dejando pistas y un año después de sacarlo a la venta anuncié que había un misterio oculto en su interior y lancé el concurso”, explica Abadías.

"Fui dejando pistas del enigma entrelazadas entre las páginas, los gráficos y las ilustraciones"

Este es su segunda obra. Hace 5 años escribió el primer volumen de lo que será una trilogía, en el que también hubo un enigma oculto que logró descifrar un lector valenciano. Sin embargo, “en esta ocasión lo compliqué más y me daba pánico que nadie lo acertase porque es un enigma que consta de 7 pasos que hay que averiguar uno tras otro para que te lleve al siguiente. Son muy complejos”, afirma. 

A pesar de la dureza de las pruebas, “no es necesario un conocimiento tecnológico, matemático o científico concreto y cualquier lector puede descifrarlo. Solo es necesario tener curiosidad y tenacidad para no abandonar en momentos en los que no se vea la salida”, insiste el autor.

Entrega de los 1.500 dólares por resolver el enigma oculto dentro del libro 'Aporía. La curiosidad mató al gato de Schrödinger'.
Entrega de los 1.500 dólares por resolver el enigma oculto dentro del libro 'Aporía. La curiosidad mató al gato de Schrödinger'.
R.A.

La prueba de su complejidad es que la respuesta acertada la dieron únicamente tres personas en toda España. El pasado 29 de febrero se realizó un sorteo ante notario entre los tres acertantes y salió vencedora una joven ingeniera zaragozana que se ha llevado el premio de los 1.500 dólares.

Tenacidad, curiosidad y algo de audacia

La afortunada se llama Raquel Marcos, tiene 25 años y está cursando un máster en Ingeniería Industrial en la Universidad de Zaragoza. “Siempre me ha gustado la tecnología y soy una persona muy curiosa, por lo que cuando vi el ejemplar en un puesto en la feria del libro del año pasado, decidí comprarlo para intentar descifrar el enigma”, confiesa.

Raquel siguió una estrategia metódica y tenaz para lograrlo. En primer lugar, se leyó el primer volumen “para ver cómo había planteado el enigma anterior el autor. En el segundo ya iba directa para intentar encontrar cosas que no cuadrasen y que podían ser pistas a tener en cuenta”, explica la ganadora. Sin embargo había algo de trampa porque Abadías insertó una pista falsa “para volveros locos”, le dice a Raquel. “Lo conseguiste”, responde ella.

Román Abadías, autor de 'Aporía. La curiosidad mató al gato de Schrödinger', con Raquel Marcos, descubridora del enigma oculto.
Román Abadías, autor de 'Aporía. La curiosidad mató al gato de Schrödinger', con Raquel Marcos, descubridora del enigma oculto.
M.O.

A pesar de todo, Raquel pudo solventarlo y, pista a pista, llegó hasta el final. Tardó 6 meses en descifrarlo. “Me iba a la cama dándole vueltas hasta que me quedaba dormida pero soy muy cabezona y tenaz -como buena aragonesa- y hasta que no encontraba algo, no paraba”, reconoce. “Fue un poco obsesión lo que me dio por el libro y le dediqué todo el tiempo libre que tenía a tratar de resolverlo”, añade.

"Fue un poco obsesión lo que me dio por el libro y le dediqué todo mi tiempo libre"

Un futuro laboral prometedor

Las pistas eran complicadas. Valga como ejemplo un código morse insertado en el margen de una ilustración, que lo hace pasar inadvertido. Pero además, al avispado que lo encuentre y lo descifre, le espera una segunda prueba puesto que el mensaje está doblemente codificado. “Hay que echar cada letra hacia atrás varios espacios en el alfabeto para que el mensaje cobre significado, sino son un conjunto de letras sin valor ninguno”, confirma Abadías.

Raquel lo descifró. Esta prueba y las 6 restantes hasta lograr la solución en la que también tuvo que echar mano de algo de audacia. Cuando explicaba a Román cómo hizo en cada una de las pistas para dar con la clave, la mira asombrado ante la mente privilegiada de la joven ingeniera zaragozana. “Te quiero en mi equipo”, le dice. “Necesito gente como tú porque son claves para resolver cualquier problema tecnológico que pueda surgir durante el desarrollo de nuevos dispositivos y eso es fundamental en el mundo laboral”, le explica.

"Te quiero en mi equipo. Te auguro un gran futuro"

Raquel todavía está pensando lo que hará el año que viene. “Un profesor ya me ha ofrecido trabajo pero aún estoy valorando mis opciones”, contesta. “Con esa cabeza te beberás los retos en el mundo profesional. Te auguro un gran futuro”, le responde Abadías.

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