La violenta celebración del pase al Mundial de su selección condena a dos jóvenes de La Almunia

Los acusados salieron a la calle para festejar que su equipo había derrotado a Portugal y acabaron agrediendo a dos policías.

Ocurrió en diciembre de 2022. Tras el juicio, celebrado en 2024, han condenado a dos de ellos, a uno por atentado y a otro por resistencia
Ocurrió en diciembre de 2022. Tras el juicio, celebrado en 2024, han condenado a dos de ellos, a uno por atentado y a otro por resistencia

Dos jóvenes seguidores de la selección nacional de fútbol de Marruecos han pagado con sendas penas de prisión la mala decisión que tomaron cuando decidieron cambiar la fiesta por la violencia. Habían salido a la calle con banderas y los colores de su equipo para festejar la eliminación de Portugal en el mundial de fútbol de Qatar, lo que les daba el pase a la semifinal, una proeza nunca conseguida antes por su país. 

Pero de la euforia pasaron a la agresión y ahora tendrán que hacer frente a una condena de cárcel y al pago de indemnizaciones a los dos policías municipales de La Almunia de Doña Godina a los que agredieron. 

Ocurrió en diciembre de 2022. Tras el juicio, celebrado en 2024, han condenado a dos de ellos, a uno por atentado y a otro por resistencia

El altercado se produjo el 10 de diciembre de 2022. Al término del partido, muchos inmigrantes marroquíes salieron a las calles, algunos andando y otros con coches haciendo sonar las bocinas. Sobre las 19.15, varios vehículos cortaron la circulación en la avenida Castillo de Laviaga de La Almunia, una de las principales arterias de la localidad, por lo que una patrulla municipal se dirigió hacia allí con el ánimo de restablecerla. 

Al llegar, los agentes comprobaron que había medio centenar de personas congregadas en el lugar muy cerca y unos cuantos coches sin conductor ocupando el carril de circulación. Según hicieron constar después en el atestado, los policías localizaron al conductor del primero de los turismos y, "tras esperar un tiempo prudencial", el agente le pidió  que lo retirara, a lo que hizo caso omiso. 

Además, cerró la puerta del vehículo con un "gran portazo" y se dirigió a la compañera policía del anterior diciéndole que no pensaba moverlo y, si quería, que lo denunciara. Para evitar conflictos, le sugirieron que lo aparcara en las inmediaciones y regresara para seguir con las celebraciones, a lo que el conductor se negó también. 

Al conseguir la retirada del coche, los agentes se pusieron a regular el tráfico para restablecer la circulación y, entonces, según plasmaron en las diligencias, se vieron rodeados por una treintena de personas que comenzaron a increparles y a empujarles, especialmente los hermanos Mohamed y Anass M B.,  de 23 y 20 años, respectivamente.   

Cuando intentaron retener a uno de ellos se produjo un forcejeo y, tras empujar a los funcionarios, lograron escapar a la carrera del lugar. Los agentes se zafaron del grupo, fueron tras ellos y cuando estaban a punto de darles alcance uno de ellos se dio la vuelta y se dirigió corriendo hacia el policía y le dio varios golpes. Cuando logró reducirlo, el otro joven le pegó varias patadas y lo lanzó contra el firme de la carretera. La funcionaria tuvo que hacer uso de la defensa reglamentaria para poder contenerlos, aunque Anass M. B. consiguió huir.  

El altercado terminó cuando dos hombres de unos 60 años de origen marroquí lograron calmar a las personas congregadas y acompañaron a los funcionarios municipales al coche policial junto al joven detenido, Mohamed M. B., evitando así que fueran agredidos de nuevo.  

A consecuencia del altercado, el agente sufrió una contusión frontal, varias en el muslo izquierdo y en el dedo de una mano, por lo que requirió una asistencia y tardó en curar una semana. Su compañera recibió golpes en la espalda que le causaron una dorsalgia y dolores cervicales que precisaron 25 días para curarse. 

La Fiscalía y la acusación particular, a cargo del abogado Marco Antonio Navarro, pedían sendas penas de dos años para los acusados por delitos de atentado y de dos meses multa por cada delito leve de lesiones, así  como una indemnización de 560 euros para el funcionario y de 2.000 para la agente.

No obstante, durante el juicio celebrado este lunes llegaron a un acuerdo con su abogado defensor, Jesús Isla, Anass M. B. se conformó con una condena de seis meses de prisión por atentado y su hermano Mohamed con otra de cuatro meses por resistencia. Entre los dos deberán abonar las cantidades mencionadas a los agentes en concepto de responsabilidad civil. 

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