35 años de la mujer en las fuerzas armadas 

¿Por qué solo hay un 13% de mujeres en el Ejército y un 9% en la Guardia Civil?

Dos cabos aragonesas de las Fuerzas Armadas destacan que estas proporciones pueden crecer, aunque recuerdan que cuando empezaron su entrada fue muy dura. 

Las cabos Mónica Rodríguez Suárez, del Ejército del Aire (a la izquierda), y María Carmen Carbajal Fernández, de la Guardia Civil, ante unos cuadros de la princesa Leonor en la exposición de la legada de la mujer a las Fuerzas Armadas hace 35 años.
Las cabos Mónica Rodríguez Suárez, del Ejército del Aire (a la izquierda), y María del Carmen Carbajal Fernández, de la Guardia Civil, ante unos cuadros de la princesa Leonor en la exposición de la legada de la mujer a las Fuerzas Armadas hace 35 años.
Chus Marchador / Fundación Ibercaja

Cuando entró la princesa Leonor a la Academia General Militar, el pasado 17 de agosto, permaneció varios meses con los 612 alumnos de primer curso, de los cuales 144 eran mujeres. Así, en la promoción de la dama cadete Borbón Ortiz, son mujeres el 23,52% de los aspirantes a ser oficiales del Ejército, por lo que dentro de cinco años, cuando lleguen a tenientes, su porcentaje será muy superior al 13% de las militares que hay actualmente.  En el caso de la Guardia Civil, la representación de la mujer solo llega al 9%. 

Cuando se acaban de cumplir 35 años de la llegada de las mujeres al Ejército y la Guardia Civil, en el patio de la Infanta, la sede central de Ibercaja en Zaragoza, se inauguró el pasado jueves una exposición para “visibilizar su destacada labor” desde su entrada en 1988. La teniente coronel Cristina Conde Olcina, comisaria de la exposición, que acumula 31 años de carrera, ya dijo que en aquellos primeros años “ver a una mujer con un uniforme era excepcional”.

A la inauguración acudieron las cabo primeras María del Carmen Carbajal Fernández, una guardia civil de 56 años recientemente retirada tras haber pasado más de media vida en la Benemérita, y Mónica Rodríguez Suárez, una militar de 50 años del Ejército del Aire que está destinada en el Hospital Militar y estuvo hasta en la guerra de la antigua Yugoslavia desde la base de Aviano (Italia).

HERALDO DE ARAGON preguntó a estas dos mujeres ligadas laboralmente al Ejército y a la Guardia Civil por qué solo ocupan un 13% (en 2022, de los 122.068 militares eran féminas 15.864) y un 9% (de los 81.435 guardias civiles, son mujeres 7.329) y si el futuro puede suponer que se ampliara.

Las guardias civiles y los delitos sexuales

Para la cabo primera María del Carmen Carbajal, ese 9% de las mujeres de la Guardia Civil “es muy poquito”, aunque confía en que la tendencia es que aumente la presencia femenina en la Benemérita (el plan de Interior es que lleguen a un 30% en 2030). Aun así, ella tiene muy claro que la mitad de los guardia civiles deberían ser de su sexo porque atienden a una población que es mayoritaria en España.

“Hay lugares de la Guardia Civil que deberían estar ocupados mayoritariamente por mujeres, como los que atienden denuncia de delitos de agresión sexual, tanto si las víctimas son chicas o niños, porque se abren más a ellas y creo que eso es fundamental”, destaca la cabo retirada, que ha trabajado 35 años en la Guardia Civil, desde su puesto de Seguridad Ciudadana en Calella (Barcelona) hasta la Ciudad Condal, y la sección de seguridad en el Palacio Real y en Patrimonio Nacional, en Madrid. “Pero también tiene que haber más en otras unidades para hacer los registros corporales y tiene que haber porque somos imprescindibles”.

Exposición 'Mujeres de uniforme. 35 años al servicio de España', en el Patio de la Infanta de Ibercaja en Zaragoza
Exposición 'Mujeres de uniforme. 35 años al servicio de España', en el Patio de la Infanta de Ibercaja en Zaragoza
Toni Galan

Aun así, la guardia civil recuerda que “fue muy duro al principio porque ni los mandos, ni los compañeros ni la sociedad estaba acostumbrada a ver mujeres con uniforme y mandando”. “La ciudadanía no nos veía como gente de la autoridad. Cuando íbamos de patrulla nunca se dirigían a nosotras sino a los compañeros. Pero la evolución de la mujer en la Guardia Civil ha sido muy positiva”, asegura.

Al principio, María del Carmen Carbajal recuerda que cuando algunos cazadores iban al puesto de la Guardia Civil para revisar el arma, no querían que ella se la pasara porque no concebían que pudiera hacerlo. “Cuando estaba en la zona de puertas, pedían hablar con un sargento porque no querían tratar conmigo, no veían a una mujer como guardia civil”, señala.

a protagonista de la maniobra ha sido una cabo de la Patrulla Acrobática de Paracaidismo del Ejército del Aire y del Espacio.
Una cabo, en una maniobra de la Patrulla Acrobática de Paracaidismo del Ejército del Aire y del Espacio.

El "miedo" de llegar a ser militares

Mientras tanto, la cabo primero Mónica Rodríguez Suárez del Ejército del Aire, de 50 años, opina que la proporción de mujeres en el Ejército (un 13%) “no es mayor porque muchas de ellas no se deciden a entrar”. “Fuera sigue dando el miedo de que seamos militares y creen que tenemos mucho valor, aunque somos una persona más. Hay un cierto reparo a la vida castrense que van a encontrar cuando es algo normal y muy bonita”, considera.

España ocupa el octavo puesto de países que incluyen a las mujeres en el ejército, por detrás de Francia, Canadá, Bulgaria, Grecia, Eslovenia, Estados Unidos y Hungría. Ya tiene cinco generalas desde su entrada a las Fuerzas Armadas con el Real Decreto del 22 de febrero de 1988.

Mónica Rodríguez ingresó en el Ejército en 1994. “Al principio no fue nada fácil porque éramos extrañas y llegábamos a un lugar de los hombres. Pasado el tiempo somos unas más trabajando”, destaca, respecto a la evolución que ha vivido en los 30 años de carrera profesional.

Su especialidad era dedicarse a operaciones aéreas. Ha estado en las pistas con los aviones y trabajando con sus compañeros hombres. Pasó por intendencia, Etesda (Escuela de Técnicas de Seguridad, Defensa y Apoyo) en la Base de Zaragoza, donde dio clase de laboratorio a alumnos de formación en especialidad de combustible, y ahora lleva cinco años en el Hospital Militar.

Felipe VI ha saludado a los sanitarios y a los militares de Ucrania heridos en la guerra contra Rusia, quienes le han entregado una bandera firmada de su país.
Hospital Militar.

Estoy en admisión del Hospital Militar y conoces a muchos pacientes. Cuando vienen parece que tenemos la seriedad de la vida militar, pero se van encantados con nosotros, por estar acostumbrados a atender a población civil en los despliegues donde nos hemos metido”, reconoce. “Para nosotros no son ciudadanos sino Felisa, Antonio, Ramón… y eso lo agradece mucho. Somos más madrazas nosotras”.

En este sentido, Mónica Rodríguez señala que “todos los trabajos” que ha hecho en el Ejército del Aire “son muy distintos y es lo bonito que tiene ese abanico que da la vida militar”. La cabo del Ejército del Aire pasó por la Base de Aviano (Italia) en 1994 para apoyar a sus compañeros del Ala 15, los F-18 que bombardearon la ex Yugoslavia bajo el mando de la OTAN para resolver la guerra civil en Bosnia, y a los Hércules.

“No creo que se modifiquen las funciones del Ejército para las mujeres porque ya están adaptados. No somos como los hombres, pero hay muchos puestos que podemos desempeñarlos igual e incluso mejor porque tenemos más empatía”, incide, como le paso en su puesto de trabajo en el Hospital Militar.

Exposición 'Mujeres de uniforme. 35 años al servicio de España', en el Patio de la Infanta de Ibercaja en Zaragoza
Exposición 'Mujeres de uniforme. 35 años al servicio de España', en el Patio de la Infanta de Ibercaja en Zaragoza
Toni Galan

El riesgo del terrorismo 

Para las guardias civiles que entraron en los años duros del terrorismo, en los 80, la cabo María del Carmen Carbajal asume que no se podía dar mucha publicidad a las mujeres en la Benemérita ni poner su imagen.

Han sido fundamentales las redes sociales, que han abierto muchos caminos para darnos visibilidad y que se nos conozca”, señala la agente retirada, quien rememora que en la lucha contra el terrorismo les fue muy bien a la Guardia Civil la colaboración de ellas porque no las conocían, eran muy jóvenes y podían descubrir la actuación de los terroristas.

Aun así, como tiene dos hijos de 26 y 24 años, la guardia civil no quiere olvidar que cuando estaba embarazada trabajaba de noche y nadie tuvo ningún miramiento entonces. “Ahora eso no se concibe, pero en aquellos tiempos fue duro”, critica.

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión