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Aragón rescata las mascarillas: "Ya que hemos aprendido de la covid, que no perdamos el hábito de usarlas en invierno"

Su uso es "altamente recomendable" para la ciudadanía ante la epidemia de gripe y otras infecciones respiratorias, en especial cuando acudan a centros sanitarios, sociosanitarios y residenciales.

Un hombre con mascarilla pasa por delante del Centro de Salud Sagasta-Ruiseñores, este viernes en Zaragoza.
Un hombre con mascarilla pasa por delante del Centro de Salud Sagasta-Ruiseñores, este viernes en Zaragoza.
Francisco Jiménez

Este Día de Reyes del recién estrenado 2024 no habrá comida familiar en casa de Mercedes. Aunque en su entorno nadie está enfermo, la ha suspendido por precaución ante la epidemia de gripe y de otras infecciones respiratorias que vive Aragón. "Hay que protegerse. El jueves me enteré de una amiga que en Navidad se reunieron 31 personas y 22 de ellas están con covid, gripe o bronquiolitis", comenta mientras camina por el paseo de la Independencia de Zaragoza.

Además de suspender el encuentro, ha vuelto al uso de la mascarilla en su día a día. "Empiezo a tener una edad en la que hay que prevenir. También para cuando entras en un comercio, donde no se está constantemente ventilando", apunta. En el caso de Fernando, de 67 años, la lleva desde hace casi un mes, cuando comenzó a toser. "No tengo nada importante. Salgo de casa con ella para no contagiar. Después de la pandemia, casi la veo obligatoria en centros sanitarios, el bus y en reuniones. Ya que hemos aprendido de la covid, que no perdamos el hábito de usarla durante los meses de invierno. En pandemia no había gripe porque todo el mundo la utilizaba", indica este zaragozano, quien opina que si se acordase su obligación la ciudadanía lo aceptaría. "Y sería mejor para los médicos ante el colapso de los hospitales", dice.

Desde este viernes, los profesionales de centros sanitarios y sociosanitarios de la Comunidad deben hacer uso del cubrebocas como medida de autoprotección y para evitar contagios. Para el resto de los ciudadanos, es "altamente recomendable", en especial cuando acudan a centros sanitarios, sociosanitarios y residenciales; en espacios cerrados, como transporte público, salas de espera y en aglomeraciones de personas.

Blanca siempre lleva una mascarilla encima y la utiliza cuando sube al autobús o acude al doctor. "Desde el inicio del coronavirus tengo precaución. No lo he pillado, pero lo puedo coger igual. Y mi marido también (la porta)", explica mientras espera en la calle a que su esposo salga del Centro de Salud José Ramón Muñoz Fernández (Sagasta-Ruiseñores), adonde ha acudido para pedir una citación de la vacuna de la gripe. "Mucha gente veo que no la lleva", añade.

A pesar de su observación, el goteo de pacientes que acuden con tapabocas es continuo y así lo corrobora un trabajador de este centro sanitario de Zaragoza. "En los últimos días, la gente está más concienciada a raíz del repunte de casos. Muchos son los que tienen familiares y amigos con virus tras las reuniones navideñas", afirma.

Rosa María Salavera es una de las concienciadas y desde hace dos días utiliza de nuevo la mascarilla para ir al doctor (como este viernes), subir al bus o en sitios cerrados, como el supermercado. "Más que nada por la (epidemia de) gripe. Lo hago para prevenirme yo y a los otros. Es optativo, pero veo bien que vuelvan. También me he puesto todas las vacunas. Lo veo necesario, aunque hay gente que no piensa así y no se ha vacunado", destaca. También Diana -que ha ido con sus hijos a una revisión del pediatra, acompañada por su marido- es de la opinión de que el uso del cubrebocas debería ser obligatorio siempre en los centros de salud. "Tendríamos que ir hacia eso y tiene sentido: son lugares de propagación (de virus). Hay que protegernos nosotros y a los sanitarios", subraya.

En cambio, el joven Manuel no es partidario de imponer esta medida. "Yo la uso más que nada cuando vengo al centro médico. Ya no solo por mí sino por la gente que me rodea, que es de riesgo. Ahora no deja de ser una recomendación; mientras no sea obligatorio (los pacientes) harán un poco lo que quieran", cuenta.

Milagros Cebrián con mascarilla, este viernes a la salida del centro de salud Sagasta-Ruiseñores.
Milagros Cebrián con mascarilla, este viernes a la salida del centro de salud Sagasta-Ruiseñores de Zaragoza.
Heraldo.es

Milagros Cebrián tuvo a un hijo muy grave con la covid y desde entonces reconoce que están "un poco escarmentados". "Pasó tres meses con el ECMO (una máquina que da el soporte cardiorrespiratorio necesario al paciente). Tenemos miedo y siempre nos hemos puesto la mascarilla en centros de salud y hospitales. Y ahora con más motivo porque la recomiendan. La tenemos que llevar en sitios cerrados y más aquí, donde todos venimos con alguna patología", señala tras salir de la consulta médica.

Mientras, en farmacias de la capital hay un repunte de ventas de test de antígenos desde el inicio de las Navidades, tal y como informan desde la farmacia Gasco Lagunas (en el paseo de la Constitución) y la farmacia Sancho y Sancho (en la calle de Mariano Royo). "Hay desabastecimiento en los test de covid y gripe y está empezando a haberlo en los de covid. Y también hay una subida leve en la venta de mascarillas, tanto quirúrgicas como las FFP2", afirma Elena Lerín, farmacéutica adjunta de Gasco Lagunas.

Por su parte, Bárbara da Silva, técnico de farmacia en Sancho y Sancho, apunta que ellos siguen expidiendo tapabocas todo el año y que el incremento de ventas se da en los test de antígenos y los antigripales. "Todos deberíamos ponernos una mascarilla en centros sanitarios en una situación de repuntes y más estando malos", advierte.

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