Maquillarse o hacerse la manicura con 8 años: “Si a los 11 años juegan con muñecas sufren rechazo social”

Los expertos alertan sobre los regalos que hipersexualizan a las niñas en Navidad como estuches de maquillaje o sesiones de manicura con sus madres en centros de belleza y estética.

Estuche de maquillaje de juguete para niñas.
Estuche de maquillaje de juguete para niñas.
AliExpress

No hay más que entrar en cualquier supermercado o hipermercado y acercarse a la sección de perfumería. Las cajas-regalo para Navidad llenan las estanterías. Y junto a las cremas y colonias para adultos, podemos encontrar, también, otros cofres dirigidos a un público infantil.

Sin embargo, el sexo para el que van dirigidos cada uno de ellos es evidente. Colonia de Spiderman para niños con juguetes incluidos en el paquete, mientras que para las niñas la caja contiene una colonia de princesa Disney y un estuche de maquillaje. No solo eso. En el mismo estante hay cofres de unicornios y arco iris llenos de sombras de ojos y colorete dirigido a un público infantil. Si entramos en una juguetería también los encontramos, además de otros elementos de estética como sets de manicura y peluquería, disfrazados de juguetes.

Cofres y estuches de maquillaje con motivos de unicornios y arco iris.
Cofres y estuches de maquillaje con motivos de unicornios y arco iris.
Mercadona.es

Y es que parece que la industria de la belleza ha encontrado un nuevo nicho de mercado en las menores de 10 años y algunos centros de estética de Zaragoza anuncian tarjetas regalo o sesiones especialmente dirigidas a las pequeñas de la casa. 

“Pack Little Girl, 35 euros: tratamiento de limpieza, nutritivo y relajante. Si buscas un regalo que haga sentir a las niñas especiales y mimadas, nuestro paquete de belleza es la opción ideal”, podemos leer en la web de uno de estos estudios de belleza de la capital aragonesa. “Diseñado para brindar una experiencia única y divertida, este conjunto de tratamientos seguros y suaves es perfecto para que las más pequeñas disfruten de un momento de relajación y cuidado personal”, continúa el anuncio.

"Estos tratamientos son perfectos para que las más pequeñas disfruten de un momento de relajación" 

Otros centros ofrecen manicura y pedicura ‘Minilady’ para las niñas, o tarjeta regalo mamá e hija por 40 euros en las que entra una manicura semipermanente para la madre y una completa para la niña “para recompensar lo bien que se están portando estas niñas y poder realizar una actividad con su mamá”, señalan en el establecimiento.

Las empresas que organizan fiestas de cumpleaños tematizadas también han visto el filón y ofrecen eventos para niñas con sesiones de spa y de maquillaje que incluyen una mascarilla facial -con rodajas de pepino incluidas-, crema para la cara y pintura de ojos y labios. Su público objetivo, niñas de entre 6 y 10 años. “Tarde de spa y discoteca, ¿Quién puede resistirse a un plan así?”, publicitan en sus redes sociales algunas de estos negocios.

De bebés a adolescentes de un salto

“Estos productos y actitudes acortan la infancia y hacen que las niñas salten muy rápido a una preadolescencia no real”, dice la psicopedagoga Olga Lázaro. “Se produce así una paradoja y es que, por un lado, los padres tienden a alargar mucho la etapa de bebés en las que les ponen pañal hasta los 5 años o duermen en la cama junto a ellos hasta los 7 y, sin embargo, están acortando su infancia al proponerles actividades y regalarles este tipo de cosas”, explica Lázaro.

“Desde que nacen nuestros hijos queremos que se comporten como adultos. Los padres se ven presionados socialmente porque un niño que se comporta como un niño, molesta y se premia al niños que se está quieto frente al que corre o juega”, afirma, por su parte Ana Notivoli, psicóloga del centro Materno Infantil Rosales. “Nuestra sociedad necesita niños que crezcan rápido y molesten lo mínimo”, añade.

"Nuestra sociedad necesita niños que crezcan rápido y molesten lo mínimo"

Además, “la exposición a las pantallas está hipersexualizando la infancia. Antes, comenzábamos la adolescencia a los 13 o 14 años y ahora las niñas con 10 y 11 años ya son preadolescentes que bailan perreando, se ponen tops y ropa de mayores y quieren parecerse a Aitana, cuya muñeca, por cierto, es el juguete más vendido estas Navidades”, continúa la experta. 

“Los padres facilitamos ese crecimiento precoz al permitirlo y la sociedad lo alienta al dejar que tengan acceso a estas canciones y vídeos”, asevera Notivoli. “Si la canción top que se escucha en las radios tiene una letra para adultos, igual no es adecuado que la aprendan los niños. Estamos fallándoles a nivel social y educacional”, asegura. “Pasan directamente de ser bebés a adolescentes y les estamos quitando la etapa de la infancia”, insiste la psicóloga.

Juguetes sin distinición de sexo

“Cuando entran en estas etapas tan cortas y no llegan a transitar su infancia del todo, esa inocencia se trunca. Esto facilita una entrada rápida al mundo de los adultos, porque casi pasan de largo la etapa adolescente”, añade Olga Lázaro. “Estos niños crecen físicamente a un ritmo, emocionalmente a otro y conductualmente a otro distinto. Esta falta de coherencia en ese respeto a los ritmos naturales del crecimiento compromete mucho los resultados a corto plazo”, avisa.

Dejar las muñecas para perrear en Tik Tok

“En consulta ya estoy observando a niñas muy pequeñas, con 11 y 12 años con problemas de alimentación”, confiesa la psicopedagoga. “Son niñas que comienzan a ser adolescentes antes de tiempo y no tienen la madurez y la autoestima adecuadas para enfrentarse a determinadas situaciones. Por ejemplo, si les hacen un comentario sobre su físico puede afectarles porque no saben afrontarlo”, coincide Notivoli. 

“Cada vez hay más niños y niñas que llegan a la adolescencia con conductas perjudiciales porque no pueden diferenciar lo que está bien de lo que está mal y tienen relaciones sexuales de riesgo o comienzan a fumar o vapear”, enumera. “Estas situaciones les generan ansiedad. Otros sufren rechazo social por ser demasiado infantiles. Tengo niñas con 11 años que juegan con muñecas y que sufren el rechazo de sus compañeras que, en lugar de jugar, bailan perreando vídeos de Tik Tok”, apunta la psicóloga.

"Tengo niñas de 11 años que juegan con muñecas y que sufren el rechazo de sus compañeras"

“Se motivan dentro del grupo de clase. Las niñas que siguen ese estilo se juntan y se retroalimentan. Las que llevan ropa más acorde con su edad y en las que hay más contención desde casa son las que denominan frikis”, apunta Lázaro. “Estas autoimposiciones de cánones estéticos tan prematuras les generan, a corto y medio plazo, sentimientos de frustración y tristeza. Eso pasará factura en la salud mental de esas preadolesncentes en el futuro”, advierte.

“La reflexión que deberíamos hacer es cómo influyen los padres y sus ganas de que crezcan antes de hora para hacer cosas para las que no están preparados ni física, ni emocional ni conductualmente. Es como una tela de araña que está tejiendo una base emocional muy desajustada y poco respetuosa”, indica la psicopedagaoga.

“Los padres deben controlar los contenidos que ven y no fomentar esa hipersexualización. No ver determinados vídeos, no comprar determinados juguetes, no dejar que salgan a la calle maquilladas o vestidas como mayores”, añade Notivoli. “Tenemos que luchar para que nuestros hijos tengan una infancia porque la sociedad quiere que los hagamos adultos responsables desde que nacen”, concluye. 

En este sentido, el Instituto de la Mujer dispone de una guía de juguetes no sexistas dirigida a los padres y madres para fomentar la igualdad entre los niños a la hora de elegir los juguetes en estas fechas.,

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