comunicaciones 

Otra crecida del Ara vuelve a aislar Jánovas a pesar de los esfuerzos de su vecinos

Quienes quieren llegar hasta allí tienen que dar un rodeo de 20 kilómetros y 40 minutos..

El principal acceso a Jánovas es este vado sobre el río Ara, que se inunda cuando llueve.
El principal acceso a Jánovas es este vado sobre el río Ara, que se inunda cuando llueve.
Laura Uranga | Laura

Las familias que defendieron regresar a Jánovas y poder recuperar sus viviendas están viviendo una nueva crisis que les recuerda el momento en que la Administración los expulsó de sus casas en 1984 por un proyecto de embalse que nunca llegó a realizarse. El cambio climático ha provocado una segunda crecida del río Ara en dos semanas y las obras que habían realizado los vecinos en el cauce para mejorar el vado provisional de la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) se las ha comido el agua.

No nos lo están poniendo fácil, pero Jánovas no rebla”, defiende Óscar Espinosa, porque sabe que su batalla por recuperar el pueblo abandonado es “un símbolo para el Sobrarbe”. La singularidad de este invierno y el hecho de que sea el año más cálido de la historia se traducen en que llueva a finales de noviembre cuando suele tocar que caiga la nieve´. Eso modifica cualquier planificación previa.

“Todo el trabajo que hicimos la semana pasada en reponer el vado se ha ido al carajo y el río nos vuelve a dejar aislados con la lluvia de estos días. Si hubiera hecho el frío que tiene que hacer sería nieve, pero ayer estábamos a 14 grados”, clama el portavoz del movimiento de Jánovas, quien reconoce que hoy (por este lunes) “por fin” ha nevado a 1.200 metros de altura en el Pirineo del Sobrarbe.

Los janovenses han reclamado durante media vida que se construya un puente de la carretera N-260 con nueve ojos que facilite la entrada en la parte más corta para acceder al pueblo que está en fase de reconstrucción. 

De momento, ya se han rescatado cinco edificios y en uno de ellos reside la familia de Jesús Garcés, de 70 años, y su pareja, Marimar Garmendia, de 65.

Imagen de las fiestas de Jánovas el pasado mes de septiembre.
Imagen de las fiestas de Jánovas el pasado mes de septiembre.
CHA

La primera crecida que se produjo la segunda semana de noviembre hizo que subiera el cauce 340 metros cúbicos. La útima semana de noviembre ha vuelto a llover, esta vez 180 metros cúbicos, suficiente para destrozar todas las construcciones realizadas.

“En este tiempo pudimos pasar al pueblo dos días por el sitio habitual porque entonces solo pasaban 7 metros cúbicos por el cauce. Hasta metimos un camión y una hormigonera para hacer el trabajo en el vado con lo que recuperábamos cómo era el paso con hormigón. También entramos para que la familia Garcés pudiera utilizar estas máquinas en su casa”, enumera Óscar Espinosa.

La manera de recuperar el pueblo de Jánovas parece que repite el proverbio que dice “cuanto más alto subes, más fuerte te caes”. De hecho, la recuperación del vado ha sido destrozada por el agua y los vecinos tienen que volver a dar un giro de 40 minutos durante 20 kilómetros en coche por el desvío de Panillo para mantener la comunicación.

El río inundó el jueves el paso, que permaneció intransitable hasta el domingo.
El río inundó el jueves el paso, que permaneció intransitable hasta el domingo.
Heraldo

“El pasado viernes entramos por el cauce con las máquinas y la lluvia nos obligó a dar la vuelta. El camión tardó entre 50 minutos y una hora lo que si entras por el río lo haces en dos o tres minutos”, reconoce el portavoz de Jánovas.

Además, el vecino asume que el presupuesto que hay para el puente en la carretera N-260 se eleva a 2,5 millones de euros, pero esta obra pública se debe hacer en las condiciones necesarias para resistir 500 años sin ser destruido, contando con episodios como las crecidas vividas en el pasado mes de noviembre.

"Estamos en el recorrido con el alcalde y la máquina"

Localizar a Jesús Garcés, el janovense de 70 años que reside en el pueblo con su pareja, es más complicado que otros días. Está haciendo el “lado largo del río” acompañado por su hermano menor Toni, que está arreglándose una casa familiar (la sexta que se rehabilitará), el alcalde de Fiscal, Manuel Larrosa, y el camión cargado con el material de la obra.

“En noviembre solo hemos estado libres una semana. Además, los de Jánovas nos gastamos un presupuesto (alrededor de 1.500 euros) en esa obra del río para arreglar el vado y el viernes desapareció al crecer otra vez el cauce”, explica Jesús Garcés las consecuencias de quedarse aislados nuevamente por la entrada de la N-260.

El primer vecino que se ha instalado en la casa Carpintero relata que  esperan desde hace tiempo que en 2024 se pueda aprobar el desvío de la N-260 desde Balupor a Fiscal para que hagan el puente definitivo sobre el cauce al lado del casco urbano. “Tener que dar toda la vuelta para salir del pueblo es la repera”, explica Garcés.

Fiesta de San Miguel de Jánovas
Fiesta de San Miguel de Jánovas
Rafael Gobantes

Historia de la Ronda de Boltaña

Aunque este año celebraron las fiestas de San Miguel  el pasado mes de septiembre con la primera familia que se instalaba en su casa, y la Ronda de Boltaña amenizó aquellos días, los vecinos parecen estar condenados a la batalla contra la Administración. Fuentes de la CHE consultadas para saber si tienen previsto afrontar el proyecto del puente no han respondido a este periódico.

La única pareja que reside en Jánovas suele salir del pueblo cada dos o tres días hacia Boltaña y hasta Sabiñánigo para comprar pan y otros alimentos, además de tomar algún café. Pero la riada del Ara les ha alargado esa salida de dos minutos hasta los 40 que tardan ahora en hacer 20 kilómetros.

Jesús Garcés decidió regresar al pueblo donde nació tras vivir por toda España trabajando con excavadoras y haberse instalado en Idiazábal, en Guipúzcoa, “el pueblo del queso” con su pareja. “Ahora somos los jubilados que vivimos en Jánovas y llegarán más”, reconoce.

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