Aragón

Los fruticultores aragoneses denuncian liquidaciones "de ruina" y alertan del cierre de explotaciones

Insisten en que los precios percibidos no cubren unos costes de producción "desorbitados".

La campaña de fruta ha estado marcada por la sequía y el calor y por la mosca negra.
La campaña de fruta ha estado marcada por la sequía y el calor y por la mosca negra.
Heraldo

Los fruticultores aragoneses vuelven a levantar la voz ahora que están recibiendo las últimas liquidaciones de la fruta comercializada durante la campaña. Los precios recibidos son "de ruina", aseguran desde el sector, y se sitúan en torno a los 40 céntimos de euro el kilo. Reconocen los agricultores que en otras campañas estos pagos daban aire a las explotaciones, pero este año se quedan más que cortos ante el desorbitado encarecimiento de los fertilizantes, los abonos o los carburantes, a lo que se suma la subida del salario mínimo interprofesional en un sector con mano de obra intensiva, que ha disparado los costes de producción hasta superar esos 40 céntimos de euros.

"La rentabilidad de las explotaciones está al límite y muchas van a tener que cerrar", señaló este viernes el responsable del sector de la fruta en UAGA, Jorge Cajo, que denunció que «una vez más» se ha incumplido la Ley de la Cadena Alimentaria, que establece que ningún eslabón puede comprar al anterior por debajo de los costes de producción, a pesar de que existe un organismo de control (AICA) creado para garantizar la aplicación de la normativa. "Apenas hay inspecciones y las multas son ridículas", explicó el representante de la organización agraria, que reconoció que no es fácil que sea el agricultor el que denuncie estas prácticas abusivas porque comercia un producto muy perecedero. Pese a ello, desde UAGA avanzaron que el sector "está muy harto" y comienza a mostrarse dispuesto a acudir a los juzgados.

Cajo recordó que tras dos años de una pésima cosecha por las heladas, esta última campaña los fruticultores consiguieron recuperar el volumen normal de producción. Pero la campaña no ha estado exenta de problemas. La sequía, el calor y la falta de disponibilidad de agua para riego adelantaron la maduración e impidieron realizar el aclareo, lo que provocó un menor calibre (tamaño) de la fruta que dificultó su salida al mercado y originó ‘stock’ en las cámaras.

Los fruticultores tuvieron que lidiar, además, "con otra incómoda protagonista", como la denomina la organización agraria. Se trata de la mosca de la fruta (‘Ceratitis Capitata’), que ha ejercido una presión nunca antes vista en el sector. "Hemos tenido que hacer trampeos masivos y utilizar más tratamientos fitosanitarios", explicó Cajo, que detalló que solo las trampas suponen un gasto de 300 euros por hectárea, lo que ha supuesto un nuevo incremento de los costes de producción y una merma en la cosecha.

"Hay parcelas que haciendo todo lo que se podía hacer han tenido un 20% de pérdida, pero algunos agricultores que no pudieron realizar el trampeo masivo han tenido que destinar toda su producción a zumo y sin garantías de que se la acepten", matizó el representante sindical, que recordó que, en este caso, el precio recibido por el productor oscila entre los 22 céntimos y los 8 céntimos por kilo en función de la especie. "El que va a conserva lo han pagado a 0,30 euros el kilo, cuando en este caso no depende del tamaño y es un producto que se puede almacenar", añade.

Mano de obra

En los altos costes de producción insistió el presidente de Asaja-Huesca, Fernando Luna, para insistir en la pérdida de rentabilidad de las explotaciones. Luna detalló que el salario mínimo interprofesional ha subido un 17% en tres años, lo que supone un importante impacto en un sector en el que los salarios suponen el 80% del total de los costes de producción, que se han incrementado una media del 12%. Así, criticó Luna, las liquidaciones percibidas no resultan rentables para el agricultor.

"Se está cobrando en origen lo mismo que hace dos años, que no era un mal precio, pero hay que tener en cuenta que ahora el gasto necesario para producir lo mismo se ha duplicado", afirmó el secretario general de UPA en Aragón, José Manuel Roche, que insistió en que además «son ridículos» si se compara con el precio que estas producciones alcanzan en los lineales de los supermercados. Y recordó que esta organización agraria lleva años demandando que el aumento de los costes de producción se reparta a lo largo de toda la cadena.

Las advertencias sobre el complicado momento que vive el sector de la fruta llegaron también desde Araga. "El sector está vendiendo a pérdidas, mientras sigue sin funcionar la ley de la cadena", aseguró su presidente, Federico Lorente, que se mostró convencido de que "habrá explotaciones que tendrán que cerrar".

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