Clara Pérez: "Si tu aprendizaje sexual es inadecuado, también tus conductas lo son"

La jefa de la Unidad de Atención a la Mujer de la Policía Nacional en Aragón advierte del efecto de las nuevas tecnologías y del fácil acceso de los menores a la pornografía.

Clara Pérez lleva casi 20 años atendiendo a víctimas de agresiones sexuales en la Policía Nacional
Clara Pérez lleva casi 20 años atendiendo a víctimas de agresiones sexuales en la Policía Nacional
José Miguel Marco

Según el último balance de criminalidad, cada día se denuncia un delito contra la libertad sexual en Aragón. Eso es mucho.

La realidad no se puede interpretar solo con estadísticas, hay que ver qué hay detrás de los números. No toda la violencia sexual que se denuncia acaba en una detención o una condena. A mí me gusta ser muy prudente con las cifras porque a veces dan pie a preocuparse en exceso. Y no digo que no tengamos que preocuparnos, pero no hay que ceñirse exclusivamente a los números. Además, estos suelen ser procedimientos largos, en ocasiones de hasta 5 años. Hay que ver en qué acaban.

¿Hay ahora más violencia sexual o lo que hay son más denuncias?Yo creo que es un poco una combinación. Los tiempos han avanzado y a lo mejor la gente acude más a comisaría, pero es cierto que también vienen con hechos que antes no se denunciaban. A mí lo que me preocupa es la forma de entender la sexualidad, sobre todo en edades precoces. Para evitar esta problemática yo incidiría en la educación afectivo-sexual, porque el problema es que los menores están aprendiendo donde no deben. Los que pertenecemos a otra generación hemos tenido suerte, porque hemos vivido fuera de las cámaras, al margen de las nuevas tecnologías. Estas hacen que se acceda al sexo mucho antes. Y si tu aprendizaje sexual de base es inadecuado, tus conductas después también lo son.

¿Cree que esas nuevas tecnologías y las redes sociales han contribuido al incremento de los delitos sexuales?Yo diría que sí. En teoría, podrían tener una buena función, ya que permiten abarcar más información: hablo en términos de prevención o campañas de sensibilización. Pero lo que en realidad han facilitado estas nuevas tecnologías es un acceso muy rápido a la pornografía. Y cuando piensas en los menores o los más jóvenes, te das cuenta de que no hay nadie que pueda decirles que eso no es lo normal, que no es lo óptimo.

¿El problema es que la sociedad se ha acelerado? ¿También en términos sexuales?El desarrollo de la tecnología ha hecho que todo vaya muy rápido, enseguida nos cansamos y necesitamos nuevos estímulos. Eso lleva a algunos a buscar otro tipo de conductas o prácticas. El problema surge cuando yo busco algo diferente con alguien que no quiere lo mismo que yo. Traspasar esa línea es muy peligroso. Sobre todo, cuando se hace con menores o gente joven a la que la vida todavía no ha moldeado lo suficiente como para tener la capacidad asertiva de decir esto me gusta o no me gusta.

"Yo no he visto casos de pinchazos. Lo que sí se utilizan son las sustancias del curso legal. El alcohol está cada vez más presente en las denuncias por agresión sexual" 

¿La tecnología se convierte entonces en un arma perfecta para aprovecharse de la confusión o falta de madurez?A ciertas edades se puede pensar que dar al otro todo lo que te pide es un signo de amor y no entienden que quien te exige hacer algo que no te gusta y limita tus derechos no te quiere. Todos estos conceptos son los que hay que trabajar para que la gente logre poner un límite claro y sepa decir no. Saber hasta dónde quieren llegar y saber también transmitírselo al otro. Han proliferado mucho las aplicaciones de citas rápidas como Tinder o Badoo, pero hay que tener en cuenta que la gente puede acudir a ellas en busca de cosas distintas. Hay personas que no quieren más que saciar el estímulo químico, sería el aquí te pillo aquí te mato. Pero hay otras que buscan una conexión emocional o de pareja. Y por encontrar esa conexión a toda costa vienen situaciones que no se buscaban.

Las violaciones que ahora se condenan no son las de antes. El acusado ya no es ese desconocido que aborda a la víctima de noche en la calle, sino alguien de su entorno que cruza el límite.Afortunadamente, las agresiones sexuales del portalero de toda la vida ya no se dan con frecuencia: las hay, pero mucho menos. El grueso de las situaciones que se denuncian ahora están más dentro del ámbito de los conocidos. Y no es que un amigo o alguien del entorno de repente se aproveche, eso ha existido siempre. Pero igual antes no se denunciaba y ahora se hace mucho más.

Algunos jueces admiten que ahora, al encontrarse con contextos más complicados, cuesta más aclarar el consentimiento.Ahora tenemos muchos más casos que se producen en un contexto de abuso de sustancias alcohólicas o tóxicas, tanto por parte de la denunciante como del supuesto agresor. Y si ambos estaban en las mismas condiciones, obviamente todo es más confuso. Pero hay que investigar para averiguar si realmente era así.

"A ciertas edades se puede pensar que dar al otro todo lo que te pide es un signo de amor y no entiendenen que quien te exige jacer alfo que no yt limita tus derechos no te quiere"

El investigador ha de ser neutral, aunque a veces sea complicado.La víctima es la principal fuente de información, pero el policía no debe de orientar sus pautas de investigación a favor o en contra. Nosotros tenemos que ser técnicos y hacer el camino hasta el final. Cuando vienen, yo siempre les digo que ni las creo ni las dejo de creer: Yo las escucho. ¿Por qué? Porque para ser lo más eficaces posibles tenemos que ser neutros. Y como decía al principio, las cosas no son cómo empiezan sino cómo terminan.

Se habló mucho de los ‘pinchazos’ y del uso de drogas de sumisión. ¿Se ha llegado a detectar algún caso en Aragón?No, yo no los he visto. Lo que sí se utilizan son las sustancias de curso legal. Como decía antes, el alcohol está cada vez más presente. Se ha podido investigar alguna vez el uso de somníferos, pero sería algo absolutamente testimonial. Nada usual.

¿Ha cambiado el perfil de las víctimas? ¿Son ahora más jóvenes?Yo creo que hay de todo, pero sí que es verdad que actualmente hay mucha más concienciación y la gente conoce más sus derechos y los servicios de los que dispone.

A las mujeres de más edad, que han tenido otra educación ¿les sigue costando más dar el paso?El daño que produce en la víctima un delito sexual es muy grande y el proceso es muy duro. No todo el mundo madura la situación que ha sufrido a la misma velocidad ni de la misma forma. Sí que es verdad que aparecen mujeres que vienen a denunciar hechos de hace tiempo, pero detectamos que el sentimiento de culpa sigue siendo muy grande y eso es lo que hay que trabajar con ellas. Hay personas que han incorporado ese sufrimiento a su dinámica de vida. Y solo cuando detectan que alguien de su entorno está en riesgo -una hija, una nieta...- se atreven a dar el paso. La casuística es muy variada, nunca podemos generalizar.

​"Elrueso de las situaciones que se dencnias ahora estran,a dentro delos conocidos"

Si tuviera que dar un consejo para evitar una agresión sexual a una chica que sale de fiesta...Le daría varios. Si sales con gente, vuelve con gente. Si ves a alguna amiga con alguien que te despierta sospechas, no la dejes sola. Con cualquier excusa, intercede. Lo fundamental es evitar la ocasión, evitar el peligro.

Y si tuviera que dirigirse a un joven varón que sale a divertirse y no quiere acabar en un banquillo.Les diría lo mismo que a una mujer. Cuando tomen según qué decisiones o inicien según qué conductas, que tengan claro que la otra persona está en condiciones de hacerlo. Y que, ante la duda, no den el paso.

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