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Las farmacias aragonesas refuerzan el control sobre los antidepresivos y ansiolíticos: “Crecen las patologías mentales y aumenta su uso”

Los farmacéuticos constatan que 2 de cada 10 personas que pasan por una farmacia demandan estos  medicamentos.

Cajas de medicamentos en una farmacia.
Cajas de medicamentos en una farmacia.
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El 30% de la población española tiene algún tipo de problema de salud mental según la Sociedad Española de Psiquiatría y Salud Mental. Es decir, casi una de cada tres personas. Este aumento de los casos tiene como consecuencia más atenciones por parte de especialistas y un incremento de los tratamientos, algo que se ha dejado notar en las farmacias.

“En los últimos años ha habido un crecimiento importante de las patologías mentales y se ha incrementado el uso de ansiolíticos, medicamentos para ayudar a dormir y otros psicótropos que se están demandando muchísimo en las farmacias. Tenemos una dispensación continua y su venta es muy habitual”, dice Mercedes Arias, vocal de atención farmacéutica del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Zaragoza (COFZ).

El 20% de nuestras ventas diarias son de ansiolíticos y antidepresivos como el Orfidal y una de cada cuatro personas que se los lleva tiene menos de 40 años, por lo que estamos viendo que cada vez es gente más joven”, afirma Carmen Soteras, farmacéutica de Zaragoza. 

“Estamos hablando de que 2 de cada 10 personas que pasan por la farmacia demanda medicamentos de este tipo y hemos constatado un incremento del 25% de sus ventas tras la pandemia", continúa. Además, "los clientes también piden otro tipo de productos que no necesitan receta, que utilizan para relajarse y ayudar a coger el sueño a base de valeriana, melisa y otros componentes”, añade Soteras.

"Dos de cada diez personas demanda ansiolíticos y antidepresivos. Supone el 20% de nuestras ventas".

En este sentido, en 2022 se vendieron en España 111 millones de envases de ansiolíticos y antidepresivos. Son un 30% más que hace una década, según datos de la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes. Por su parte, la Federación Empresarial de Farmacéuticos Españoles constata que “la pandemia ha incrementado el uso de tranquilizantes un 6% y se ha disparado el consumo de antidepresivos un 10%”.

Ante esta situación, las administraciones han elevado el control sobre los mismos y en Aragón, desde el pasado mes de marzo, las farmacias deben pedir el DNI, además de la receta, a todas las personas que demanden un medicamento de este tipo, los llamados psicótropos.

Necesario DNI y receta

“Son sustancias químicas que actúan en el sistema nervioso central, bien excitándolo o por el contrario, deprimiéndolo y tienen un efecto sedante, hipnótico, relajante y ansiolítico”, explica Mercedes Arias. “Son los indicados para tratar la ansiedad y para ayudar a dormir”, añade la vocal del COFZ.

En este grupo están todos los tranquilizantes y los medicamentos que contienen diazepám, como el Valium, que se utiliza para tratar la ansiedad y es relajante muscular. “Son fármacos que pueden provocar cambios en el estado anímico de los pacientes y un mal uso de ellos puede conllevar riesgos”, señala Arias. De hecho, España es líder mundial en consumo de diazepam según la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes, y se ha registrado un incremento de las ventas del 110% en los últimos años.

"Pueden provocar cambios en el estado anímico y un mal uso conlleva riesgos"

Por ese motivo, “la dispensación de estos medicamentos es más estricta y está más controlada que la de otros. Además del DNI, dejamos la venta anotada en el libro recetario en farmacia, que puede estar en formato digital o papel y tenemos la obligación de guardar la receta durante dos años”, afirma Arias.

Más recetas falsas

“Este control especial se realiza también porque existe un tráfico ilícito de estas sustancias”, continúa la vocal del COFZ. “En los últimos años “hemos constatado un aumento de las recetas de psicótropos sospechosas de ser falsas que nos llegan a las farmacias y las recibimos con relativa frecuencia", asegura. 

Además, "tenemos un protocolo de actuación ante la sospecha de que la receta que nos proporciona una persona sea falsa. Les pedimos el DNI y se les dispensa el medicamento para evitar que se cree una situación complicada en la farmacia, pero se comunica a todos los colegiados con el número de identificación del médico que ha hecho la receta y se da parte también a las autoridades”, explica la vocal de COFZ.

“Estos últimos días hemos recibido una alerta de receta falsa que estaban circulando para la Toseína, un jarabe para la tos con codeína, pero sobre todo las que se comunican normalmente son de Rivotril, un ansiolítico y relajante muscular, que se puede utilizar como droga mezclado con otras sustancias”, asevera la farmacéutica Soteras. “Cuando me llega una receta de Rivotril, automáticamente me pongo alerta y reviso bien todos los datos porque hay riesgo de que la receta sea falsa”, confiesa.

"Cuando me llega una receta de Rivotril me pongo en alerta y reviso bien todos los datos porque puede ser falsa"

Los medicamentos para el dolor, los más controlados

El otro grupo de medicamentos por los que se solicita el DNI en la farmacia es para los estupefacientes. Son los indicados para el control y tratamiento del dolor y tienen un alto potencial de generar dependencia. Entre ellos está la morfina y sus derivados que están aconsejados en tratamientos oncológicos y para dolores crónicos como la artrosis.

Son muy adictivos y por ello, su control es aún más exhaustivo que con los psicótropos. “Los tenemos guardados bajo llave en un espacio seguro de la farmacia y en una sala independiente de difícil acceso al público”, apunta Mercedes Arias. "Para poder dispensarlos se pide la receta del médico más otra 'Receta Oficial de Estupefaciente'”, indica Arias. 

Además, “al igual que con los psicótropos, se toma nota del DNI de la persona que se lo lleva, se registra en farmacia todos los movimientos de cada uno de esos medicamentos y una vez al año debemos notificar todos esos datos a Inspección de Farmacia del Gobierno de Aragón”, asevera la vocal de COFZ. 

A esto hay que añadir otro control más y es que “cada farmacia, para solicitar este tipo de medicamentos al proveedor, tiene que presentar un 'Vale de estupefaciente', que queda registrado en el almacén, porque allí, a su vez, también tienen que llevar un control de todos los movimientos que hacen estos medicamentos”, puntualiza. 

Son fármacos muy buscados por personas adictas a las drogas y aunque siempre ha habido recetas falsa, hemos detectado que en los últimos dos años han aumentado su incidencia y detección”, concluye Arias.

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