Marcha LGTBI en Zaragoza: "Nos quieren devolver al armario, pero les van a faltar papeleras"
Miles de personas reclaman en una manifestación festival con tintes políticos que que no se dé "ni un paso atrás" y que se cumplan las leyes trans aprobadas.
Una marcha multicolor plagada de banderas, pañuelos y caras pintadas con los colores del arcoíris tiñó ayer el centro de Zaragoza con motivo del Día del Orgullo LGTBI. Más de 3.000 personas protagonizaron la movilización más numerosa de los últimos años. El ambiente festivo, a ritmo de batucada y Bizarrap, convivió con los tintes políticos para mostrar el rechazo a los discursos de Vox y las agresiones y discriminaciones.
La diversidad se apoderó de la cabecera de la manifestación, que partió poco después de las 20.00 desde las escaleras del Paraninfo de la Universidad de Zaragoza. Cuerpos pintados de negro y dorado preguntaron "¿Por qué las mujeres no pueden enseñar las tetas?", otros jóvenes anduvieron con taconazos de vértigo y el colectivo trans reclamó igualdad laboral.
Bajo el lema ‘Nuestros derechos se quedan y vamos a por más’, que abría la manifestación, una veintena de colectivos respaldaron el llamamiento de la Plataforma 28 de junio. «Me he tenido que ir de mi país Venezuela porque no me sentía segura, aquí me han aceptado como soy. Como migrantes y trans tenemos problemas y dificultades por partida doble», explicó Ivana Martínez, de 38 años, que llegó el pasado 14 de abril desde su país y era una de las personas que portaba la pancarta principal.
Entre los carteles, hubo mensajes que aludían a la situación política salida de las urnas: "Nos quieren devolver al armario, pero le van a faltar papeleras", "No queremos volver al 39" y "Yo te quiero querer sin miedo a que puedan volver".
"Si tu familia no te acepta, a partir de ahora somos tu familia y te queremos". Así rezaba el cartel que llevaba Ariadna Sancho, de 16 años. "Tengo amigos que pertenecen a este colectivo y la mejor manera de apoyarles es estar aquí. Es la primera vez que participo", explicó.
Organizaciones, grupos de jóvenes, familias enteras y personas de todas las edades se sumaron a este grito a favor de una sociedad diversa, libre e igualitaria. "Estoy aquí para defender el derecho de que cada persona ame a quien quiera libremente sin cortapisas de ningún tipo", dijo Pascuala Funes de 77 años.
Un centauro blanco y dorado llamó la atención al paso por el paseo de la Independencia. "Creo que este año estamos más gente. Ahora más que nunca hay que llenar y luchar en las calles para que nadie se atreva a tirar a la basura lo que tanto ha costado conseguir", alegó Chucho Ariza, que dio vida a este ser mitológico.
Mantener los derechos sin importar el color político y avanzar en los de las personas no binarias, migrantes e intersexuales fueron dos de los mensajes que se lanzaron en el manifiesto que, pasadas las 22.00, se leyó ante la sede de Ciudadanía, en la plaza del Pilar. En la declaración se recordó que se cumplen cinco años de la ley trans aprobada por unanimidad en las Cortes de Aragón. Se pidió a las fuerzas políticas, sin nombrar a ninguna y con la vista puesta en el 23-J, que no permitan ningún "retroceso" ni lo acepten "de tapadillo con tal de asegurarse el gobierno o la aprobación de sus presupuestos en un ayuntamiento o una comunidad autónoma".
