guerra civil
Los forenses entran en el valle de Cuelgamuros para exhumar a los hermanos Lapeña
El Gobierno dice que la recuperación de estas víctimas es "prioritaria" para cumplir con una sentencia de 2016.
Un equipo de 15 forenses y técnicos entró ayer en el valle de Cuelgamuros para exhumar a 128 españoles fusilados en la Guerra Civil, entre los que figuran los hermanos aragoneses Manuel y Antonio Ramiro Lapeña Altabás, que fueron ejecutados en 1936 en la localidad zaragozana de Villarroya de la Sierra. El Gobierno de Pedro Sánchez ha remitido una carta al abogado Eduardo Ranz, representante de su familia, en la que se compromete a su exhumación por parte del equipo de forenses y lo señala como una prioridad tras una decisión del Juzgado de San Lorenzo del Escorial en 2016.
El secretario de Estado de Memoria Democrática, Fernando Martínez López, reconoció que "hay que cumplir" este fallo judicial y, además, detalla que la exhumación comenzará en la Capilla del Santo Sepulcro, donde los hermanos Lapeña están en el nivel 3. En esta zona es «en la que hay más solicitudes de todo el conjunto de la basílica», dado que allí yacen 128 víctimas. En entre ellas, las 81 procedentes del cementerio de Calatayud, del que fueron exhumadas en 1959 sin autorización de sus familiares y trasladadas en trece cajas (pero solo nueve están registradas) al entonces valle de los Caídos. Nueve familias, entre ellos los Lapeña, han reclamado los restos.
Queja al Defensor del Pueblo
Eduardo Ranz, el abogado de la familia de los Lapeña, explicó que acababan de interponer una queja en el Defensor del Pueblo por "los retrasos de las identificaciones de las víctimas".
El secretario de Estado de Memoria Democrática precisó que la "intervención" en la Capilla del Santo Sepulcro se va a hacer desde el piso inferior hacia arriba "para ir consolidando y apuntalando cada una de las cinco plantas donde hay entierros". Esta decisión ha sido adoptada por los "arquitectos y responsables de seguridad laboral".
Asimismo, en la comunicación oficial como representante de la familia de los hermanos Lapeña, el responsable de Memoria Histórica destacó que empiezan este proceso "tras superar múltiples obstáculos jurídicos que se prolongaron durante muchos meses". Añadió que se retomaron las tareas de acondicionamiento de las criptas para "tratar de identificar en ellas los restos de su familiar, tal como reclamó el abogado Eduardo Ranz a través de Patrimonio Nacional".
«Esperamos que prevalezcan los derechos humanos y no se paralice este proceso. Las víctimas llevan mucho tiempo esperando», manifestó el abogado Eduardo Ranz a HERALDO. "No es para hacer valoraciones políticas sino humanas con estas personas. Hay que cerrar una historia así, pero en positivo", declaró.
Asimismo, el letrado recordó que la decisión judicial para los hermanos Lapeña de 2016 ya facilitó que el pasado mes de abril se exhumaran los restos del fundador de la Falange, José Antonio Primo de Rivera, y en 2019 fueron trasladados los del dictador Francisco Franco, ambos en cumplimiento de la Ley de Memoria Democrática.
Purificación Lapeña, nieta y sobrina nieta de los dos fusilados y enterrados en Calatayud, reclamó que la actuación de los forenses en el valle de Cuelgamuros se haga "con la máxima celeridad" tras el hallazgo de las 81 cajas de los fallecidos y la identificación de las nueve víctimas aragonesas que están entre los reclamados.
La familiar de los hermanos Lapeña mostró el peligro que puede suponer para ellos que las elecciones generales del 23 J puedan "paralizar la investigación de las víctimas". "Me lo creeré cuando lo vea, porque llevan seis años entrando en Cuelgamuros y nunca entran", señaló Lapeña.
Localización de la capilla del Santo Sepulcro
