Cerca de 38.000 aragoneses piden al INE no recibir propaganda electoral en sus buzones
El rechazo a este tipo publicidad se ha multiplicado por diez por la desafección política y el ecologismo de los jóvenes.
La propaganda electoral, en su tradicional formato postal, está en claro proceso de declive. La desafección política de la ciudadanía y una conciencia ecológica cada vez más presente en la sociedad están poniendo freno a un tipo de publicidad para muchos molesta, costosa y poco efectiva. Hasta el punto de que un total de 37.955 aragoneses han solicitado a la Oficina del Censo Electoral, dependiente del INE, que para este 28-M se borren sus datos del registro que utilizan los partidos para enviar la publicidad a sus buzones. La cifra es un 1.001% superior a la de los últimos comicios, cuando solo lo pidieron 3.446 personas.
Desde que el pasado 4 de abril se publicó la convocatoria oficial de elecciones autonómicas y municipales para el próximo 28 de mayo, el INE habilitó un canal para comunicar la exclusión de la propaganda electoral, con un plazo que expiró el día 17 del mes pasado. En concreto, los ciudadanos podían solicitar que su datos no aparecieran en la base de datos que usan los partidos para enviar sus comunicaciones postales durante la campaña, en la que se incluyen todo tipo de folletos, pasquines y papeletas.
Es un mecanismo ya habitual en las citas con las urnas, pero este año se han batido todas las previsiones. En la provincia de Zaragoza se ha pasado de 2.463 excluidos en las elecciones de 2019 a 27.346 para las de este año; en la de Huesca, de 460 a 5.784; y en la de Teruel, de 523 a 4.825. El fenómeno es nacional. En el conjunto del país se ha pasado de 87.556 solicitudes a 895.257.
Coste económico
Pese a que buena parte de los electores comienzan a ver la propaganda electoral como un sistema anacrónico para pedir el voto, los partidos siguen considerándola necesaria. "Hay votantes, sobre todo los de más edad, que les viene bien porque salen desde su casa con la papeleta preparada", explican desde el equipo de campaña del PSOE Aragón.
Comparte el argumento David Álvaro, director de la agencia Acento y experto en comunicación política que participó en las campañas victoriosas de Mariano Rajoy. "El rechazo proviene más de los jóvenes, pero entre los mayores, es un elemento para asegurar al votante que ya tienes más que ganar nuevos. Seguirá existiendo", cree.
No obstante, que cada vez menos personas reciban esta publicidad en sus buzones supone un alivio económico para las cuentas de los partidos, que en parte sufragan estos gastos con las subvenciones públicas. Según el decreto que aprobó el departamento de Hacienda del Gobierno de Aragón para este 28-M, las cuantías, en general, se mantienen congeladas, como llevan desde 2011, aunque se actualizan algunos conceptos con el IPC.
Por un lado, se establece una subvención de 12.610 euros por cada escaño obtenido por las formaciones políticas, y otra de 0,76 euros por voto conseguido por cada candidatura que logre escaño. Además, se abonarán 0,27 euros por elector en cada una de las circunscripciones para el envío directo y personal de sobres, papeletas y publicidad electoral. En total, en Aragón se destinará un máximo de 886.010 euros.
«Hipersegmentación»
Además de la propaganda de cara a la cita con las urnas, los partidos conservan elementos clásicos de las campañas en el actual periodo democrático, como es el caso de los carteles. Esta semana, las juntas electorales de zona han asignado los lugares para que cada formación cuelgue los suyos.
Incluso se mantiene la tradicional pegada de carteles en el primer día de campaña, aunque sea de forma simbólica, puesto que los partidos apuestan por puestas en escena "más modernas e interactivas", apuntan desde el PP Aragón.
En este sentido, David Álvaro explica que ha habido una evolución en los carteles durante estas últimas décadas. "En los 70 y 80 eran más cerebrales, ahora son mucho más emocionales". Este experto, profesor universitario y escritor, señala que en la actualidad "prevalece lo visual sobre el contenido" y, sobre todo, se impone la polarización. "Es el ‘comunismo o libertad’ de Ayuso en 2019, que para estas elecciones es ‘sanchismo o todo lo demás’, ya se Feijóo, Vox, Yolanda Díaz...", argumenta.
Habla en clave nacional porque considera que está teniendo un importante peso en esta cuenta atrás para los comicios autonómicos y municipales. Además, aunque cree que "cuanto más pequeña es la circunscripción, más cercana es la campaña", ahora "cada vez hay menos diferencia porque se centran más en la hipersegmentación", es decir, lanzar "mensajes muy concretos a diferentes perfiles: jóvenes, parados, jubilados...", concluye.
