reportaje 

El museo de las ideas de Buñuel en Calanda quiere recuperar recuerdos como el tambor firmado

El director del Centro Buñuel Calanda valora que exponer el tambor del director de cine puede hacer crecer el número de visitantes. 

Efectos personales de Luis Buñuel que se exponen en el centro de Calanda.
Efectos personales de Luis Buñuel que se exponen en el centro de Calanda.
Javier Belver

El 'museo de las ideas' de Luis Buñuel en Calanda, que inauguró el entonces príncipe Felipe el 22 de febrero de 2000, en el centenario del nacimiento del cineasta calandino, quiere recuperar sus recuerdos, entre ellos el tambor firmado por él; se lo ha ofrecido la familia del artesano Tomas Gascón, la persona que se lo regaló a Buñuel en sus visitas de Semana Santa. En el museo piensan que este icono podría ampliar los 5.000 visitantes que recibe cada año.

“No es el guion de su mejor película y es un tambor viejo (regalado en 1963 a Luis Buñuel tras estrenarlo y que el artesano recuperó en 1987, al devolvérselo su hijo Juan Luis). Su valor es subjetivo. Si no acaba en manos de un coleccionista fetichista, puede llegar al museo de Calanda”, reconoce el director del Centro Calanda Buñuel, Jordi Xifra. “Es valioso para Calanda como un símbolo y como parte de la memorabilia del director para apoyar el centro”.

De la misma opinión es Isabel Zabal, concejal de Cultura del Ayuntamiento de Calanda, al recibir a HERALDO en su comercio en el municipio del Bajo Aragón, pues entiende que “ese tambor debería estar aquí, en el museo de Luis Buñuel”. Si bien precisa que el Gobierno de Aragón debería de dar “el primer paso” con la verificación de que “es real y el que se dice que es”, para “no caer en que nos han engañado”. Esta comprobación inicial sería el preludio de la adquisición posterior.

La familia del artesano calandino Tomás Gascón, quien se lo regaló en 1963, lo recibió del hijo del director de cine cuando falleció en 1983.
La familia del artesano calandino Tomás Gascón, quien se lo regaló en 1963, lo recibió del hijo del director de cine cuando falleció en 1983.

Por su parte, Carlos Moreno, abogado de María José Gascón, la hija del artesano, que heredó este tambor firmado por el director de cine tras la reciente muerte de su madre en diciembre, trasladó la pasada semana una carta a la dirección de Patrimonio del Gobierno de Aragón. En ella expresaba la voluntad de la propietaria del tambor de ofrecerles “la posibilidad de la adquisición”.

En la misiva, el letrado reconoce que el tambor “debería permanecer en la tierra natal del Sr. Buñuel, siempre y cuando se muestre interés por ello y se alcanzara una solución económica que pudiera satisfacer a ambas partes”. Además, aportó a Patrimonio una muestra gráfica en la primera comunicación directa de la propietaria con la DGA, tras haberse puesto en contacto con el alcalde de Calanda, Alberto Herrero.

En principio, los dueños del tambor han abierto la posibilidad de contar con un informe de un anticuario que podría realizarse en las próximas semanas, con el fin de poder aportarlo a la Administración en las negociaciones que se puedan abrir.

Hace cuatro o cinco años nos llegó otro tambor más pequeño y roto que estaba firmado supuestamente por Buñuel con un bolígrafo verde, pero no lo cogimos”, precisó el director del Centro Calanda Buñuel. En este caso, se presenta con distintas condiciones.

Aun así, la noticia ha sido muy seguida en la capital de la Semana Santa del Bajo Aragón y ha habido opiniones de todo tipo. Ana Trallero, que trabaja en el museo y conoció a Luis Buñuel, precisa que vio ese tambor del cineasta en manos de ‘Tomasín’, un ahijado del artesano Tomas Gascón. También agregó que, en esos años de los sesenta y setenta, solía dejarle al cineasta otros tambores la familia del farmacéutico Antonio Royo, que eran amigos de los Buñuel.

Otro tambor ee Geraldine Chaplin y un carruaje histórico 

En este sentido, Ana Trallero, nacida en 1961, también conoce otro tambor firmado por la actriz Geraldine Chaplin, la hija de Charlot, quien visitó la Semana Santa de Calanda en 1967, al coincidir con el estreno de la película ‘Pepperment frappé’, de Carlos Saura. “Vimos varias veces a Luis Buñuel, que era muy amable con nosotros. Trajo mucha gente conocida como Carlos Saura, Fernando Rey, Geraldine Chaplin y algunos toreros”, agrega.

A la entrada del Centro Calanda Buñuel, además de la escultura del director que realizó el escultor Iñaki Rodríguez se puede ver una recreación del ojo de ‘Un perro andaluz’, la película que dirigió el aragonés en 1929, y se monta todos los años el Festival Internacional Buñuel Calanda.

En la planta calle se muestra la recreación de la conocida fotografía que hicieron al director de cine aragonés con el poeta Federico Lorca subidos en un avión de cartón en 1923, pero sin sus caras, para que los visitantes puedan meterse en esa imagen de recuerdo.

A su lado, se exhibe un carruaje original de la familia Buñuel que utilizaban siempre que llegaban a Calanda, después de viajar en tren hasta Alcañiz y allí iban a buscarlos, como recuerda Ana Trallero, que forma parte de la asociación Afamer de mujeres que han colaborado en la restauración.

Era una calesa y ellos se subían para llegar a su casa y luego la usaban para ir a la casita de recreo a las afueras ”, precisa la calandina. Su compañero Francisco Aparicio relata que contaba Luis Buñuel en sus memorias cómo circulaba en ese carruaje mientras otros chicos iban andando por la calle. “Se les notaba a los Buñuel la fortuna que había ganado Leonardo, el padre del cineasta, en Cuba”, agregan ambos.

Objetos personales en el primer piso 

Al subir al primer piso, hay una pequeña parte del centro con algunos recuerdos del cineasta, como un bastón, una pipa, una petaca de sus famosos cócteles como los que tomaba en Chicote en Madrid, su carné de la Warner Bros, la productora de California para la que trabajó, y varias cartas suyas, por ejemplo una con el escritor Octavio Paz, y una cámara de fotografía estereoscópica, así como un proyector similar al que llegó a utilizar hasta el padre de Luis Buñuel.

“Aquí hay una colección de fotografías históricas suyas, como la que le hizo Carlos Saura cuando vino a Toledo para rodar ‘Tristana’. Y en esta parte también hay doce páginas de la vida de Buñuel, como una biografía basada en sus memorias”, detalla Francisco Aparicio, que suele enseñar el Centro Calanda Buñuel. “Este es un museo de las ideas de Buñuel”.

El responsable del centro, Jordi Xifra, tiene claro que darle más presencia a los recuerdos del director aragonés a modo de 'memorabilia' puede suponer un impulso al aumento de visitantes. De hecho, reconoce que están en negociaciones con la Filmoteca Española para que les ceda otros “objetos fetiche”, como el tambor de Buñuel, que se recuperaron en su casa de México cuando la compró el Gobierno de España.

“Hay una máquina de escribir, una corona de espinas que se utilizaron en la película ‘Viridiana’, el León de oro del Festival de Cine de Venecia que ganó con ‘Belle de jour’ y algún otro detalle”, precisa el director, a la espera de que se produzca la suma de nuevos objetos al centro de Calanda.

Xifra recuerda que el Gobierno de España adquirió la vivienda de Buñuel en México, donde residió 31 años, en 2010 por 400.000 euros, con el fin de salvarla después de haber sufrido un terremoto. Luego, el inmueble se convirtió en el Archivo del Cine de México. Parte de lo que tenía allí se trasladó a la Filmoteca Española, en la Sala Doré de Madrid, que pueden apoyar a los calandinos en su centro.

Una de las cosas que salvaron con esa casa fue el cuadro de Buñuel que pintó Dalí (en 1927) y ya está en el Museo de Reina Sofía”, recordó el responsable del centro de Calanda.

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