La mayoría de la ejecutiva del PAR rompe con Aliaga y registra la moción de censura
Justifica la petición en los “reiterados incumplimientos” de acuerdos y de sus obligaciones como líder. Los 28 miembros de la dirección deberán votar este viernes su relevo por el senador Sánchez-Garnica.
La ruptura en el sector oficialista del PAR se ha consumado este miércoles. La mayoría de la ejecutiva acaba de registrar la moción de censura contra el líder del partido, Arturo Aliaga, al que acusan de “reiterados incumplimientos” de los “compromisos” adquiridos con su dirección y de sus obligaciones como máximo responsable de la formación. Además, le recriminan su “desprecio reiterado” a los principios democráticos de la formación, "anteponiendo su voluntad a la colectiva e inequívoca" de la dirección, y censuran que atente "contra la dignidad y el derecho al honor" de todos ellos.
El escrito está firmado por 16 de los 28 miembros del máximo órgano colegiado del PAR, encabezado por su secretario general, Alberto Izquierdo, y secundado, entre otros, por todos los altos cargos que Aliaga puso en la Consejería de Industria: sus directores generales (Gloria Pérez, Eva Fortea y Luis Estaún) y su secretario general técnico (Sergio Larraga). Ninguno ha sido cesado en el Consejo de Gobierno celebrado este miércoles por la mañana.
De la firma de la moción se han descolgado los otros dos integrantes que hasta ahora han apoyado todas las medidas adoptadas por los llamados díscolos, incluida la impugnación de la sentencia que anuló por irregularidades el congreso que revalidó a Aliaga al frente del partido: el vicepresidente, Roque Vicente, y el presidente del comité local de Zaragoza, Jesús Martín.
La mayoría de la dirección propone al senador Clemente Sánchez-Garnica como relevo de Aliaga. El número necesario de integrantes para presentarla se limita a un tercio, pero está respaldada por la mayoría absoluta del órgano colegiado. Esto garantiza que salga adelante.
Lo que ya no podrá hacer Aliaga es bloquear su votación, como sí ha hecho al negarse a reunir a la dirección, como está obligado por estatutos, precisamente una de las razones que han llevado a registrar la moción. El reglamento del PAR deja muy claro en su artículo 19 que cuando la censura se presente contra cualquiera de los presidentes de los órganos colegiados, "sus funciones y competencias las asumirá directamente el secretario general correspondiente". Es decir, uno de los impulsores de su cese, Alberto Izquierdo, será quien se encargará de cumplir el reglamento, que estipula que la votación se celebre en un máximo de siete días. No se agotará el plazo, ya que están convocados para este viernes.
A lo largo de cinco folios, los 16 integrantes argumentan detalladamente su versión de los hechos y concluyen una vez más que es “preciso y necesario impulsar y propiciar” una gestión transparente, especialmente para permitir la “correcta, eficaz y eficiente” actuación del partido en las próximas elecciones.
En su relato, se retrotraen al origen de la ruptura de la unidad en el sector oficialista del PAR, que no es otro que la respuesta a la sentencia que a finales de noviembre anuló el congreso, por las irregularidades cometidas, que revalidó a Aliaga como líder en otoño de 2021.
Así, reprochan al todavía presidente su "decisión unipersonal" de anunciar a los periodistas que no se iba a recurrir, motivo por el que solicitaron una ejecutiva para abordar los efectos del fallo judicial. Esta se celebró el 2 de diciembre, se acordó convocar en enero un congreso extraordinario –paralizado por el juez a petición del crítico Xavier de Pedro–y, al mismo tiempo,estudiar la posibilidad de recurrir.
Ante el bloqueo y la cercanía de la fecha límite para impugnar la sentencia, el 16 de enero, la mayoría solicitó una reunión extraordinaria el 10 para que se celebrase dos días después. Solo se llegaron a juntar los 18 díscolos que acordaron recurrir, lo que se llevó a cabo justo cuando acabó el plazo. Y le echan en cara que esa misma tarde les dijera por les dijera por Whatsapp que asumiría lo acordado pese a no compartirlo, aunque maniobró sin éxito en los juzgados para frenarlo. El juez desestimó sus escritos al considerar que no formaba parte del procedimiento, de la misma forma que tumbó su recurso, sin consultar a la ejecutiva, a la suspensión del congreso exprés.
La reunión la acabó convocando el día 19, Aliaga perdió el pulso y los mismos 18 integrantes de la dirección ratificaron el recurso de apelación contra la anulación del congreso contra el pronóstico de los fieles al presidente. Solo un día antes había fulminado a Alberto Izquierdo como vicepresidente de la Diputación de Teruel. Y recuerdan que pretendió sin éxito utilizarlo como "efecto ejemplarizante y coacción" ante la votación.
Por último, aluden a su última negativa, saltándose los estatutos, a reunir de forma extraordinaria a la dirección con el fin de convocar las primarias para el día 25, restituir a Izquierdo y blindar a los altos cargos de Aliaga ante una tentación de cese. No solo censuran que "socave" la acción electoral, sino sus declaraciones contra la legitimidad de la ejecutiva.
Abiertos a un pacto in extremis
Pese a su contundencia, destacan sus intentos de encontrar "los necesarios espacios de diálogo para cerrar heridas"». Este miércoles han insistido en que están abiertos a un acuerdo "in extremis" con Aliaga que evite la votación
