Casi el 100% del término municipal de Moros está calcinado tras un avance insólito del incendio de Ateca

Los vecinos de las zonas afectadas están a la espera de regresar a sus viviendas, aunque algunos volvieron a Villalengua sin el beneplácito de las autoridades.

Imágenes de Moro.
Imágenes de Moro.
Bomberos de Zaragoza

En cuestión de unas pocas horas, el fuego calcinó casi el 100% del término municipal de Moros, una de las dos primeras localidades que fueron evacuadas el martes. "Solo hay una pequeña zona que no está afectada. Pero monte, vega, frutales, pinos, chopos... se ha llevado todo por delante", aseguró Manuel Morte, su alcalde. Como él, el resto de los ediles de los municipios afectados están conmocionados y a la espera del avance del fuego para poder volver a sus hogares y evaluar unos daños que se prevén elevados.

Sin embargo, a última hora de la tarde de este miércoles, algunos de los vecinos de Villalengua regresaron sin el beneplácito de las autoridades. Patrullas de la Guardia Civil, explicaron desde Delegación del Gobierno, se acercaron por la noche a la localidad para informarles de los riesgos que todavía persistían en la zona. De hecho, según aseguró la alcaldesa Ana Villar, unas horas antes se había reavivado uno de los focos apagados debido a que "volvió a soplar el viento". Los agricultores que decidieron quedarse el martes, cuando los vecinos de Villalengua fueron desalojados, ayudaron a apagarlo con "atomizadores llenos de agua" y organizados en "guardias". "Fueron 40 o 50 vecinos que prefirieron quedarse porque su sitio estaba aquí", apuntó Villar.

El voraz incendio de Ateca ha calcinado ya 14.000 hectáreas y ha llegado al casco urbano de pueblos, como Moros.

Los ánimos, reconoció, son muy "flojos" porque el "fuego ha calcinado la economía de la zona, las fincas de frutal y de cereal". Además ha destrozado mallas de granizo, tuberías de riego…

El incendio de Ateca, que comenzó la tarde de lunes y ya ha calcinado más de 1.000 hectáreas de masa forestal, ha obligado a desalojar por precaución las localidades de Moros y Villalengua.

El fuego, que avanzó de manera insólita, llegó a afectar a una vivienda de las afueras de Moros, a la canalización principal del pueblo y a una Sociedad Agraria de Transformación. "Se quemaron los embalses de madera que había alrededor, lo que provocó que se hundiera la pared y el edificio", aseveró Morte, quien todavía no se puede quitar de la cabeza lo ocurrido. "No habíamos visto nada igual", afirmó desolado.

Desalojos preventivos

En Castejón de las Armas, el fuego tampoco llegó al casco urbano, según afirmó su alcalde, Francisco José Melendo. No obstante, casi 24 horas después de haber evacuado el municipio, la incertidumbre todavía no había abandonado a los vecinos, que siguen repartidos entre Nuévalos y Calatayud. "No es posible volver al municipio aún", afirmó Melendo, según la información que le había trasladado el 112. En total, unos 87 vecinos de Castejón de las Armas seguían sin saber cómo estaban sus hogares, "no tienen acceso al pueblo y no saben cómo está".

Más suerte corrieron los de Moros, a los que sí que se les permitió -eso sí, acompañados por los agentes de la Guardia Civil- acceder al municipio para poder recoger algunas pertenencias. "Ya no hay fuego por los alrededores, pero todavía sale humo de que se está requemando algo. Los técnicos nos informarán cuando ya no haya peligro", explicó Morte.

Por su parte, el alcalde de Ateca, Ramón Cristóbal, avanzó que la última previsión del mando de control instalado en el municipio era que el fuego no supusiera un problema para la localidad y, por tanto, no se fuera a "proceder a la evacuación de la zona". El alcalde respiraba al comunicar a los de servicios sociales que acompañaban a los vecinos del municipio que "podían regresar tranquilos a sus domicilios". En la noche del martes, recordó Cristóbal, se vivieron momentos "críticos" y estuvo sobre la mesa la posibilidad de la evacuación pero "hoy -en referencia a este miércoles- ha sido un mejor día y las perspectivas son mejores". Y añadía que "la gente estaba muchísimo más tranquila".

El millar de vecinos de Alhama de Aragón también "está deseando volver", pero aunque "a simple vista" no se aprecia ningún riesgo, "por prudencia", todavía no pueden hacerlo, explicó José María Castejón, alcalde de la localidad. Insistió en que "nunca se sabe" qué rumbo pueden tomar la dirección del viento y el fuego. Este miércoles por la tarde, desde el cielo, detalló, se veían "hidroaviones y transporte aéreo que seguían trabajando en las labores del extinción".

El fuego calcinó algunas partes del territorio del valle de Valdelloso, que se encuentra entre las localidades de Alhama de Aragón y Bubierca -también desalojada-, donde se halla la antigua ermita de Santa Quiteria. "Se han quemado algunos cultivos de alrededor y no sabemos si también está afectada la ermita", señaló.

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