Cuidado: los piojos también se van de campamentos

El verano es una época propicia para la pediculosis. Las piscinas o acampadas son caldo de cultivo estupendo para estos parásitos.

Cómo son y cómo acabar con los piojos.
Cómo son y cómo acabar con los piojos.
K. U.

Son pequeños insectos que se alimentan de sangre y se agarran al cuero cabelludo. Miden apenas 2 o 3 milímetros pero pueden convertirse en una pesadilla si no se toman medidas a tiempo. Los piojos, esos grandes compañeros de clase durante el curso escolar, no guardan vacaciones en verano, y también se van de campamentos e incluso a la piscina.

Las primeras señales de alarma son un intenso picor que hace inevitable rascarse la cabeza. Esta sensación se produce por la saliva que suelta el piojo a la hora de morder el cuero cabelludo para obtener la proporción de sangre que necesita para vivir

"Es importante comprobar que ese picor se produce por la infestación antes de comenzar con un tratamiento, puesto que usarlo sin tener piojos no previene de su contagio", explica Virgina Barrau, vocal de Dermofarmacia del Colegio de Farmacéuticos de Zaragoza.

"A pesar de la extendida creencia que relaciona estos insectos con la falta de higiene, los piojos van al pelo limpio. El contagio se produce siempre de cabeza a cabeza, por eso es tan importante que no se compartan pañuelos, camisetas o cualquier otro tipo de elemento que puedan estar en contacto con el cabello", cuenta Virgina Barrau, prácticas muy habituales durante el periodo de campamentos de verano.

¿Los piojos atacan más en verano?

"No es cierto que haya más en una época del año que en otra, de hecho casi son más propios del invierno. Lo que ocurre es que en verano hay más colonias y campamentos de escolares y por el tipo de actividades resulta más sencillo el contagio", explica Javier Lucientes, catedrático de Parasitología en la Facultad de Veterinaria de la Universidad de Zaragoza.

"No les gusta ni el cabello corto ni el calor. Son animales que están muy adaptados a vivir sobre las personas y sobre todo entre el cuero cabelludo, que guarda perfectamente nuestra temperatura corporal", comenta el experto.

Viven entre 33 y 35 días y se reproducen de forma ágil poniendo huevos con eficacia, motivo por el que resulta muy importante eliminar la plaga cuanto antes con el fin de evitar que se propague. 

Su éxito reside en la gran capacidad de apareamiento del macho, que puede fertilizar una gran cantidad de hembras y cada vez que lo hace estas depositarán diariamente de 4 a 8 huevos durante cerca de 3 semanas, por lo que cada piojo hembra podrá dar origen a entre 60 y 120 huevos a lo largo de su vida. Si la reproducción no se frena podrán invadir por completo la cabeza de sus huéspedes. Por eso los especialistas insisten en la importancia de "reconocer su desagradable presencia cuanto antes para poder poner remedio". 

"Es esencial elegir un buen tratamiento para evitar que el contagio se extienda a más personas. Para ellos habrá que retirar los huevos con una liendrera, -un peine especial con una distancia entre las púas de 2 o 3 milímetros-, para poder arrastrarlos", explica la vocal de Dermofarmacia.

Una de las peculiaridades de los piojos es que se quedan fijados a la raíz del cabello, "debido a que tienen unas uñas muy fuertes", apunta Lucientes, y sueltan una sustancia pegajosa, insoluble en el agua, "por eso es fundamental seguir las instrucciones del tratamiento elegido y comprobar a las 24 o 48 horas que no hay restos de liendres o piojos", asegura Barrau, quien también recomienda usar productos especiales "para retirar los posibles insectos de la ropa".

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