Andamios a más de 12 metros de altura para acometer el "maravilloso" reto de restaurar las pinturas de la Cartuja
Los trabajos de esta primera fase acabarán a finales del próximo verano y en primavera, estará listo además el nuevo centro de visitantes. Ambas actuaciones están promovidas por la DPH y suman una inversión de 921.000 euros.
La Cartuja de Nuestra Señora de las Fuentes, ubicada en Sariñena, sigue sumando importantes hitos en su proceso de recuperación. El actual es uno de los más significativos y ambiciosos, ya que incluye la restauración de las pinturas murales de la nave de la iglesia. Los frescos son obra de fray Manuel Bayeu.
Desde su adquisición en el año 2015, la Diputación Provincial de Huesca ha invertido ya más de 2,5 millones de euros en la rehabilitación del monumento, poniendo fin a su progresivo deterioro y devolviéndole parte de su esplendor. La fase actual alcanza los 921.000 euros. Dentro de ella, además de la restauración de las pinturas murales, se incluye la rehabilitación del edificio de las antiguas porterías, que se convertirá en un centro de visitantes, con aseos, zona de descanso y un área de información turística. El edificio, que estará listo en primavera, incluirá además dos apartamentos para el personal que realice tareas de investigación o restauración vinculadas con el monumento.
Las visitas conviven con la transformación del enclave. De hecho, el público sigue accediendo cada fin de semana bajo el reclamo “abierto por obras”. Ahora mismo, muchos se sorprenden al encontrarse la nave de la iglesia cubierta de andamios. La estructura alcanza los 12 metros de altura, con el fin de poder actuar sobre la bóveda y los muros. A esta tarea, está entregado desde el pasado mes de octubre un grupo de quince especialistas en restauración de la empresa Ártyco, que, según explican, asumen esta labor como un "maravilloso" reto, por la belleza y valor de los frescos. El resultado, ya sin andamios de por medio, podrán admirarse a finales del próximo verano.
El trabajo actual abarca unos 600 metros cuadrados y es la primera de las fases destinadas a la restauración de los más 2.000 que comprende la obra pictórica de Bayeu, uno de los conjuntos pictóricos murales más importantes del siglo XVIII en Aragón. El pintor invirtió más de 30 años en la decoración de la Cartuja de Las Fuentes. Su legado está considerado una de las mayores manifestaciones de la pintura barroca aragonesa por su extensión, coherencia y significado, además de constituir la obra fundamental del que fuera cuñado de Goya.
En su visita a los trabajos, la vicepresidenta de la DPH, Elisa Sancho, insistió en el empeño de la institución de hacer compatibles las obras de restauración y las visitas, con el fin de que "el público pueda descubrir la riqueza y belleza de este desconocido monumento", que, tal y como explicó, debe "ser un motor de desarrollo económico y social para la zona de Los Monegros y para el conjunto de la provincia de Huesca".
Sancho también desgranó el ambicioso proyecto de restauración diseñado ya hasta el 2024. A lo largo de este mismo año, está previsto poner en marcha nuevas actuaciones en el claustrillo y patios interiores, la tapia exterior y las pinturas de la tribuna de la iglesia. La inversión rondará el millón de euros. Además, según avanzó la vicepresidenta de la DPH, asumirán un nuevo reto, actuar sobre el edificio de obediencias, llamado a devolver la vida a la Cartuja de Las Fuentes. Dentro del mismo, está previsto acondicionar varias aulas de trabajo así como un espacio de hospedería, conservando elementos originales como la estructura exterior, la escalera o la chimenea.
Durante la visita, también dieron más detalles de la restauración pictórica en marcha dos de los responsables de la empresa Ártyco, Fernando Guerra y Azucena Prior. Ambos se mostraron "orgullosos" de formar parte de este proyecto y, al mismo tiempo, agradecidos con la oportunidad de ser los primeros en intervenir sobre la obra de Bayeu, que, según apuntaron, permite ser consciente de su "increíble maestría y dominio del color, el dibujo y las técnicas pictóricas".
La coordinadora del proyecto de restauración, Azucena Prior, explicó además que el trabajo del equipo desplazado se centra "en la conservación de las obras, mediante técnicas y tratamientos que aseguren su permanencia". La especialista ha reconocido que algunas de las obras estaban muy deterioradas por la humedad y el paso del tiempo, haciendo necesario retirar determinadas materias superpuestas que ocultaban o desfiguraban su superficie. Asimismo, aunque sin borrar las huellas del paso del tiempo, los restauradores trabajan en dar un orden sobre todo lo perdido o disgregado, dándole una integración cromática.
La zona a restaurar incluye la bóveda y los muros. En estos últimos, se narra la pasión de Cristo en nueve escenas pintadas al óleo por Bayeu y enmarcadas con molduras del escultor Pedro Salas. Y en la bóveda figuran cuatro pasajes de la vida de la Virgen María: la Visitación, la Anunciación, los Desposorios y la Presentación de la Virgen niña.
