Médicos y enfermeras jubiladas refuerzan ya el sistema sanitario aragonés: "No podía estar sin hacer nada"

Al doctor Delfín Sarasa le dio mucha pena jubilarse. Lo hizo con 66 años tras una vida como médico rural de Atención Primaria en la zona de Cariñena, y aunque nunca llegó a desligarse de la profesión, jamás pensó que volvería a ‘ponerse la bata’. Ahora, con 67, se ha presentado voluntario para reforzar el sistema sanitario ante la saturación que está provocando la variante ómicron en los hospitales y ambulatorios de la comunidad aragonesa. Lo ha hecho "por la necesidad social existente" y por el "altísimo" volumen de trabajo que, día a día, siguen soportando los profesionales de Aragón.

Este miércoles fue su primer día en el centro de salud Romareda (Seminario), donde ayudará a tramitar las bajas laborales. "Para mí es una experiencia nueva. Solo hoy había una lista de más de 300 partes a revisar. En dos horas he llamado a unas 40 personas", explicó. Cada paciente tiene sus dudas. "A la mayoría, lo que les agobia es no tener el parte de baja, ya que las empresas se lo piden. Una vez resuelto ese trámite te preguntan, sobre todo, si pueden salir a la calle con mascarilla y otras cuestiones relacionadas con el protocolo de aislamiento. Como el acceso a los sanitarios está tan complicado, nos trasladan #sus dudas a nosotros", apuntó.

En principio estará un mes, periodo en el que también podría reforzar otros puntos como Valdespartera, aunque no descarta ampliar su colaboración. "Todo dependerá de cómo responda mi salud y mi cuerpo. Trabajando casi me encuentro hasta mejor. Animo a todos los compañeros que quieran apuntarse, merece la pena", afirmó.

Mercedes Pascual también volvió este miércoles al Miguel Servet, su casa durante más de 39 años. Enfermera de profesión, fue supervisora de Traumatología, una experiencia que, en el contexto actual, resulta especialmente importante. "Conozco a los médicos, las patologías... Aquí sé que voy a ser útil", explicó. En su caso, "ver lo mal que están los hospitales y los centros de salud" es lo que hizo que se apuntara a la bolsa habilitada por la Consejería de Sanidad.

"No podía estar en casa sin hacer nada. En los próximos dos o tres meses estaré en consultas de Trauma ayudando en todo lo que se pueda. Realmente se necesitan enfermeras, muchas compañeras están de baja y, nosotras que podemos, tenemos que ayudar en todo lo posible", recalcó.

También quiso hacer un llamamiento a la vacunación. "Es el único tratamiento seguro que tenemos a mano. Esto no puede ser, la sanidad está colapsada", dijo.