Con el coche preparado por si la crecida sigue subiendo
Una familia de Aguilar de Ebro ha colocado sus enseres y muebles en alto por si el agua entra a su vivienda, y pasará la noche en el sofá de su salón.
"Tengo el agua a unos 10 metros de mi casa", relataba anoche María José Izquierdo. Esta vecina de la localidad zaragozana de Aguilar de Ebro, una pedanía de Osera, y su esposo veían este martes por la noches cómo el agua se aproximaba poco a poco hasta su casa.
Para estar alerta, duermen en el sofá de su salón. "La noche del lunes al martes ya dormimos en el sofá y esta noche también. Estuvimos entrando y saliendo a todas horas para controlar", explicó a HERALDO a última hora de este martes. Sin embargo, si la situación se complica, saldrán a dormir a su vehículo. "Lo hemos aparcado en una calle más alta que la casa. Nos han dejado las llaves de una casa, pero estamos más tranquilos si estamos en el coche y podemos controlar cómo sube", manifestó Izquierdo, agradeciendo el gesto de sus vecinos.
Situaron sus enseres y muebles en alto, por si el agua finalmente llega. "Hemos subido los bancos, las mesas y herramientas. Además, hemos taponado las puertas por si llegara a entrar al terreno, tener todo protegido", contaba esta vecina.
Estos vecinos de Aguilar de Ebro están "en riesgo", como señaló Enrique Gómez, alcalde de Osera, y están avisados de que el agua pueda entrar, pero que lo haga o no es una incógnita. "El Ebro es muy traicionero...", lamentaba María José. "Si aquí entra... en Pina estarán mucho peor", vaticinaba. Está previsto que la punta de la crecida llegue a lo largo de este miércoles hasta las localidades de la ribera baja.
En las últimas riadas no han tenido que achicar agua - "en la de 2015 nos fue rasa, hasta la puerta de la bodega"- pero sí que tuvieron problemas. "Nos hizo daños. Tuvimos que levantar unos diques, se nos cayeron unas cuántas baldosas de la pared, tuvimos que sacar a los animales...", enumeró esta vecina, a horas de que llegara la punta de la crecida.
El agente de Protección Civil de Osera les visitó hace unos días y colocó una cinta que colocaron para impedir que bajaran los curiosos al cauce, dada la peligrosidad.