Las tormentas no dan tregua en la provincia de Teruel y descargan en Villel granizo como bolas de billar

Coches abollados, canaleras y tejas rotas, goteras en las casas y huertos "arrasados": balance de daños en este municipio de la Comarca Comunidad de Teruel.

Operarios del Ayuntamiento de Albarración retiran barro de las calles que dejó la tormenta. Al lado, tamaño del granizo caído en Villel
Operarios del Ayuntamiento de Albarración retiran barro de las calles que dejó la tormenta. Al lado, tamaño del granizo caído en Villel
Javier Escriche

La mitad sur de la provincia de Teruel vivió este miércoles su tercer día consecutivo a merced de una serie de tormentas de lluvia y granizo que han provocado daños considerables en varios núcleos de población -especialmente en la ciudad de Albarracín- así como en la agricultura, además de generar destrozos en caminos rurales y en algunas carreteras secundarias de la Sierra de Albarracín.

Una de las localidades más afectadas por el temporal fue Villel, a 15 kilómetros de la capital turolense, donde una tormenta seca descargó por la tarde pedrisco del tamaño de bolas de billar y de huevos de gallina. "Han sido solo diez minutos, si llega a durar más nos deja a todos pelados", afirmó el alcalde, Juan José Gómez. Coches abollados, canaleras y tejas rotas, goteras en las casas y huertos "arrasados", es el balance de daños que realiza el regidor de este municipio de la Comarca Comunidad de Teruel.

Similar situación se registró el pasado martes en Torrelacárcel, donde el granizo, de gran volumen, cayó con fuerza durante 20 minutos "destrozando tejados de uralita y causando daños en todos los coches que estaban aparcados en la calle", lamentó un vecino, Gilberto Villén.

Mientras, Albarracín se afanaba este miércoles por recuperar la normalidad tras haber sufrido el día anterior una tremenda tromba de agua que dejó más de 60 litros por metro cuadrado en apenas una hora y que hizo saltar todas las alarmas en la residencia de mayores, donde el agua inundó el comedor y la sala de televisión obligando a trasladar a los residentes a otra zona del edificio. Operarios del Ayuntamiento limpiaron durante toda la mañana las calles de la gran cantidad de lodo -alcanzó 50 centímetros de altura en algunos puntos- que el caudal de una rambla cercana arrastró hasta el corazón mismo del Centro Histórico, la Plaza Mayor, una zona que ayer estaba llena de turistas.

Varios establecimientos hosteleros sufrieron inundaciones y no pudieron abrir sus puertas ayer. Es el caso del bar Aben Razín, cuyo dueño, Mario Doñate, relató que, en plena tormenta, vivió momentos de gran inquietud cuando el agua, que bajaba "como un río" por la calle, empezó a entrar en el establecimiento y, con ella, una multitud de turistas que querían refugiarse. "Alcanzó un nivel de 20 ó 30 centímetros sobre el suelo; por suerte, recordamos que bajo una baldosa había un desagüe y no paramos hasta encontrarla y poder romperla para facilitar la evacuación", cuenta.

Algunas casas de la localidad también sufrieron inundaciones en patios y garajes, mientras que la plaza de Albarracín se convirtió por momentos en una balsa de agua

"Fue impresionante"

La propietaria del restaurante Alcazaba, Elisa Punter, calificó la tormenta de "impresionante" y explicó que el agua inundó el patio, la cocina y el almacén de su local "en solo un cuarto de hora".

Jordi Valldeoriola, que regenta una tienda de recuerdos en Albarracín, explicó que su establecimiento "se llenó con un palmo de agua, tierra y piedras", lo que causó daños a buena parte de la mercancía expuesta. Ante el temor de que volviera a llover ayer por la tarde, este vendedor preparaba una barricada hecha con las camisetas y otras prendas textiles desechadas que evitase la entrada del agua en el interior de su comercio.

Jaime Lahoz, propietario de la red de estaciones meteorológicas Meteoclimátic, con una decena de estas instalaciones repartidas por la Sierra de Albarracín, señaló que el tren de tormentas que ha barrido la mitad sur de la provincia en los últimos tres días "no es un fenómeno extraño", si bien destacó que la inestabilidad generada en esta ocasión ha sido "muy severa". Lahoz, que observa el tiempo como aficionado, recuerda que la provincia de Teruel "es la zona con mayor número de tormentas al año a nivel estatal".

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