Tercer Milenio

En colaboración con ITA

centenario de la epidural 

Fidel Pagés, el cirujano oscense inventor de la anestesia epidural con una vida digna de un guión de Hollywood

Este mes se cumplen 100 años de su trascendental descubrimiento. Su biógrafo Ignacio Velázquez y su bisnieta Almudena de la Mata reivindican su figura: "Podría haber tenido un Nobel, pero murió demasiado joven".

Fidel Pagés, médico militar oscense que inventó la epidural en 1921.
Fidel Pagés, médico militar oscense que inventó la epidural en 1921.
Heraldo

Sostiene Almudena de la Mata que la figura de su bisabuelo Fidel Pagés Miravé, el cirujano oscense inventor hace ahora 100 años de la anestesia epidural, es "digna" de una película de Hollywood. Y la verdad es que es una idea con mucho fundamento: personas menos brillantes han protagonizado films o series con varias temporadas. 

"Su vida tiene de todo. Varios conflictos bélicos, fue a campos de prisioneros en la I Guerra Mundial a inspeccionar que se actuara de acuerdo con los derechos humanos, fue médico personal de la reina María Cristina, su muerte trágica siendo muy joven cuando iba en coche con sus cinco hijos justo cuando había publicado su investigación, que no le dio tiempo a difundir...", enumera su bisnieta.

Nacido en Huesca en 1886, este médico militar aragonés está detrás "del descubrimiento que más ha impactado en la calidad de vida de los pacientes en el mundo", tal y como resalta su biógrafo, Ignacio Velázquez, especialista en Anestesia y Tratamiento del Dolor. "Ninguna técnica anestésica ha resistido el paso de los años, tan solo la epidural. Su gran artículo 'Anestesia metamérica' (publicado en 1921 en la 'Revista Española de Cirugía', que codirigía hasta su deceso, y en la 'Revista de Sanidad Militar') es tan de actualidad que hoy en día cualquier estudiante y residente de Anestesia podrían estudiar y aprender cómo se hace una epidural con él. Realizó 43 casos de técnica epidural y en su artículo dice que 'estos son estudios preliminales'", afirma.

Además, el 'padre de la epidural' es también pionero en la cirugía de abdomeninaugura lo que hoy en día se llaman los puestos quirúrgicos avanzados. "Los quirófanos se desplazan allá donde está el frente para que los heridos abdominales de vientre se atiendan cuanto antes porque tienen mayor supervivencia. Su artículo 'Heridas abdominales de guerra. Mi experiencia personal' -publicado después del Desastre de Annual- es impresionante desde el punto de vista quirúrgico. En la I Guerra Mundial, los grandes cirujanos de la época se oponían a atender a esos heridos. El alemán Bergmann tiene una frase desafortunada que decía 'Yo no opero moribundos'; y Mac Cormac afirmaba: 'A herida de vientre, abstención'. Pagés, que era un joven de 35 años, critica esa actitud. Hoy en día una herida de vientre se opera inmediatamente", explica el doctor Velázquez.

En su artículo 'Anestesia metamérica', Pagés dio a conocer su descubrimiento de la técnica epidural lumbar.
En su artículo 'Anestesia metamérica', Pagés dio a conocer su descubrimiento de la técnica epidural lumbar.
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Su vida militar marcó su periplo vital y en tan solo 14 años de carrera profesional (desde que termina Medicina en la Facultad de la Universidad de Zaragoza en 1909, con un expediente académico brillante, y hasta que fallece en accidente de tráfico en 1923) acude a cuatro conflictos bélicos. "En tres ocasiones a Melilla: en 1909 durante el episodio del Barranco del Lobo; en 1912 cuando la guerra del Kert y en 1921 tras el Desastre de Annual. Además, va como voluntario de inspector a los campos de prisioneros del Imperio austrohúngaro en la I Guerra Mundial y lo destinan seis meses a Viena. Es un hombre implicado en el tratamiento de los heridos en combate. Su vida militar le lleva a ser mejor cirujano porque las circunstancias en las que opera son adversas y consigue superarse a sí mismo", detalla su biógrafo.

Cartas desde la guerra y visitas a Aragón para ver a su madre

Almudena de la Mata recuerda que su bisabuelo ya desde pequeño tenía conciencia de querer trabajar para los demás. "Hay una frase que escribió a su padrastro (su padre murió siendo el niño), al que quería mucho, en la que decía: 'Quiero trabajar lo mejor posible para hacer honor a ti y ayudar a la sociedad'", cuenta. 

Su bisnieta también destaca su trato "muy cariñoso" con la familia y su capacidad de aprendizaje autodidacta (hablaba francés y alemán). "Tenemos una colección de postales que mandaba desde la guerra en las que aprovechaba los espacios entre líneas para volver a escribir. En ellas refiere lo que le pasa y la experiencia tan traumática de la guerra. Le preocupaba la salud de los soldados y también mostraba mucha preocupación por la familia. Sus hijas, que eran pequeñas cuando murió, siempre tenían esa idealización de su padre como buena persona", dice.

Fidel Pagés atiende a un paciente.
Fidel Pagés atiende a un paciente.
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Pagés Miravé se crió en una familia de clase media trabajadora en la que no había ningún médico. Curiosamente, él ha dado pie a una saga de galenos en todas las generaciones de su familia. "Es un niño que con su esfuerzo, su ilusión y dedicación consigue cosas importantes en muy pocos años de vida. Es un ejemplo muy bueno de muchos valores que siempre son referentes: un espíritu de hacer el bien, de trabajar y de bondad. Es una persona que combina el rigor científico con la creatividad y el espíritu emprendedor", subraya Almudena, que añade que su bisabuelo viajaba regularmente a Aragón a visitar a su madre. "'Mi querida Huesca', decía en sus tarjetas".

"Mi bisabuelo era una persona que combinaba el rigor científico con la creatividad y el espíritu emprendedor"

Cuando se cumple justo este mes de marzo 100 años de su descubrimiento de la epidural, tanto Almudena de la Mata como Ignacio Velázquez reivindican su figura y critican que no sea lo suficientemente reconocida "para la importancia de la dimensión y el impacto social" que tiene. "Madrid tendría que tener un hospital con su nombre", reclama su bisnieta.

Hace escasas semanas, la Sociedad Española Multidisciplinar del Dolor (Semdor) organizó una jornada para rendirle un homenaje. Se tuvo que celebrar de forma telemática ante las medidas impuestas para frenar la pandemia. Menos suerte han tenido los actos que se iban a celebrar este año en Huesca, que por culpa de la covid se han retrasado, tal y como indica Almudena. "Iban a involucrar a la sociedad civil, a la universidad, al ayuntamiento... Ha tenido mala suerte el pobre", dice.

Por su parte, Velázquez señala que si Fidel Pagés hubiera nacido en Estados Unidos, el Reino Unido o Francia este 2021 sería un año de festividad en los respectivos países, además de tener calles y hospitales con su nombre. "Tendría monumentos en las principales plazas y aquí estamos luchando por que alguien le reconozca el enorme mérito y la gran trascendencia que tiene. Es muy triste que los ministeros de Defensa y Sanidad pasen de puntillas sobre este descubrimiento y que no haya un solo hospital en España que lleve su nombre, excepto el de Melilla, que está demolido", se lamenta el también miembro fundador de Semdor.

Por la placa en el quirófano de Melilla

Precisamente, la primera noticia que tuvo del cirujano militar aragonés fue cuando llegó a la ciudad autónoma destinado como jefe del servicio de Anestesiología a dicho centro sanitario. "Cuando fui al quirófano había una placa dedicada a él que ponía 'Aquí operó Pagés. Sirviendo a la patria enalteció la ciencia'. Eso fue el 13 de febrero de 1983. Me sorprendió que venía de la cuna de la sanidad militar, como es el Hospital Militar Gómez Ulla (en Madrid), y nadie me había enseñado quién era Pagés. Es algo que produce una enorme indignación", asegura.

A partir de ahí, dedicó una década en conocer y divulgar su ingente obra. "Me fue encantando el personaje; ya lo considero como alguien de la familia. Y he tenido la fortuna de conocer a su familia, que es encantadora y me ha ayudado muchísimo en toda esta investigación", añade.

Placa que había en el quirófano del Hospital de Melilla que llevaba el nombre del capitán médico Fiderl Pagés.
Placa que había en el quirófano del Hospital de Melilla que llevaba el nombre del capitán médico Fidel Pagés.
Heraldo.es

Para Velázquez, el que falleciese tan joven sin darle tiempo a publicar su artículo en otro idioma que no fuera el español (se tradujo al inglés en 1963 y al francés, en 1975) y que España entrase en una espiral "de aislamiento científico y político importante" -tras la dictadura de Primo de Rivera, la caída de la Monarquía, la Guerra Civil y "el gobierno autártico" de Franco- son dos factores que explican que no sea lo suficientemente conocido. "Junto con que la anestesia general domina a la epidural. Es al final de la década de los ochenta y primeros noventa, cuando la epidural vuelve otra vez a coger fuerza y donde se ve la verdadera hazaña de Pagés", destaca.

Su temprana muerte a los 37 años truncó su carrera cuando el coche que conducía (volvía de vacaciones junto a su mujer y sus cinco hijos) derrapó a 15 kilómetros de Burgos . "Tenía una gran proyección personal, científica y como cirujano referente en España. Posiblemente junto con Mariano Gómez Ulla era de los cirujanos más destacados. También era amigo personal y médico de la Familia Real. En sus 14 años de vida laboral, pasa por 12 destinos distintos, acude a cuatro conflictos bélicos, hace la tesis doctoral y publica 13 artículos. ¡Fíjese la actividad inquieta que tenía! La placa que vi en el Hospital Militar de Melilla define perfectamente lo que era Pagés: un científico y un patriota", concluye.

Mientras, su bisnieta Almudena de la Mata lamenta que no haya Premios Nóbeles póstumos. "Se lo merecía. Podría haber tenido un Nobel, pero murió demasiado joven".

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