El canfranero que cubre la ruta Zaragoza-Canfranc ha sumado este viernes una nueva incidencia en su larga lista de percances al llegar con un retraso de 45 minutos a Huesca.

Según ha denunciado un usuario a través de la Coordinadora para la Reapertura del Ferrocarril Canfranc-Olorón (Crefco), el tren se ha detenido un largo rato en la estación de Almudévar, situada en San Jorge y "donde normalmente no hace parada salvo que haya previsto un cruce", explica Luis Granell, portavoz de Crefco.

"De acuerdo con lo que ha dicho el viajero, el interventor les ha informado de que había un problema con el cambio de vías en la estación de Tardienta y que incluso han mencionado la posibilidad de trasladar a los viajeros en autobús", asegura Granell.

Finalmente, después de que pasara en sentido inverso el regional procedente de Lérida, el tren con destino a Canfranc ha podido proseguir su marcha. Sin embargo, el retraso acumulado ha hecho que el 'tamagochi' se cruzara en Tardienta con el tren que hace el recorrido Huesca-Zaragoza, por lo que ha tenido que ser desviado a una vía apartada para dejarle paso y salir marcha atrás para incorporarse de nuevo. El problema, según apuntan dese Crefco, es que en Tardienta, "tienen acceso al andén dos vías de ancho europeo por las que pasa el AVE y solo una de ancho ibérico".

El tren, que ha salido de la estación de Delicias a las 15.41 debía llegar a Huesca a las 16.45, aunque finalmente ha llegado a las 17.30.

Renfe ha confirmado que se trata de "un problema en la infraestructura que afecta a los cambios en Tardienta" y que en estos momentos los técnicos continúan trabajando para reparar la incidencia. Por el momento, Renfe ha informado de que ya se han visto afectados dos trenes, que han acumulado retrasos de aproximadamente una hora.

Un tren con las plazas duplicadas

Este viernes, el canfranero de las 15.41 ha salido de Zaragoza con dos coches acoplados, cuando normalmente solo viaja con uno, lo que ha significado un considerable aumento en el número de plazas para los viajeros.

La semana pasada, coincidiendo con el puente de San Jorge y la incertidumbre por la reapertura del Monrepós, una veintena de pasajeros tuvieron que viajar de pie porque no había asientos suficientes. Algo, que según Renfe, "está permitido en los trenes de media distancia".

En esta ocasión, también coincidiendo con un puente, el del 1 de mayo, el tren tenía un mayor número de plazas. De hecho, en la parada de Huesca, ha subido un grupo de unos 50 jubilados franceses que viajaban hasta Sabiñánigo para hacer turismo. "Intentamos adaptar el tren a las plazas que hay reservadas", aseguran desde Renfe.