Gimeno insiste en mantener Sucesiones pero se abre a cambios puntuales

Propone dar facilidades para pagarlo y revisar algunos coeficientes

Darío Villagrasa, Alfredo Sancho y Fernando Gimeno, en la sede del PSOE
Darío Villagrasa, Alfredo Sancho y Fernando Gimeno, en la sede del PSOE
José Miguel Marco

El consejero de Hacienda, Fernando Gimeno, se ha abierto este jueves a "reformar" y "simplificar" el impuesto de Sucesiones para resolver aquellos problemas que se han detectado hasta la fecha. Lo ha hecho en un encuentro convocado por el Grupo Socialista con vecinos, empresarios, gestores, entidades del tercer sector y representantes de Aragón Stop Sucesiones apenas 24 horas después de que el presidente de Aragón, Javier Lambán, reconociese que puede haber "casos excepcionales que atender".

Gimeno se ha referido a la necesidad de resolver el problema que se da cuando los contribuyentes no tienen liquidez suficiente para pagar el impuesto. También cree necesario replantear los coeficientes multiplicadores actuales, ya que, cuando no hay un parentesco directo, la cantidad a abonar es "altísima", algo que, en su opinión, "no parece muy razonable".

"Existe un problema con este impuesto que hay que resolver. Estamos dispuestos a hablar y escuchar para mejorarlo, pero los recursos son necesarios", ha recalcado.

Aunque no ha dado fechas, Lambán ya adelantó que este impuesto no se tocará en el presupuesto de 2018, de modo que su eventual reforma no llegaría hasta 2019, año electoral. La DGA prevé que la recaudación supere los 170 millones de euros al acabar el año, cifra que supera con creces los 140 que esperaba percibir. De hecho, en los tres primeros trimestres del año ha ingresado 146 millones procedentes de derechos reconocidos.

Gimeno ha insistido en que en 35.000 de las 43.000 autoliquidaciones tramitadas hasta el momento, un 83%, no se ha abonado un euro. "De los grupos 1 y 2 (cónyuges, padres e hijos) solo han pagado 1.797 personas. Es un número muy reducido. La mayor parte no lo hace porque no tiene patrimonio para ello", ha subrayado.

Ha aludido, por otra parte, a la necesidad de impulsar una armonización fiscal y de marcar unos mínimos y unos máximos para todas las comunidades. El consejero ha recordado que este impuesto data de 1987 y que "el nivel de renta y de patrimonio de los españoles ha cambiado de una forma muy importante"."Hay que replantear los niveles de excención y eso lo tiene que regular el Estado", ha dicho.

Ni Gimeno ni Lambán contemplan la posibilidad de suprimir este impuesto, ya que, como ha recordado el titular de Hacienda, "mantener los servicios públicos cuesta mucho dinero". "Con la recaudación de Sucesiones no llega ni para pagar la farmacia medio año. Si no suben los ingresos no podremos mantener un Estado del bienestar como nos gustaría", ha apuntado. A su entender, este gravamen queda justificado "por su progresividad"."A partir de ahí, hay que introducir criterios de racionalidad; impuestos que no perjudiquen la actividad económica", ha afirmado.

Alegaciones y cupo vasco

El consejero ha confirmado que el Ejecutivo autonómico ya ha presentado sus alegaciones al informe de expertos sobre la reforma de la financiación. "Ya las tiene el Ministerio de Hacienda. Van en un sentido muy simple: seguimos defendiendo que Aragón no va a aceptar ninguna reforma fiscal que signifique una disminución del nivel de ingresos que mantenemos en la actualidad. Los costes de los servicios son más altos por una razón muy sencilla: la densidad de población, la despoblación y el envejecimiento", ha apuntado.

Respecto al cupo vasco, aprobado este jueves en el Congreso, ha defendido que "País Vasco y Navarra deben replantearse su solidaridad con el resto de comunidades autónomas"."En cualquier caso, se puede seguir hablando de cómo contribuyen a la solidaridad global", ha señalado Gimeno.

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