La mitad de los aragoneses de 15 años aspiran a terminar una carrera universitaria

Los jóvenes de la Comunidad, los más preocupados de España por sacar las peores notas del colegio.

Imagen de archivo del instituto de La Azucarera
Imagen de archivo del instituto de La Azucarera
Asier Alcorta

El último informe de PISA sobre 'El bienestar de los estudiantes', publicado esta semana, pone en evidencia las aspiraciones académicas de los jóvenes de Aragón. Según estos datos, el 51,6% de los aragoneses de 15 años aspiran a terminar una carrera universitaria; una cifra que se encuentra ligeramente por encima de la media nacional (50%). A estas edades, al menos la mitad de los jóvenes todavía esperan llegar a finalizar con éxito la etapa universitaria, no obstante, existen importantes diferencias entre las comunidades. Mientras que en Cataluña es donde más confianza tienen (un 57,4% esperan alcanzar la etapa universitaria), en Canarias esta cifra se reduce de manera considerable hasta llegar a un 43%.

"Estas cifras parecen un poco bajas teniendo en cuenta la edad en la que se encuentran, sin embargo, tampoco son extrañas", reconoce Alfonso Zafra, representante de Enseñanza de CSIF Aragón. Desde su punto de vista, el hecho de que solo el 50% de los aragoneses aspiren a tener un título universitario se debe a la situación económica actual: "La falta de trabajo provoca que muchos alumnos se decanten por otras opciones que no sean universitarias para ampliar su formación; ya que en estos momentos tener una carrera no te asegura un empleo".

Carlos Gómez, profesor de Sociología de la Universidad de Zaragoza, comparte esta opinión: "Muchos conocen a hermanos, primos, amigos… que han terminado a su carrera universitaria y tienen dificultades para situarse laboralmente. De manera que empiezan a plantearse si el esfuerzo compensa". Además señala que los cambios que se están produciendo en el mercado laboral por el impacto de las tecnologías están contribuyendo a la desaparición de muchos oficios y a la aparición de otros nuevos. "Por eso, hay un cierto desconcierto entre algunos de estos jóvenes, que tampoco saben si la carrera universitaria es realmente una alternativa para ellos", recalca.

A pesar de que estas cifras puedan llegar a sorprender, en la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), que es la encargada de elaborar este estudio, la media se sitúa en un 44%. Este organismo aglutina un total de 34 países, entre los que se encuentran algunos de los pertenecientes a la Unión Europea, además de Chile, Estados Unidos, Canadá, Japón, Israel o Nueva Zelanda. Este estudio señala que el 71% de los estudiantes cuya madre tiene estudios universitarios esperan completar la universidad, mientras que esta cifra se reduce al 37% cuando la madre solo terminó la educación secundaria inferior. Además, puntualiza que los estudiantes que repitieron un curso son un 76% menos propensos a aspirar a estudios universitarios.

A pesar de que Aragón es una de las cinco comunidades autónomas con mejores resultados en el informe PISA 2015, los jóvenes residentes en la comunidad son los que más se preocupan por si sacan malas notas. Así se desprende de los nuevos datos facilitados esta semana, que señalan que el 90,1% de los quinceañeros se encuentran intranquilos por esta cuestión. Esta cifra es la más elevada de toda España, mientras que en el punto opuesto se encuentran los gallegos: solo un 77% se inquietan por tener las peores notas en el colegio.

"Este miedo a los exámenes es un problema pedagógico que proviene de la obsesión de las familias y de algunos docentes por las pruebas objetivas. Desde pequeños escuchamos a nuestros padres preguntarnos por los exámenes, decirnos que tenemos que estudiar, que es muy importante...; Así, se crea ansiedad ante la llegada de ese momento (el del examen), sin darnos cuenta de que el día a día en el aula también tiene gran importancia", especifica Zafra.

Por su parte, desde la OCDE justifican esta ansiedad al hecho de que los estudiantes asocian mejores calificaciones con mejores perspectivas profesionales. "En España, los alumnos que quieren elegir entre las mejores oportunidades cuando se gradúen tienen más probabilidades (16 puntos porcentuales más) de sentirse preocupados ante un examen aunque estén bien preparados”, puntualizan desde la OCDE.

En Aragón (cuyos datos son similares a los de la media nacional), el 67,1% de los jóvenes aseguran que se sienten muy ansiosos cuando se presentan a un examen, aunque lo lleven bien preparado. Por su parte, el 47% se ponen tensos cuando estudian y un 57,4% se sienten nerviosos cuando no saben cómo resolver una tarea escolar. Por todo ello, la OCDE reconoce que el alto nivel de ansiedad en los españoles es uno de sus “puntos débiles”. No hay que olvidar que la media de este organismo respecto a estas cuestiones se sitúa en un 55%, cuando se trata los nervios de un estudiante ante un examen que ha estudiado correctamente. Además, solo el 48% de los alumnos de la OCDE sienten tensión al estudiar.

Para evitarlo, la psicopedagoga Olga Lázaro recomienda que las familias se impliquen en las actividades diarias de sus hijos, "puesto que esto tiene efectos positivos tanto en el rendimiento como en la satisfacción de los alumnos". "Es interesante analizar los métodos y procedimientos de estudio y analizar las verdaderas dimensiones del fracaso que puede experimentar", explica. Al mismo tiempo señala que el estudiante no debe combatir la ansiedad, sino aceptarla.

Menos motivados y ambiciosos

Los aragoneses se encuentran ligeramente menos motivados que la media nacional. Esto se deduce a través de las respuestas dadas a dos cuestiones: si quieren tener las mejores notas en la mayoría de las materias y si quieren elegir entre las mejores oportunidades cuando se titulen. En el primer caso, un 70,9% de los estudiantes residentes en Aragón se han sentido identificados con la afirmación, mientras que la media española se sitúa en un 77% y la de la OCDE en un 83%. Por el contrario, dentro del propio país, destaca la situación de Cataluña, donde el 91,4% de los quinceañeros han estado de acuerdo con la afirmación.

Respecto a la posibilidad de elegir las mejores opciones cuando se titulen, no existen casi diferencias. En Aragón, un 93,5% están de acuerdo, mientras que la media española se sitúa en el 94% y la de la OCDE en el 93%. "Para conseguir que los alumnos estén más motivados tenemos que cambiar diversos aspectos del aula. Ya no se pueden utilizar los mismos métodos que hace 20 o 30 años, hay que innovar tecnológicamente y acercarnos a sus necesidades", puntualiza Zafra.

Los españoles y, por ende, los aragoneses son también menos ambiciosos que buena parte del resto de países de la OCDE. En concreto, el 58,6% de los quinceañeros de Aragón sostienen que quieren ser los mejores, hagan lo que hagan (un 65% de media en la OCDE). Asimismo, el 55,2% se consideran ambiciosos (71% de la OCDE) y el mismo porcentaje desea ser uno de los mejores estudiantes de la clase (59% de la OCDE).

"Es un deber para con nosotros mismos alcanzar nuestras máximas posibilidades; y siendo así, hay que ser ambicioso para poder visualizarlas. Hay que buscar la excelencia, los estudiantes no deben conformarse con ser iguales en la mediocridad sino que deben buscar la mejor versión de sí mismos", recomienda Lázaro.

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