Puede ser que algún niño de Torres de Albarracín, Frías o Tramacastilla llegue al Circo del Sol. O puede que no. Pero seguro que este curso están aprendiendo y divirtiéndose mucho en la clase de Educación Física. Treinta niños de estos colegios, pertenecientes al CRA Sierra de Albarracín, están participando en un proyecto para aprender técnicas circenses.

Los alumnos, de entre 3 y 14 años, están aprendiendo coreografías de combas, funambulismo (concretamente, una nueva modalidad llamada 'slackline'), acrobacias gimnásticas, cariocas, platos chinos, malabares, zancos y monociclo. También han hecho un videotutorial, que han colgado en Youtube.

La idea es del profesor de Educación Física y jefe de estudios del CRA, Jorge Domingo. "Me gusta trabajar por proyectos con los alumnos. Es una manera distinta de enseñar y se pueden integrar distintas materias. El curso pasado trabajamos en torno a los Juegos Olímpicos. Para este curso, he organizado un proyecto de circo. Los niños están muy motivados y aprenden mucho", señala el profesor.Intercambio con los futuros profesores

Una de las partes más originales de este proyecto educativo es que los niños de la Sierra de Albarracín no solo aprenden circo sino que también enseñan. Jorge Domingo ha organizado un intercambio con los estudiantes de Magisterio de la Universidad de Zaragoza en Teruel. Los niños han enseñado algunas técnicas a los futuros profesores. Y estos se han preparado otras para enseñar a los chavales. Los escolares y los universitarios tuvieron un encuentro de circo el pasado 15 de diciembre en Torres de Albarracín. Y días después un grupo de niños devolvieron la visita al campus.

El CRA Sierra de Albarracín está formado por siete colegios: Tramacastilla, Frías de Albarracín, Royuela, Torres, Noguera, Guadalaviar y Griegos. Otras dos escuelas cerraron a finales del curso pasado por falta de alumnos: Villar del Cobo y Terriente. En estos colegios rurales estudian niños desde 1º de Infantil (3 años) a 4º de la ESO (14).

"En las escuelas rurales el alumnado es muy heterogéneo. En el aula se mezclan niños de edades muy variadas y los profesores debemos adaptar las actividades. La Universidad no prepara a los futuros profesores para esta realidad. Y hay que tener en cuenta que pasarán un tercio de su vida laboral en colegios rurales", señala Jorge.

Las escuelas rurales también se enfrentan a muchos cambios de profesorado cada curso. "En nuestro CRA, de 19 maestros solo estamos 4 definitivos. Nadie quiere venir a los pueblos más alejados. En mi caso fue vocacional. Yo elegí esta plaza", cuenta Jorge, de 32 años. Él vive en Teruel (a unos 60 kilómetros de distancia) y acude cada día a las localidades del CRA. "Los pasillos de nuestro colegio tienen 30 kilómetros", bromea.