Tercer Milenio
En colaboración con ITA
Tecnología para volver a la agricultura original
La firma binefarense Agro holistic desarrolla una serie de productos y servicios con los que recuperar la vitalidad
que tenía originalmente el suelo agrario.
Agro holistic S.L. es una joven empresa, que opera desde el pasado mes de mayo en la localidad oscense de Binéfar, que ha iniciado un proyecto cuyo objetivo es, en palabras de Alberto Pérez-Roldán socio fundador junto con Ángel Illia, Sonia Alés, Verónica Grolovich y Luzmila Paniello, «restaurar una visión holística de la agricultura, poniendo el foco en el cuidado del agua y la calidad del suelo».
Para ello, ha desarrollado una serie de productos y servicios para poder recuperar la vitalidad que tenía el suelo originalmente. Es decir, volver a la agricultura original pero aportando la tecnología y la ciencia de la que hoy disponemos.
Alberto Pérez-Roldán, que estudió Física en la Universidad de Buenos Aires, explica que lleva muchos años investigando el tema del agua, «pero desde un punto de vista diferente, químicamente, ya que la analizamos cómo se comportan las estructuras que las moléculas del agua forman y que tienen diferentes cualidades y características; llevamos trabajando en esto desde hace más de treinta años». Ahora, con la experiencia que acumula en este campo, comienza este nuevo proyecto empresarial con otros socios para llevar al campo todo el conocimiento acumulado.
Con este objetivo han desarrollado varias técnicas. «Una de ellas es la incorporación en boca de riego de un sistema magnético que aportar un campo magnético de una determinada intensidad que rompe las macroestructuras que las moléculas de agua forman alrededor de los iones disueltos y que, por lo tanto, no están disponibles para la planta permitiendo la formación de pequeños grupos que aumentan la biodisponibilidad de esas moléculas de agua para la planta y para el suelo», indica Pérez-Roldán.
Los beneficios, detalla, son «mayor rendimiento de los nutrientes, menos uso de agua entre un 15% o 20% y una mejor capacidad de biodisponibilidad para absorber nutrientes por parte de las raíces». Comparado con otros, «nuestro sistema incorpora además un filtro electromagnético para que el campo magnético sea lo más puro posible y evitar interferencias con otros campos electromagnéticos», añade.
Pérez-Roldán dice que están contentos de cómo se está implantando la empresa, cuyos sistemas magnéticos están probados en Australia, EE. UU. y España, concretamente en Sevilla, La Rioja y en parques y jardines de Barcelona por ahorro de agua.
Reconoce que no es fácil, porque se enfrentan a «un mercado complejo, donde durante muchos años se ha utilizado un sistema de agricultura que ha funcionado hasta ahora, pero que está llevando al agricultor a una merma de rentabilidad y a un empobrecimiento de la calidad del suelo y de los cultivos», que creen se puede revertir. Por esto, se emplea en explicar que «la clave para nosotros no es vender productos, sino que el agricultor invierta con nosotros porque haya entendido que lo que le proponemos funciona».
Y lo que proponen es «una visión holística donde la clave está en reinterpretar la agricultura y, por tanto, ver el suelo como un agente vivo». Aunque opina que esto no se puede imponer, «sin desear cambiar la mentalidad del agricultor, lo que hacemos es gestionar los cultivos de una manera eficiente y ordenada. Si a partir de ahí, y en base a resultados, se desea hacer un cambio a una agricultura más ecológica lo podemos acompañar, pero básicamente apostando a que no pierda dinero», asegura Pérez-Roldán.
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