Desde el respeto a la Justicia, la Federación de Asociaciones de Padres y Madres de Alumnos de Aragón (FAPAR) ha manifestado su "sorpresa y decepción ante la medida cautelar adoptada por el Tribunal Superior de Justicia de Aragón" que atendiendo la petición de los obispos obliga a mantener como obligatorios 90 minutos en la materia de Religión para quienes opten por ella en Primaria.

La modificación del Currículo de Primaria publicada recientemente recogía, desarrollando la reclamada autonomía de los centros, la posibilidad de que estos elaborasen el tiempo destinado a cada materia, fijando unos mínimos marcados por la normativa estatal. Por ello, la materia de Religión contempla un mínimo de 45´, que cada centro, si así lo deseaba, podía ampliar hasta 90´ a la semana. Por lo tanto no obligaba a nadie a reducir el tiempo de esta materia.

Optar por elegir 45´ en la asignatura de Religión permitía a los centros que así lo deseasen ampliar el tiempo destinado a otras materias, lo que para esta Federación es un avance fundamental en la mejora de la calidad de nuestro sistema educativo.

La medida cautelar del TSJA obliga a que todos los centros impartan obligatoriamente 90´ suponiendo, desde nuestro punto de vista un claro retroceso y una merma en la oportunidad de modernizar nuestro currículo y la organización de nuestros centros.

Esta Federación ha reiterado su deseo de que cualquier doctrina religiosa se mantenga al margen del currículo científico, respetando las creencias particulares de cada individuo y entendiendo que estas forman parte del ámbito estrictamente privado. Es evidente, que hasta la fecha, los Acuerdos con la Santa Sede no lo han posibilitado, lo que ha supuesto, además, que se impartan otras confesiones en nuestras Escuelas, originando problemas organizativos y pérdida de tiempo lectivo al alumnado que, al ser grupos minoritarios, agrupan distintos niveles educativos en el tiempo dedicado a su Religión, detrayéndolo de la impartición de otras materias.

Es conocido igualmente que la reforma de la última Ley educativa, la LOMCE, ha supuesto un afianzamiento de la Religión en las aulas, al incluir los resultados de esta materia en el expediente académico, en una clara apuesta ideológica del Gobierno. Por ello sorprende especialmente que el propio Ministerio de Educación, con competencia en la elaboración del currículo de Primaria en Ceuta y Melilla, aprobase la reducción del tiempo de Religión a 45´, sin que nadie, ni Obispos, ni Profesorado, se molestase por ello ni recurriese esta decisión, evidenciando un doble rasero a la hora de valorar esta materia, puesto que la Religión mayoritaria en estas ciudades no es la Católica.