Cuarta avería de uno de los aceleradores en apenas veinte días

Usuarios y trabajadores han vuelto a mostrar su malestar tras suspenderse tratamientos de radioterapia otra vez.

Acelerador del Servet, que se inauguró en 2009.
El Servet tiene un acelerador que se inauguró en 2009.
HERALDO

Una nueva avería en uno de los aceleradores del Hospital Miguel Servet, la cuarta en apenas veinte días, obligó el miércoles a suspender los tratamientos de radioterapia a varios pacientes. Usuarios y trabajadores del centro han mostrado su malestar por este nuevo parón de la máquina, que se puso en marcha en 2011.


Según confirmaron fuentes del Departamento de Sanidad, el miércoles se había programado el mantenimiento preventivo del aparato, pero durante este, se produjo una avería, que ha dejado sin servicio la máquina desde entonces y que ha obligado a volver a anular citas a los enfermos. De momento, no se les ha comunicado cuándo se retomará la actividad.


En anteriores ocasiones, a raíz del fallo de este acelerador, se tuvieron que suspender las sesiones de 49 pacientes. Un tratamiento de radioterapia requiere una preparación previa muy laboriosa por parte no solo de los médicos, sino también del servicio de Radiofísica ya que tienen que establecerse los niveles exactos de radiación. Estas sesiones normalmente se pautan de manera ininterrumpida no solo por cuestiones médicas sino también por la propia organización del paciente.


Tanto trabajadores como usuarios han criticado el nuevo parón que ha sufrido la máquina y han exigido la compra de nuevos aceleradores para la Comunidad aragonesa, que en estos momentos cuenta con cinco (dos en el Miguel Servet, dos en el Clínico y uno en una clínica privada). La Sociedad Española de Oncología Radioterápica recomienda seis equipos por cada millón de habitantes. Por ello, para 1,3 millones de aragoneses sería recomendable comprar al menos dos más, ya que hay que tener en cuenta que la vida útil de este tipo de aparatos es de una década y muchos de los que actualmente están en uso en Aragón ya suman muchos años. Por ejemplo, uno de los aparatos del Clínico comenzó a funcionar en el año 2000.

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