Ni ahorró los 20 millones prometidos ni ingresó los 18 millones extra que había anunciado. El Gobierno central ha concluido que el Ejecutivo aragonés –el de PP-PAR presidido por Rudi hasta julio y el de PSOE-CHA con Lambán al frente–, estuvo muy lejos de cumplir el plan de ajuste que se impuso en 2015 para intentar cuadrar sus cuentas. Lo llamativo es que lo incumplió pese a que sí hizo un ajuste relevante. Se dio la paradoja de que la DGA primero recortó su gasto de personal en 8 millones de euros, reduciendo el número de trabajadores de la administración al no cubrir las bajas. Sin embargo, después de ese ajuste impuesto por una ley estatal, cedió a la presión de los sindicatos de funcionarios y les pagó 19,5 millones de una parte de la extra que se debía. De esta manera, el recorte de gasto que se consiguió al reducir el número de trabajadores después se anuló con la paga extra pendiente desde 2012.

La polémica medida la aprobó el Gobierno de Rudi poco antes de la campaña electoral de mayo de 2015. Como recalca el Ministerio de Hacienda en su informe sobre el plan de Aragón, el pago de la extra "no estaba previsto en el momento de elaborar el Plan Económicos y Financiero".

Este reclamo electoral hizo que la DGA incumpliese el plan de ajuste en la parte de gastos, que es en el área en el que sí pensaba cumplir. En cuanto al aumento de ingresos, Aragón también se quedó muy lejos del objetivo, aunque en este caso fue poco creíble desde el principio. En el momento de redactar el plan ?(mitad de 2014) la DGA aseguró al Ministerio que iba a conseguir 18 millones vendiendo inmuebles a través de subastas. La cifra real se redujo a los 9 millones, y gracias a que se decidieron contabilizar en 2015 enajenaciones que realmente se habían cerrado en 2014.

150 millones menos de ingresos

El desfase de esos 9 millones en los ingresos por venta de patrimonio es un problema menor si se valora la previsión general que había plasmado el Ejecutivo aragonés en el plan de ajuste que le aprobó el Ministerio de Hacienda y lo que sucedió realmente. En este sentido, hay un desfase de 150 millones de euros entre el dinero que la DGA dijo que iba a recaudar a través de impuestos y conseguir con desinversiones y los que realmente consiguió, según los cálculos de Hacienda.

Con la previsión de gastos sucedió también algo parecido, por el aumento de gasto social aplicado por el Gobierno PSOE-CHA. El resultado de todos estos desfases entre las previsiones y los ahorros reales es que el plan de ajuste preveía que Aragón tuviese un déficit de 235 millones en 2015 y finalmente la cifra se disparó hasta los 721 millones.

"Su impacto ha sido reducido"

Las valoraciones que hace Hacienda del cumplimiento de Aragón de su ajuste en 2015 van en consonancia con los resultados: "Se han producido desviaciones respecto a las previsiones contenidas en el Plan Económico", dice en su informe, para concluir que "las medidas no han alcanzado su impacto previsto" y "su impacto ha sido reducido".