La comunidad gay reivindica “el valor de la diferencia”

Los colectivos LGTB celebran la semana del Orgullo con un llamamiento a la visibilidad y a la lucha contra cualquier tipo de homofobia.

La marcha del Orgullo gay celebrada este miércoles en Zaragoza.
La marcha del Orgullo gay celebrada este miércoles en Zaragoza.
Raquel Labodía

Queda trecho por recorrer, pero las cosas han avanzado mucho en los últimos años. La comunidad LGTB (Lesbianas, Gais, Transexuales y Bisexuales) aragonesa celebra esta semana el Orgullo, saca a la calle sus reivindicaciones y quiere hacerlo “en positivo”, como explica Sara Coloma, de la asociación Somos Familia. Según ella, aunque la igualdad total todavía es una quimera, hay que celebrar los pequeños logros que, poco a poco, consiguen la normalización de todas las tendencias sexuales.


Este año, las celebraciones en la semana del Orgullo han estado muy marcadas por la matanza del pasado 12 de junio en un club gay en Orlando (Florida. EE. UU.), donde 50 personas fueron asesinadas. “El ataque es el recordatorio de que la igualdad no es plena ni siquiera en este lado del mundo”, señala Coloma, que también destaca “las redes solidarias que hay entre las comunidades LGTB, que trascienden fronteras” y han disparado las repercusiones del ataque.


En cuanto a la situación del colectivo en Aragón -y en España-, Sara Coloma destaca los avances legales que se han producido en los últimos años, con el matrimonio homosexual como gran emblema. Aun así, recuerda que “una cosa es el desarrollo legislativo, y otra cosa es la sociedad”. Por eso, reclama sobre todo cambios en el ámbito educativo, que ayuden a normalizar la visión que los aragoneses tienen de las personas LGTB y que, además, ayuden a plantar la semilla de la tolerancia en las futuras generaciones.


También cree que, aunque las situaciones de homofobia no sean muchas ni muy graves, el colectivo –y muy especialmente las familias en las que los padres tienen el mismo sexo- sí vive “una situación de desventaja”.


“Hay una homofobia de baja intensidad, en cosas menores, pero que se acaban acumulando”, explica. “Por ejemplo, que en los impresos para matricular a tu hijo en el colegio se pida siempre el nombre del padre y el de la madre, sin tener en cuenta a otros tipos de familia, o los vaivenes legales sobre el derecho de las mujeres lesbianas o solteras a recurrir a la inseminación artificial en la sanidad pública”, añade.


Pepe Paz, del Colectivo Towanda, cree que lo que se ha conseguido en los últimos años -“las leyes y la presencia social, una aceptación que no existía antes”- son solo unos mínimos sobre los que seguir trabajando. “Todavía hay mucho rechazo a la diversidad y es necesario lograr unos derechos civiles normalizados, lo que pasa por una transformación de la sociedad, de concepciones culturales de fondo sobre la sexualidad y el género”.


“Se trata de que la gente pueda elegir cómo vivir y cómo ser. Suena fácil, pero es una verdadera revolución”, dice.


Además, Paz alerta del auge de los partidos de extrema derecha en muchos lugares de Europa y recuerda que las minorías -entre ellas los homosexuales- serán “la primera víctima de este fascismo emergente”. “Hay que seguir luchando día a día, porque los derechos conseguidos no están asegurados y siempre puede haber vueltas atrás”, señala.Homofobia en el deporte

El mundo del deporte es uno de los más resistentes a la igualdad. Así lo cree Luis Adán, copresidente del Club Elaios, con más de 250 socios que buscan practicar deporte en un entorno LGTB.


Adán recuerda el reciente caso de Jesús Tomillero, el primer árbitro de fútbol que admitió de forma pública su homosexualidad y que se vio obligado a dejar el deporte ante los insultos y agresiones que recibió después de salir del armario. “Es terrible que se juzgue su trabajo por su condición sexual-asegura-, y se demuestra que en España queda mucho camino por recorrer”.


Por el contrario, también hay avances. Adán cuenta que, por primera vez, se ha permitido a un transexual jugar al fútbol americano como varón, algo que, considera, “ha abierto un terreno impresionante”.


En cualquier caso, y más allá de lo puramente deportivo, Adán resume en cuatro puntos las reivindicaciones de la comunidad gay: “Seguir luchando por el respeto, la inclusión, los derechos y la visibilidad”.

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