Un aragonés podría perder el tratamiento para combatir su linfoma por no vivir en Cataluña

Tras un año de enfermedad, la única opción de José Luis es un ensayo clínico de un hospital barcelonés.

José Luis, en una de sus últimas estancias en el hospital debido a su enfermedad.
José Luis, en una de sus últimas estancias en el hospital debido a su enfermedad.
J. L.

“¿Si viviera en Cataluña tendría acceso a otro tratamiento?”. Esta pregunta ronda por la cabeza de José Luis desde que el pasado viernes conoció que el Gobierno de Aragón le había denegado la opción de recibir un medicamento experimental en el hospital público Vall D'Hebron de Barcelona. Este joven zaragozano de 39 años sufre desde hace más de un año un linfoma que se ha mostrado resistente a todos los tratamientos. “Al principio recibí seis ciclos de quimioterapia con una respuesta parcial, posteriormente acudí a 21 sesiones de radioterapia, pero en febrero vieron poca respuesta y volvieron a a darme un tratamiento de quimioterapia”, explica José Luis. 


Tras este segundo ciclo,  su doctora le informó de que no había habido respuestas, "por lo que no me pueden seguir poniendo ningún tratamiento más". En ese momento, le plantearon la opción de un medicamento experimental que está teniendo buenos resultados en el hospital Vall D'Hebron. “La doctora preparó el informe para solicitar a la DGA el traslado y me trasladé a Barcelona”, sostiene. Allí le explicaron que el tipo de enfermedad que padece José Luis era compatible con la medicación y que podría tener resultados positivos.


Sin embargo, el visto bueno del Gobierno autonómico no ha llegado. Cuando hay que realizar un tratamiento en otra comunidad autónoma, un comité médico debe analizar la situación y decidir si se aprueba o no. En este caso, según puntualizan desde el hospital catalán, puede ser que se haya denegado por tratarse de un medicamento experimental. “Cuando se especifica que son ensayos clínicos suele haber algunos problemas en el traspaso de pacientes de una comunidad a otra, independientemente de cuáles sean”, explica una de las investigadoras del Vall D'Hebron. No obstante, es necesario que se obtenga ese permiso para que el paciente pueda ser atendido, ya que le proporciona un número de expediente y el hospital recibe el historial médico.


“Es una pena que el problema sea que es un ensayo clínico”, lamenta su mujer. Desde su punto de vista, acudiendo a Barcelona, José Luis podría tener más esperanzas y, además, ayudaría a otras personas. “Ahora mismo es la única opción que puede resultar efectiva para nosotros, pero también servirá en el futuro para otros pacientes”, especifica. Ante esta situación, decidió mostrar su caso a través de las redes sociales y una amiga suya comenzó una recogida de firmas en la plataforma Change.org. De momento, en menos de un día, ya se han contabilizado más de 7.500.

Un tratamiento innovador

El tratamiento al que se sometería José Luis es un medicamento de vía oral, que se encuentra en la primera fase de ensayo clínico. "Consiste en un compuesto que ataca eficazmente a las células cancerígenas resistentes como las mías", especifica José Luis. Durante el primer mes, el paciente tiene que vivir en Barcelona, ya que las consultas son continuas para ir controlando que no sufre ningún efecto secundario. Posteriormente, estas revisiones se van alargando en el tiempo y ya no es necesario tener la residencia en Cataluña.


Según especifican desde el área de hematología del Vall D'Hebron, las respuestas que se están obteniendo son buenas y se está demostrando una baja toxicidad. “Con este medicamento, el paciente no termina tan afectado como tras pasar por la quimioterapia o la radioterapia, de este modo, es más fácil probar otras opciones si no se han obtenido resultados”, puntualizan.

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