La sentencia da por probado que sobre las 4.30 del 14 de septiembre de 2012 tres policías de paisano acudieron en un coche camuflado al camino de las Torres, donde les habían comunicado que había pelea. Dos de ellos se dirigieron a los contendientes y cuando los estaban separando, uno de los funcionarios cayó al suelo con uno de ellos mientras trataba de reducirlo."En ese preciso momento, el acusado Arturo Navarro, que iba algo bebido, salió de entre el gentío, se aproximó corriendo y le propinó una fuerte patada en la cara", señala el fallo. Esto motivó que el agente fuera tras Navarro y, con la ayuda de otro compañero, lograra detenerlo. Según el tribunal, debido al "estado de agresividad" que presentaba fue preciso que intervinieran otros dos policías y entre los cuatro lo redujeran.

A consecuencia de la agresión, el policía sufrió una fuerte contusión nasal con sangrado y otra malar, artritis traumática en la mandíbula, cervicalgia aguda y una contusión en el tobillo. Los magistrados absuelven a Navarro de atentado pues creen que cuando dio el "patadón" al policía no sabía que lo era pues iba de paisano. Mientras, el joven resultó con hematomas y erosiones en cabeza, cuello, hombros, codo, cuello y glúteo izquierdo. Para los magistrados, estas lesiones "no fueron excesivas" y solo acreditan "rasponazos en el suelo" por la típica refriega reductora", y que los agentes no abusaron de su cargo "sometiendo" al joven a sufrimientos físicos o mentales para castigarlo por la agresión que acababa de cometer".