Unas 1.200 niñas de Aragón tienen riesgo de sufrir una mutilación genital

La DGA tiene un protocolo desde 2011, pero no ha formado a su personal desde hace más de un año.

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Unas 1.200 niñas de Aragón tienen riesgo de sufrir una mutilación genital
AFP

La mutilación genital es una realidad que sufren muchas niñas en determinados países africanos. Las tradiciones de estos estados y la falta de información provocan que durante los primeros años de edad, las pequeñas sean operadas y se les estirpe parte de su clítoris. “Es una manera de condicionar la sumisión de la mujer, de hecho, las familias consideran que es algo positivo para sus hijas, sin embargo, en el momento en el que empiezan a tener información sobre sus efectos es cuando cambia su mentalidad”, destaca Julia Moreno, coordinadora de Inclusión Social de Médicos del Mundo en Aragón.


En la actualidad, hay más de 1.200 niñas en Aragón que podrían sufrir una ablación si son llevadas a sus países de origen. Por eso, desde hace cuatro años, el Gobierno de Aragón activó un protocolo con el que se pretendía evitar estas situaciones. “Sanidad, Educación y Servicios Sociales se intentan coordinar para prevenir los casos de mutilaciones genitales cuando las familias vuelven a sus países de origen por vacaciones”, señala Moreno. Unas técnicas que aunque no están completamente depuradas sí que han tenido sus efectos y han permitido el seguimiento de algunas niñas que han vuelto en las mismas condiciones en las que se fueron. “En Aragón solamente se ha denunciado el caso de Teruel en 2011, desde entonces no se ha denunciado otro delito por este tipo de lesiones”, afirma.


Sin embargo, pese a ser pioneros en la prevención de estas mutilaciones, el sistema todavía no funciona perfectamente. “Lo importante es que todo el personal esté informado sobre estos casos para intentar prevenirlos, por ello, estamos pidiendo a la DGA que vuelva a dar cursos de formación a la plantilla sanitaria”, solicita Moreno. Durante el último año no se ha dado ninguno lo que, unido a los cambios de personal que sufren los centros sanitarios, provoca que no sea todo lo efectivo que debería.


Estos cambios pueden producirse a lo largo del año, puesto que este miércoles, el Ministerio de Sanidad aprobó un programa que funcionará a nivel nacional y que obligará a modificar alguna de las partes sanitarias del que ya está implantado en Aragón. Según este nuevo acuerdo, si se detecta que una paciente dependiente económicamente de sus padres ha sufrido una mutilación, el médico deberá informar al juzgado.


Al mismo tiempo, este protocolo recoge que en el caso de que se sospeche que la familia va a viajar a su país de origen, se deberá informar a los padres sobre las consecuencias que puede tener y el delito que van a cometer. Por ello, se les propondrá que firmen un “compromiso preventivo”. El texto lo define como “un documento desarrollado para que los padres y madres de las niñas puedan utilizarlo en sus viajes a los países de origen como elemento de apoyo a su decisión de no practicar la ablación a sus hijas”. En el caso de que se nieguen, el médico tiene que avisar al servicio de protección de menores para que notifique el riesgo a la Fiscalía.


Otro de los cambios es la intención de dar prioridad a la cirugía de reconstrucción. De este modo, establece que "las mujeres mutiladas pueden y deben beneficiarse cuanto antes y en la medida de lo posible de una acción terapéutica reparadora del daño causado" y señala que "en caso de precisar cirugía" serán derivadas al hospital de referencia.

Unas 200 mujeres reciben información cada año

Para evitar llegar a este momento, Médicos del Mundo realiza actuaciones en los hospitales para informar a las madres que dan a luz. “Esta práctica está dentro del protocolo de prevención que tiene la DGA y, por ejemplo, el año pasado atendimos a un total de 100 mujeres en esta situación”, detalla Moreno. Además, realizan talleres tanto para mujeres como para hombres y adolescentes. “Queremos concienciar a todos y aunque parezca que es un tema difícil de abordar, lo hacemos en varias sesiones y con un propósito a medio y largo plazo, por lo que finalmente no es tan complejo”, puntualiza. En estos talleres participaron 53 mujeres y 6 hombres en 2014.

Hemorragias, esterilidad y mayores riesgos en el parto

La Organización Mundial de la Salud (OMS) clasifica en cuatro los tipos de ablaciones. Por un lado, está la clitoridectomía que es la resección parcial o total del clítoris; por otro, la escisión, que se produce cuando también se eliminan los labios menores y a veces mayores. La más dura es la infibulación, que es el estrechamiento de la abertura vaginal. También se considera mutilación genital el resto de los procedimientos lesivos de los órganos sexuales con fines no médicos.


Todas estas prácticas solo provocan complicaciones en la salud de las mujeres, tanto a corto como a largo plazo. Entre los mayores riesgos que tienen de forma inmediata se encuentra la hemorragia, el dolor intenso y llagas abiertas en las zonas genitales. Los problemas a largo plazo van desde las infecciones urinarias recurrentes hasta problemas de esterilidad, complicaciones en el parto, mayor riesgo de muerte en el recién nacido y la necesidad de realizar nuevas intervenciones quirúrgicas para permitir las relaciones sexuales y el parto.