Examen ciudadano y promesas electorales

La primera visita de Pedro Sánchez a Aragón como secretario general del PSOE sirvió para estrenar las asambleas abiertas que quiere celebrar por toda España. Ayer pasó de puntillas por los temas de la Comunidad y se centró en los grandes asuntos nacionales

Pedro Sánchez, rodeado de algunos de los asistentes al encuentro celebrado ayer en el espacio Zaragoza Activa.
Examen ciudadano y promesas electorales
Guillermo Mestre

Casi hora y media para responder a más de una treintena de preguntas de todo tipo, desde las relacionadas con el ámbito local a las que aludían a los más diversos asuntos de la actualidad nacional. Es el balance de la asamblea abierta que el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, protagonizó ayer ante más de 300 personas en el espacio Zaragoza Activa. Allí, al hilo de las cuestiones que se le iban planteando, fue desgranando su ideario y una retahíla de promesas electorales, aunque no todos quedaron satisfechos con sus contestaciones.


A la hora prevista para el inicio del acto, el espacio estaba prácticamente lleno y muchos se quedaron de pie. Pero Sánchez se hizo esperar y apareció en escena, con camisa blanca y pantalón azul, con 20 minutos de retraso. No hubo declaraciones a la prensa, se fue directo al centro de la sala, donde tenía reservado su asiento, rodeado de los asistentes. Entre ellos había una nutrida representación de la plana mayor del PSOE-Aragón –con el secretario general, Javier Lambán, a la cabeza–, cargos públicos y militantes, que se mezclaron entre el público con representantes de diversos colectivos y con ciudadanos de todas las edades interesados en plantearle a Sánchez sus inquietudes "de tú a tú" en su primera visita a Aragón tras ser elegido líder de los socialistas.


En su presentación, agradeció la acogida y reiteró su voluntad de "abrir el partido a la sociedad y a los militancia de base y rendir cuentas". Además, abogó por pasar "de las palabras a los hechos".


Y para abrir fuego, tuvo que lidiar con un tema totalmente desconocido para él: las airadas críticas de Apudepa por la actuación del Ayuntamiento de Zaragoza ante la solicitud de derribo de la fundición Averly. Las tuvieron que escuchar también el alcalde, Juan Alberto Belloch, y su concejal de Urbanismo y posible sucesor, Carlos Pérez Anadón. Tampoco faltó el otro hipotético candidato, Javier Fernández. Ante semejante debut, Sánchez salió por donde pudo, al igual que en otras preguntas sobre asuntos locales o de la Comunidad. 


En algunos casos, como la ley de lenguas, no le quedó otra que admitir que no sabía de qué le hablaban, aunque se comprometió a informarse. Sí se explayó algo al pedir a la presidenta Luisa Fernanda Rudi que reclame una parte del dinero que Europa destinará a infraestructuras. "Vamos a ver si el Gobierno de España defiende los intereses de Aragón", añadió.


Mucho más suelto se le vio al hablar de asuntos como la regeneración o Podemos, la formación que según le advirtió un veterano militante, "va a ser la que nos haga reaccionar y pisar la calle". Sánchez acusó a Pablo Iglesias y los suyos de "ofrecer soluciones falsas, como no pagar la deuda, a problemas reales". Frente a ello, planteó "medidas de justicia social y que sean posibles", como facilitar el acceso a las viviendas públicas vacías o exigir una autorización administrativa antes de cortar la luz por impago. También dijo que los bancos rescatados no se pueden vender a precio de saldo. 


Sobre las medidas de regeneración, anunció que propondrá suprimir los aforamientos y "cerrar las ‘puertas giratorias’" para impedir que los políticos pasen a ser consejeros de las grandes empresas. En su caso, afirmó que volverá a la Universidad. También se mostró partidario de las listas electorales desbloqueadas.


Los temas sociales centraron buena parte del debate, con intervenciones de parados, discapacitados o pensionistas. Con estos últimos se comprometió a eliminar los copagos "y recuperar la universalidad de la sanidad". También garantizó que si llega a la Moncloa promoverá incentivos fiscales a quienes contraten a jóvenes y mayores de 40 años. Además, denunció la precaria situación de los "falsos autónomos" que trabajan para empresas que han despedido a parte de su plantilla.Quejas por no hablar del partido

Por otra parte, criticó la reforma fiscal del Gobierno y dijo que, si gobierna, hará otra "que combata el gran fraude y con la que las grandes fortunas paguen impuesto". Sobre el desafío independentista catalán, exigió a Rajoy "valentía ante una situación crítica como la actual" y "sensatez" a Artur Mas.


Así transcurrió un debate –muy difícil de seguir por el deficiente sonido– en el que no se cumplieron algunas normas como la limitación de un minuto para preguntar y para responder. Y al agruparse las cuestiones en tandas, Sánchez pudo eludir contestar a algunas. Sí se cumplió la regla de no abordar cuestiones internas del partido, algo que molestó a algunos. De hecho, uno de los intervinientes le reprochó no poder tocar "todo lo que un militante quiera hablar ante su secretario general".


A las 20.50, el propio líder socialista decidió dar por concluido este primer experimento, que según avanzó, piensa repetir en todas las provincias españolas. "Amigos y amigas, vamos a cambiar la política, vamos a cambiar España". Así se despidió de Zaragoza, aunque para entonces su audiencia se había reducido casi a la mitad.