¿Cómo han cambiado las vacaciones con la crisis?

Los apartamentos son los grandes beneficiados de la bajada de presupuesto de los aragoneses.

Las playas del Parque del Agua, el verano pasado.
¿Cómo han cambiado las vacaciones con la crisis?
OLIVER DUCH

Las vacaciones de los aragoneses ya no son lo que eran. Al menos, así lo demuestran diversos estudios estadísticos y los representantes de los sectores turísticos de Aragón. “La bajada en el sector ha sido considerable, ya que como con todos los aspectos de la vida, el turismo también ha cambiado a causa de la crisis”, detalla Javier Ariza, viceperesidente de la Asociación de Agencias de Viajes de Aragón.


Un estudio de la consultoría AIS revela que el año pasado solo uno de cada tres aragoneses podían irse de vacaciones. “Como vacaciones no se contempla la opción de ir a la casa del pueblo o al apartamento de unos amigos”, subrayan. Por el contrario, esta cifra aumentaba en 2010, cuando hacía poco más de un año que había comenzado la crisis. En esos momentos, dos de cada tres familias se iban de vacaciones.


Por otro lado, el informe muestra que los aragoneses gastan más en vacaciones. En 2010 cada familia activa gastaba unos 875 euros, mientras que ahora supera los 1.100. Esto muestra que los pocos aragoneses que pueden irse de vacaciones lo hacen por todo lo alto, prueba de ello, es que según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) los hoteles de cuatro estrellas son los únicos que han aumentado su clientela desde 2008, concretamente un 26% más.


Por el contrario, el aragonés medio ha perdido la opción de unas vacaciones con grandes lujos. El estudio revela que de media, cada familia aragonesa tenía un presupuesto de casi 500 euros en sus vacaciones en 2010, mientras que actualmente son unos 380, un 31% menos. “La gente sale menos días y a alojamientos de peor categoría”, resalta Ariza. También subraya que los aragoneses buscan el ahorro en todas las parcelas de su vida, entre ellas, la turística. Por ello, muchos son los que prefieren irse a sitios en los que ya tienen una casa como puede ser el pueblo o a los apartamentos de amigos y familiares. “La gente tira de otras alternativas para intentar ahorrar todo lo posible”, sostiene Ariza.


La misma tendencia muestran los datos del INE sobre las condiciones de vida. En ellos se recalca que casi el 34,5% de los aragoneses no podían irse en 2013 una semana entera de vacaciones. Estos datos cambiaban considerablemente antes de la crisis cuando solo un 15,6% no se iban al menos una semana.


Lo que también ha cambiado considerablemente es el modo de contratar las vacaciones. “Antes se hacía las reservas con mucho tiempo de adelanto, mientras que ahora son en el último momento, además, la gente va mirando a ver si hace buen tiempo y si hay algún tipo de oferta”, subraya Jesús Marco, presidente de la Federación Española de Turismo Rural de Aragón (FARATUR). Lo mismo explica José Manuel Ferrero, presidente de la Asociación de Empresarios de Campin de Aragón (AECA). “Esperan hasta unos pocos días antes de irse de vacaciones, por suerte, en nuestro caso, los extranjeros que vienen a Aragón son los que hacen las reservas con más adelanto”, subraya.


Y muchas de ellas se realizan a través de la red, que a pesar de que ha descendido el número de ordenadores en los hogares aragoneses y el acceso a Internet, las personas que han optado por esta vía han aumentado en los últimos seis años. En 2008, el 45,2% de los aragoneses hacían sus reservas, tanto de hoteles como de apartamentos, a través del ordenador, mientras que en el último año, este número había aumentado hasta el 50,3%.

Menos dinero para los todo incluido

La crisis también ha afectado a los todo incluido, que generalmente se disfrutar en las islas y en algunas playas peninsulares. En 2008 cada hogar aragonés gastaba de media unos 534 euros, mientras que el año pasado rondaba los 325, casi un 40% menos. “Hay mucha gente que esta desechando este tipo de vacaciones pero antes es recomendable sacar cuentas porque muchas veces se gasta más dinero con otros tipos de opciones de alojamientos y comiendo, cenando o tomando copas fuera del hotel, que si vas con todos los gastos pagados desde la ciudad de origen”, subraya el vicepresidente de la Asociación de Agencias de Viaje de Aragón.

Los apartamentos, los grandes beneficiados

En Aragón, todos los alojamientos turísticos han sufrido un gran descenso tanto en el número de viajeros como en el de pernoctaciones, a excepción de los apartamentos, que son los grandes triunfadores de la crisis en la comunidad aragonesa.


Mientras que los cámpines han perdido casi 39.000 visitantes en este periodo, las casas rurales han sufrido un desajuste de casi 15.000. Por su parte, los hoteles han sido los más afectados, perdiendo más de 350.000 visitas. No hay que olvidar que durante el 2008 fue la Exposición Internacional de Zaragoza, que atrajo a muchos turistas.


Por el contrario, el único aumento que se detecta ha sido en los apartamentos. En este caso se han conseguido 49.000 clientes más y las pernoctaciones han crecido en un 60%. Aún así, la caída de todos los tipos de alojamientos y la subida de los apartamentos muestra que la crisis ha provocado que muchos aragoneses cambien sus hábitos vacacionales, pasando de hoteles a apartamentos y de casas rurales y cámpines a los pueblos familiares.