Un aragonés gana un concurso de jóvenes talentos para optar a un trabajo

Formó parte del equipo ganador del concurso que busca a los jóvenes más talentosos de España.

Rogelio Chung junto a los demás integrantes del equipo ganador del Jumping Talent 2014
Rogelio Chung junto a los demás integrantes del equipo ganador de Jumping Talent 2014

Rogelio Chung es el único integrante aragonés del grupo ganador del concurso Jumping Talent 2014, un evento de carácter nacional organizado por Universia que busca la captación de los mejores talentos universitarios y que, en su primera edición, consiguió que el 92% de los finalistas encontrara empleo.


Este estudiante de tercero de Márquetin y Gestión Comercial de ESIC tiene 20 años y siente una verdadera devoción por el inglés desde que era pequeño. Sus padres son chinos y su nacionalidad panameña, aunque llegó a Aragón cuando era pequeño. Rogelio se presentó a este concurso "tras buscarlo en Google y ver las dimensiones que tenía".


Después de varias cribas en las que se descartan a miles de participantes, únicamente 100 finalistas optan a convertirse en los ganadores de este concurso. Rogelio recuerda cómo fueron las fases hasta que le comunicaron que era uno de los elegidos para estar en la final: "Son pruebas muy variadas, tienes que tener un nivel de inglés alto. Lo bueno es que me sentí muy cómodo en todas las entrevistas que me hicieron". Respecto a su participación tiene muy claro por qué hizo esta apuesta: "No es solo la expectativa laboral, también fui porque es una experiencia muy enriquecedora y te da una oportunidad enorme de relacionarte con empresas importantes".


De entre todas las pruebas, Rogelio destaca una en la que tenía que crear una aplicación que no existiera, en su caso lo hizo teniendo en cuenta el papel de las bibliotecas en la vida de los estudiantes: "Fue la más dura porque la quería perfecta. Tienes que pensarla y ser realista, y que realmente tenga utilidad. Además, debes comprobar las ventajas y desventajas, el proceso de lanzamiento, etcétera. Luego todo eso tienes que explicarlo en unos pocos minutos". Por contra, afirma que la prueba más divertida fue una que él mismo define como "un cluedo gigante". En ella, los integrantes de los equipos deben resolver un caso de asesinato con múltiples escenarios y posibles culpables: "Comprueban si eres capaz de trabajar en equipo y de atar cabos sueltos, nosotros nos dividimos mejor que otros grupos, a mi parecer, y por eso la ganamos".


Para llegar hasta ahí, Rogelio tuvo que superar también la prueba que reconoce al Jumping Talent por excelencia. A modo de concurso televisivo, los 'coaches' de diferentes empresas eligen con un pulsador a los candidatos que más les convencen y tratan de seducirlos para que integren su grupo. Lo hacen después de escucharles responder durante 15 segundos a una pregunta que les toca al azar, en el caso de Rogelio, le escogieron cuatro empresas de las que descartó una. Finalmente, eligió a KyoCera, una multinacional japonesa dedicada a la manufactura de dispositivos cerámicos y de impresión que también se ocupa del procesamiento de imágenes: "La escogí porque el 'coach' me gustó y porque a nivel de márquetin le vi mucho potencial".

Un concurso para abrir puertas

De una manera personal, Rogelio está encantado con la victoria pero resalta el papel de sus compañeros: "Soy consciente de que no hubiese ganado sin ellos. Todos aportábamos algo que nos hacía diferentes". Además, se muestra cauto respecto al futuro: "Sé que ganar el Jumping Talent 2014 me abrirá muchas puertas ya que mi currículo lo tienen las diez empresas participantes, pero me lo tomo como una experiencia más, tengo que seguir trabajando como antes".


Para él, Jumping Talent supone una oportunidad única para muchos jóvenes: "Es cierto que no te garantizan nada, pero con participar ya tienes opciones. Diez multinacionales muy potentes se quedan tu currículum y las expectativas de trabajar para cualquiera de ellas son enormes. Eso sin contar que puedes optar a prácticas gratuitas o másteres".