Alba Reche y Baiuca, con tres estatuillas, triunfadores de los premios MIN en Zaragoza

La gran noche de la música independiente se celebró por primera vez en Zaragoza, con unos 1.000 invitados. Valeria Castro y Cala Vento, con dos premios, también se llevaron una cosecha notable

Valeria Castro, este miércoles 17 de abril, con uno de sus dos premios MIN en el Auditorio de Zaragoza.
Valeria Castro, este miércoles 17 de abril, con uno de sus dos premios MIN en el Auditorio de Zaragoza.
Toni Galan

Seamos canónicos. Las crónicas tras las entregas de premios se empiezan por quienes se llevan más estatuillas. Zaragoza albergaba anoche los XVI Premios MIN, organizados por la Unión Fonográfica Independiente, y la cara más sonriente (con tres instantáneas especialmente alegres) fue la de Alba Reche; tres galardones como tres lunas llenas, a ‘pachas’ con su compañero Baiuca, ‘in absentia’ por enfermedad. La interesante alianza entre la ilicitana y el gallego, que se mueve en cauces de pop electrónico/onírico/bailable con guiños puntuales al folclore trajo rédito a la pareja: Alba, además, cantó ‘Diamante’, elegida canción del año un rato después de poder disfrutarla en escena.

El dúo Cala Vento, con dos, también mojó lo suyo (igualmente a distancia, cosas de los directos) y la canaria Valeria Castro, que sí apareció sobre las tablas de la sala Multiusos del Auditorio para cantar, tocar y agradecer el cariño del jurado, cosechó otros tantos. El resto del botín, muy repartido, señaló a Zahara como artista del año, un trofeo que quiso compartir con su colega Izaro, vencedora en la categoría de canción en euskera y que anteriormente le había lanzado cariños desde el escenario.

Una gala curiosa

La ciudad albergaba por primera vez estos premios y había expectación entre el millar de invitados presentes. Todo comenzó a rodar con una ‘intro’ en forma de vídeo narrativo, jalonado por las palabras de un músico independiente zaragozano que dijo llamarse Jorge, y que representaba a todos los Jorges, Marinas, Pepes y Pilares que se dedican a la música sin el respaldo de una gran estructura.

El vídeo narró en primera persona una sucesión de hitos de la música popular hecha en Aragón, “donde dicen que nunca pasa nada”. Por ahí asomaron los pioneros en los 60, Más Birras, Héroes o el rap, entre muchos otros:el audiovisual hizo de radiografía acelerada de la música independiente local, ese concepto siempre ambiguo que se comprende mejor escaneando las entrañas. Un espíritu, por cierto, que encarna a la perfección Alejandra Fierro, de Radio Gladys Palmera, merecedora anoche del premio de honor Mario Pacheco a la trayectoria.

La actuación de Sexy Zebras con ‘Nena’ dio paso a Lala Chus, la presentadora de la noche. Un torbellino, la madrileña (de Fuenla) con momentos de absoluta genialidad: la sugerencia de una categoría específica para la mejor colaboración con Dani Fernández o la colección de futuros carteles artísticos en el Wizink Center de Madrid, con Christina Rosenvinge como único rostro inalterable, son solamente dos ejemplos.

Si hablas, no vengas... o vete

Lala manejó bien los tiempos; muy rápida en las transiciones, supo adocenar su tendencia a meter la sexta marcha y consiguió atraer la atención del respetable, ya fuera con chistes que funcionaban o hábiles escapatorias cuando el parlamento no tenía tanto eco.

Mención aparte merece el corte de mangas metafórico de los artistas hacia el público que habla en los conciertos, con La La Love You llevando literalmente en la voz cantante en una revisión de su hit ‘El fin del mundo’. Fue lo mejor de la noche: quienes lo vieron, en vivo o por la tele (señal en directo de Aragón TV y RTVE Play) tardarán sin duda en olvidar el estribillo.

El primer premio de la noche tuvo presencia aragonesa (no fue la única, a falta de representación local entre los nominados) en la presentación. Idoipe, zaragozano con raíces en Estercuel (Teruel) entregó su primera presea de la velada a Baiuca y Alba Reche: mejor producción electrónica. El mejor videoclip fue para La La Love You y el galardonado en jazz, un clásico: Perico Sambeat.

En músicas urbanas, el MC de Violadores del Verso Sho-Hai premió a distancia (el agradecimiento llegó en vídeo) a Putochinomaricón. Luego llegó la actuación de Fillas de Cassandra con su delicioso ‘Eco’: una interpretación brillante que confirma el magnetismo que desprende el dúo en su trabajo de estudio.

La parcela de música clásica se resolvió a mayor gloria de Egeria con su ‘Imperatrix Agatha’: dedicaron, por cierto, su triunfo al Atlético de Madrid. En las lenguas cooficiales ganaron Renaldo y Clara (catalán), Izaro (euskera) y Grande Amore (gallego), que contó un chiste malo y dio el discurso más bizarro de toda la gala: muy divertido, pero bizarro.

La actuación de Lia Kali, todo sentimiento, dio paso a las zaragozana Lady Banana entregando el premio en la categoría de rock a Cala Vento; el mejor flamenco resultó ser el gaditano Tomasito, y luego salió Valeria Castro a dejar boquiabiertos a todos con su arte y esos versos sutiles, tan bien musicados, de ‘Poquito’. Las Ginebras se llevaron la estatuilla a la mejor letra por ‘Billie Max’.

Quien tuvo, y tiene, retuvo y retiene. Xoel López, guitarra en mano, recordó al personal con ‘Fort da’ que su material reciente no desmerece el arsenal de joyas que ha brindado en toda su carrera. El mejor directo del año fue para Morgan and The Golden Family, premio agradecido en carne y hueso por Nina de Juan (qué voz la suya), y Sufjan Stevens fue premiado como mejor artista internacional.

Tras los mentados espaldarazos a Zahara y Cala Vento con los premios mayores, quedaba la guinda: Tacho y Los Manolos invocando a la fiesta en la actuación final. Esa fiesta, además, continuaría en la sala López hasta bien entrada la madrugada.

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