La segunda juventud de Tako
Cuarenta años, nada menos, llevan en la brecha los ejeanos Tako; pero, más allá del indudable mérito de la supervivencia, conviene resaltar que su nuevo álbum, ‘Porque sí’, es seguramente uno de los mejores de su amplia discografía, con un sonido renovado y abierto a nuevos influjos, sin perder su sello característico, la marca de la casa. O sea, que la banda cincovillesa no solo resiste, sino que todavía es capaz de superarse a sí misma sin dar señales de agotamiento.
Para deleite de sus fieles seguidores, que en la noche del martes abarrotaron Las Armas, un espacio a todas luces insuficiente para el tirón que siempre han tenido en Zaragoza. Tako abrieron su actuación con uno de sus himnos primerizos, ‘Ya estamos todos’, de inequívoco aire rosendiano, y a continuación desmenuzaron prácticamente al completo su último disco, que contiene piezas más que notables como ‘Me sube’, con aires de hard boogie-rock, ‘Nadie sabe nada’, ‘El rey pescador’, ‘Sin querer’, ‘La isla’ o ‘Ponte en mi piel’, en la que invitaron al escenario a la cantante Viki Lafuente.
Con Mariano Gil y Nacho Jiménez, sus miembros fundadores, al frente de una banda también renovada y que suena como un cañón, la fiesta prosiguió con buena parte de las canciones más emblemáticas de su repertorio, desde ‘A las puertas del deseo’ o ‘El viejo resina’ a ‘Carpintero de condenas’, ‘La dama de blanco’, ‘Poeta nocturno’ o ‘El enterrador’. Rock duro y directo, sin trampa ni cartón, fiel a sus principios y al mismo tiempo desafiando el paso del tiempo con envidiable lozanía: vaya, que tenemos Tako para rato.
Previamente también actuaron Cruce de Caminos, una formación de Toro (Zamora), y los zaragozanos El Vicio del Duende, a quienes hacía tiempo no veíamos y exhibieron buen nivel; solo una pega: demasiadas bandas y demasiadas horas para un recinto repleto y convertido en sauna.