De compras por Zaragoza

Vestirse en 'Delicias'

Desde ropa de calle, calzado y complementos hasta trajes para grandes ocasiones. La popular vía zaragozana está preparada para vestirte sea cual sea el evento al que asistas.

Traje regional de baturra por 445?
Vestirse en 'Delicias'
P. B. P.

La calle Delicias luce completamente distinta a hace veinte años. En la actualidad, profesionales y comercios variados conviven con una gran cantidad de tiendas chinas que han ocupado los locales cerrados.


'Delicias' fue durante mucho tiempo el centro comercial al aire libre más grande de Zaragoza. Sin embargo, en los últimos años, muchos comercios pequeños de la zona empezaron a caer. "Gente que podía llevar desde que esto era de grava", comenta la encargada de Aldea Delicias. Para contrarrestar esta tendencia, se dio un 'boom' de tiendas chinas que reavivaron el negocio en el barrio. Vanesa, dependienta de E. G., asegura que "cuantas más tiendas haya mejor", la clave es "irse adaptando".


De eso sabe bien 'Aldea Delicias', un pequeño local de la concurrida vía comercial que lleva más de 17 años ofreciendo todo tipo de productos de importación venidos desde Indonesia y Tailandia. Se trata de un 'comercio justo con la globalización', explica Luz, encargada del local en ausencia de su jefe, quien decidió montar este negocio movido por su pasión por lo artesanal. "Viaja de año en año al mismo sitio, fiel a los mismos artesanos de sus comienzos", explica.

'Outlet', la medida anticrisis


Artesanía, ropa, complementos, productos de belleza y aceites naturales se dan cita en los mostradores de este pequeño rincón importado. Outlet desde 3€ en bolsos, faldas y complementos, además de otros productos rebajados, "aunque no tirados", por 14 y 20€.


Entre su clientela, gente muy variada gracias a las nuevas tendencias que va marcado la moda, y más en concreto, la tienda de enfrente: Stradivarius. Luz asegura que en función de lo que haya en esta franquicia de INDITEX, se acerca a su pequeño negocio gente más clásica que puede conseguir aquí lo mismo a menor precio. No sucedía lo mismo hace 4 años, cuando la mayoría de sus clientes eran "rollo hippie" y venían a cambiarse el armario entero un par de veces al año.

"En aquel entonces teníamos parroquia", asegura. "También venía mucho Erasmus alquilado, que se convertía en cliente fijo", declara. Sin embargo, esta clientela se ha ido perdiendo desde que los pisos de la zona empezaron a subir sus alquileres.


Para hacer frente al cambio, 'Aldea Delicias' se convirtió en 'outlet' en marzo, porque según apunta su dependienta, "si no, no haces negocio". "Aquí es la manera de que algo sea rentable. Todas las que no son tiendas chinas han acabado sucumbiendo", apostilla. A medida que subimos esta popular zona comercial encontramos negocios de toda la vida que han echado sus persianas. El último que anuncia su liquidación es la popular zapatería de 'Carlos Reula'. Frente a este, "unos pocos de siempre” siguen tirando.


Complementos 'E. G'


Vanesa lleva 3 años y medio en E. G, una tienda de complementos que cumple pronto 6 años. Según cuenta, en agosto permanece abierta porque la calle es "mucho más comercial". Les pasa lo mismo cuando abre El Corte Inglés: "Entonces nos toca pringar a todos".


Entre sus mostradores hay complementos de mujer con precios económicos que oscilan desde los 9€ de la bisutería clásica a los 15 del rodio o los 20 de la plata. "Son precios muy reducidos porque somos mayoristas", explica.


Son las mujeres, sobre todo de 25 en adelante, las que frecuentan el establecimiento. "También ves a madres con sus hijas que se van haciendo mayores y después vienen ya solas, hechas unas mujercitas", confiesa. Es la magia de los pequeños comercios de barrio.

 

'Sí quiero'


Algo similar sucede en 'Sí quiero'. La madre de Tatiana fundó el pequeño comercio de trajes regionales 'Artesanías Susana' cuando estaba embarazada de ella. Tiempo después sus hijas se embarcaron en un nuevo negocio y se dividieron en dos locales. Tatiana, de 33 años, regenta ahora una tienda de trajes de novias, madrinas y pronto también comuniones, "por tener cubiertas todas las épocas del año”, explica.


Su público, a diferencia del de Susana, sí es muy concreto. "Son todo chicas con las madres", asegura. Además, confirma que trabajan mucho con la gente del barrio, que las conoce por sus trajes regionales, aunque al final "siempre acaba viniendo gente nueva". Entre ellas, novias extranjeras que según cuenta Tatiana, "confían más en comprarse las cosas en el mismo barrio en el que viven". Lo más vendido: los trajes bordados y los palabras de honor. En los tocados, una nueva tendencia: el velo pierde clientela y se lleva cada vez menos, de manera que las que le siguen siendo fieles apuestan por los más cortos. Por el contrario, el tocado de plumas es el 'top1' entre las novias.


'Sí quiero' ofrece, además, toda una colección de trajes de noche, pensados para reinas de fiestas, pasos de ecuador o fines de carrera. “Intentamos tener una colección más económica, para poder competir con las grandes firmas que están atrayendo a muchas jovencitas que quieren ir de corto”, explica Tatiana. Así, por 35€ una puede ir hecha una princesa, si no se decanta por modelos más caros, de entre 150 y 160€. Si se prefiere traje largo, el precio oscila entre los 200 y los 350.  En cualquier caso, la tradición les asegura las ventas.