Carmen Cecilia Yandur, de 48 años, fue asesinada ayer por la mañana en su puesto de trabajo. La Policía busca como presunto autor del crimen a su marido, Alejandro Ruiz, quien se encuentra en paradero desconocido desde que se descubrió el homicidio. Aunque los agentes andan tras sus pasos, al cierre de esta edición no se había llegado a producir su arresto.

A la espera de que se confirme su implicación en el asesinato, la muerte de Cecilia, como la llamaban sus amigos, va camino de convertirse en la segunda víctima de violencia de género en Aragón en lo que va de año y la que hará la número 40 en España.

La mujer fue acuchillada en el interior del cuarto de servicios del edificio situado en el número 1 de la céntrica plaza de Los Sitios, en el que trabajaba como portera desde el 1 de julio, día que entró para sustituir durante un mes al conserje titular.

Un vecino fue el que halló su cadáver, después de que otro residente llamase al administrador de la finca para comunicarle que los cubos de basura seguían en la calle a las doce de la mañana y que la portera no estaba en su puesto de trabajo. Ese vecino abrió el habitáculo y encontró el cadáver de Cecilia Yandur en medio de un gran charco de sangre y con signos evidentes de haber recibido múltiples cuchilladas.

Separados recientemente

La Policía recibió el aviso a las 12.06 y, desde el primer momento, las informaciones que fueron aportando las personas que conocían a la víctima es que sospechaban de su marido, con el que llevaba casada diez años pero del que se había separado recientemente y eso le había generado conflictos. No obstante, en los archivos policiales no existe ninguna denuncia de malos tratos contra él.

Los agentes también averiguaron que el presunto homicida, Alejandro Ruiz, también trabajaba como conserje en una finca próxima, concretamente en el número 6 de Arquitecto Magdalena, en la que asimismo residía ocupando el último piso, destinado a la portería. Acompañados del secretario judicial, funcionarios del Grupo de Homicidios y de la Policía Científica entraron en su vivienda, pero estaba vacía. Desde ese momento se ordenó su búsqueda para tomarle declaración en relación con el crimen.

Los vecinos de esta casa no terminaban de entender lo ocurrido con la persona que en los últimos cuatro años se ha ocupado del edificio. "Es un hombre servicial, educado y tímido. Nada en él podría hacer pensar en un hombre violento. Y nunca hemos escuchado follones en su piso", dijeron.

Ana Sánchez, una amiga de la fallecida, comentaba ayer consternada que Cecilia llevaba unos diez años en España y que había trabajado en casas haciendo labores domésticas y que ahora estaba en paro y había entrado a sustituir al portero de la finca. Comentó que la víctima tenía hijos en Ecuador, de donde era originaria, al igual que su marido.

Otro inmigrante, que no quiso aportar su nombre, aseguró que habló con Cecilia el pasado jueves al mediodía. "Sobre las doce la saludé y charlé con ella durante cinco minutos. Era una señora muy tranquila y amable, de Ecuador. Le pregunté por su esposo y me respondió: Yo no tengo esposo", relató. Serio y apesadumbrado por lo sucedido, este hombre su puso a cavilar y añadió: "Igual me vio el marido platicando con ella y pensó, qué hace hablando con ese". "Es terrible. Allí, en nuestros países, rara vez pasan estas cosas", manifestó contrariado.