El centro de mayores del Picarral, a medio gas

Ni calefacción, ni agua caliente, ni funciona la cocina. El nuevo centro para mayores del Picarral, finalizado el pasado mes de mayo, carece de servicios básicos, como el gas, y otras instalaciones proyectadas en la obra como una biblioteca o el servicio de podología.

Al no tener dado de alta el gas, el centro no puede hacer uso de la cocina. Esto impide que personas mayores del barrio puedan quedarse a comer en el bar del centro, en lugar de tener que ir a casa de sus hijos, como se quejaba un vecino esta semana.

El edificio solo abre sus puertas durante las mañanas, hasta las 14.30. En este horario, todo el mundo puede hacer uso de la cafetería y los socios pueden apuntarse a cursos de informática, técnicas de memoria o clases de gimnasia. Las actividades relacionadas con internet han tenido que retrasarse hasta la semana pasada debido a la falta de conexión.

Está proyectada la apertura proximamente de una peluquería en el edificio, que ya se anuncia en la propia puerta. Al igual que inicialmente se iba a instalar una biblioteca para el disfrute de todos los vecinos de la zona, así como otros servicios que todavía no se han puesto en marcha como el de podología.

Tampoco cuenta con los medios necesarios para poder ver la televisión en las pantallas que se encuentran en la gran cafetería situada en la planta calle del centro. El local tiene varios televisores que no funcionan porque falta la instalación de cables y antena.

El portavoz de la Asociación de Vecinos Picarral, Juan José Jordá, dice que "el centro está funcionando a medio gas. No está funcionando como debería, ya que faltan algunos servicios". Señala que tienen unas buenas instalaciones, pero "infrautilizadas". "Ahora quedan algunos detalles para que se completen todos los servicios", indica.

La Asociación se ha reunido con el Instituto Aragonés de Servicios Sociales (IASS), al que pertenece, y les han comunicado que están trabajando en ello.

5 años de retraso

Este centro de mayores se abrió al público tras años de reivindicaciones de los vecinos del barrio, uno de los más envejecidos de la capital aragonesa. Está situado en el camino de Juslibol, justo al final de la línea 36 de autobuses.

Cuenta con casi 3.000 metros construidos, distribuidos en 3 plantas, y es uno de los más grandes de la provincia zaragozana. En 2007 comenzaron los contactos para la edificación del centro y en mayo de 2008, el Consejo de Gobierno aprobó el proyecto, cuyo coste ascendía a 3,7 millones de euros.

Las obras, cuya ejecución estaba datada en 19 meses, se fueron prolongando y hasta el pasado mes de mayo los vecinos de la zona no pudieron ver este esperado centro de mayores.