La playa más pequeña del mundo está a cinco horas de Zaragoza y se recorre en un minuto
Este tesoro natural de la geografía en España se formó gracias a una red de canales. Rodeada de vegetación, tiene multitud de cuevas y se sitúa a unos cien metros del océano.
Cuando llegan las vacaciones de verano en Aragón, hay posibilidad de viajar a muchas playas cerca de las tres capitales, Castellón para los de Teruel y Tarragona para los oscenses y los de Zaragoza. Pero, si queremos hacer nuestro viaje un poco más especial, existen lugares que destacan por su vegetación, por las características de las aguas o por el enclave natural en el que están situados. Hay muchos sitios masificados y de sobra conocidos, pero, existen otros más ocultos, especiales y poco conocidos. El norte de España, por ejemplo, está lleno de ellos, de lugares llenos de vegetación y aguas bravas.
Hay playas que, incluso, tienen ¡un récord! Como la playa más pequeña del mundo a cinco horas de Zaragoza, concretamente en Llanes, Asturias. Esta, además de ser la más pequeña, es un tesoro geográfico porque la rodea un paisaje rocoso y tupido, que presume de tranquilidad y parece sacada de un libro.
La playa más pequeña del mundo se recorre en solo un minuto
La playa más pequeña del mundo, la que solo cuesta un minuto atravesar, es una joya española que puedes recorrer sin cansarte y donde huir del mundo exterior, aunque sea durante unas vacaciones. Se llama Gulpiyuri y está ubicada en Asturias, en la localidad de Llanes. El significado de su nombre, según apuntan algunos medios de origen asturiano, es "círculo de agua". Y, no solo es especial su tamaño, también que está conectada directamente con el océano.
La playa de Gulpiyuri está en la costa, pero a unos 100 metros al interior porque su formación se debe a la erosión del mar Cantábrico. La creación de cuevas y canales dio lugar a este oasis que en las fotos aéreas destaca en medio de un terreno macizo. Estos caminos subterráneos que se formaron permitieron que el agua se filtrara y formara lo que parece una piscina aislada de las montañas. Pero, en realidad, es una dolina, una depresión dentro de las formaciones kársticas.
Gulpiyuri está en la costa, próxima a la localidad de Llanes, pero a unos 100 metros al interior. Su formación, de hecho, se debe a la erosión del mar Cantábrico. La creación de cuevas y canales dio lugar a este oasis que en las fotos aéreas destaca en medio de un terreno macizo. Esta serie de caminos subterráneos permitió que el agua se filtrara y esto llegara a ser una especie de piscina aislada. En realidad, se trata de una dolina, una depresión dentro de las formaciones kársticas (relieve originada por meteorización química de determinadas rocas).
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— Norbert Ơ̴̴͡.̮Ơ̴̴͡ (@Norbert_Llanes) April 5, 2019
Una playa con forma de piscina natural
En Gulpiyuri las olas casi no llegan a la orilla, de 50 metros de longitud, porque rompen en el océano, por tanto, es como si te bañaras en una piscina. Ideal para los que son más de aguas tranquilas. Pero, el punto negativo es que es una piscina muy llena, ya que conforme va cogiendo fama, se llena más rápido de gente en verano.
En cuanto al acceso se realiza a través de un camino desde la playa de San Antolín y al llegar se desciende una escalera desde los acantilados, por lo que puede ser necesario caminar un poco para llegar allí, pero merece la pena. Recuerda que para llegar a las mejores calas a menudo hay que andar un poco.
