turismo
Cinco experiencias turísticas para vivir en pareja
Bañarse en una tina de madera, ver grullas al amanecer o esquiar bajo la luz de la luna son algunos de los planes.
Con San Valentín a la vuelta de la esquina hay quienes ya están pensando cómo sorprender a sus parejas. Tanto para quienes celebran esta fiesta como para quienes no, Aragón ofrece muchos planes que, si bien se pueden realizar en grupo, en familia, con amigos o en solitario, son todavía más especiales si se disfrutan en pareja. Aquí van cinco experiencias turísticas para vivir en compañía.
Bañarse en una tina de madera en el Pirineo
Piedra, madera y agua. Son los tres elementos clave de esta primera experiencia para vivir en pareja. Se trata de un ecobaño en O’Chardinet, una casa rural ecológica ubicada en pleno corazón del Geoparque de Sobrarbe-Pirineos. La actividad consiste en sumergirse en una bañera enorme de madera de alerce natural que funciona con leña. El plan es perfecto para después de un día de excursión. Nada mejor que la aromaterapia y el agua a 40 grados en contraste con el frío exterior para relajar cuerpo y mente.
La tina tiene una capacidad máxima de cinco personas y el precio por un baño de 45 minutos es de diez euros. Es obligatorio el uso de bañador y, por tres euros más, se presta un albornoz. Para más información y reservas, se puede visitar la web de O’Chardinet.
Vivir la trufa en Gúdar-Javalambre
El hotel La Trufa Negra, en Mora de Rubielos, ofrece una experiencia de acercamiento al mundo de la trufa. La comarca turolense de Gúdar-Javalambre es uno de los territorios más despoblados de Europa y, al mismo tiempo, la principal productora mundial de Tuber Melanosporum. La actividad ‘Vivir la trufa’ empieza con una introducción al mundo de la trufa, donde se da a conocer su modo de consumo, las especies, los usos y su aroma. Después, se acompaña a un perro y a un trufero por las inmediaciones de la masía El Olmo en busca de trufas para recolectar. Por último, qué mejor manera de saber si se ha hecho bien que probando lo que se acaba de cazar. La experiencia finaliza en el restaurante Melanosporum, con un menú degustación con la trufa como ingrediente principal.
La actividad se puede realizar todos los sábados de la campaña de trufa, que suele ir desde mediados de noviembre hasta mediados de marzo. El precio de la experiencia es de 110 euros y se puede completar con alojamiento y spa por 230 euros. Para más información y reservas, se puede consultar en la web del hotel.
Esquiar a la luz de la luna en Cerler
Como cada año, la estación de esquí de Aramón Cerler y la escuela de hostelería de Guayente organizan su propuesta de snowcooking. La de este 2022 es la octava edición y se ha anunciado para el 24 de febrero. Cuando la estación cierre, los participantes en esta experiencia podrán subir en telesilla para descender por las pistas, ya vacías, hasta el espacio donde se desarrolla la actividad. Después, cenarán con el menú preparado por la escuela de hostelería y brindarán con cava viendo atardecer. Como colofón, un descenso nocturno iluminado por antorchas. La reserva se puede realizar en la web de Aramón Cerler y el precio es de 128 euros por persona.
Alojamiento y relax en un balneario cerca de Zaragoza
Un clásico entre los planes para hacer en pareja es pasar un fin de semana en un balneario. Los de Aragón ofrecen paquetes de experiencias que incluyen alojamiento y acceso a sus servicios termales y de relajación. Uno de los destinos donde más opciones de este tipo hay es la zona de Jaraba. Allí se encuentran Sicilia, el de La Virgen, las Termas Pallarés y el balneario de Paracuellos de Jiloca. Excepto las Termas Pallarés, que abrirán en marzo, el resto arrancan la temporada 2022 el 11 de febrero.
Las experiencias que ofrecen estos espacios incluyen alojamiento en habitaciones de distintas calidades, así como cenas románticas, masajes y otros tratamientos para parejas, y entrada a los circuitos de aguas termales.
Despertarse con el gruir de las grullas en Gallocanta
‘Siente las grullas’ es el nombre de la quinta experiencia para vivir en pareja. A una hora y media de Zaragoza, la laguna de Gallocanta es el lugar preferido por estas aves para pasar el invierno. De octubre a marzo, el alojamiento rural Allucant ofrece una actividad especial para acercarse a las grullas en uno de los mejores momentos del día, cuando amanece y abandonan sus dormideros. Cuando las grullas despiertan, levantan el vuelo bajo con su gruir característico. Las bandadas despegan en formaciones de 20 o 30 unidades y en forma de uve, juntándose hasta 20.000 grullas en un amanecer. La experiencia incluye una cena el día previo, alojamiento de una noche en habitación doble con baño, la excursión al amanecer y el desayuno. El precio es de 55 euros por persona y las reservas se tramitan directamente con el establecimiento.
